"Si se da cuenta de que le tienes miedo, est¨¢s perdido"
"Que no se d¨¦ cuenta de que le tienes miedo. Sobre todo, que no se d¨¦ cuenta, porque entonces abusa de su poder y ya no tienes d¨®nde meterte". As¨ª opina el veterano maestro Pepe Luis V¨¢zquez sobre el toro de Miura. Est¨¢ tentando vacas de esta ganader¨ªa desde el a?o 1938. Adem¨¢s, Pepe Luis debut¨® como matador en la Maestranza, compartiendo cartel con Luis Miguel Domingu¨ªn y Pepe Bienvenida, con una corrida de Miura, justo el mismo d¨ªa en que debutaba tambi¨¦n Eduardito, hoy don Eduardo, como responsable de mantener el prestigio de unos toros que tienen algo.Para el maestro Pepe Luis, al toro de Miura no s¨®lo le distingue la estampa: "Es recog¨ªo de barriga, largo, con el cuello flexible. Tiene algo de l¨¢tigo en la facilidad con que se revuelve. Pero, a pesar de todo, eso no es lo importante. Lo que de verdad le diferencia es su personalidad, una especie de capacidad psicol¨®gica para darse cuenta de cu¨¢ndo es due?o de la situaci¨®n. Cuando sale el toro bueno, es bueno de verdad, te haces con ¨¦l, y como son largos, de bonita l¨¢mina y bien armados, la corrida es un lujo. Pero si te achicas, se da cuenta y entonces va por ti".
Pepe Luis, un cl¨¢sico de la tauromaquia, nunca ha rehuido los toros de Miura. Diez a?os seguidos los tore¨® en la feria de Sevilla. Y hoy habla con respeto de Ruiz Miguel, "que cuando era un chaval ven¨ªa a tentar las vacas de Miura en la prirnavera". Recuerda que hasta los a?os cincuenta ning¨²n torero que se preciase terminaba la temporada sin haber estoqueado un par de corridas de esta divisa. "Porque tienen algo especial".
Ese algo especial no es, para Pepe Luis, el haber matado toreros: "Hay otras ganader¨ªas, sin esa fama, cuyos toros han matado m¨¢s toreros. La mala suerte para Miura es que sus toros han matado a figuras, y por eso suena m¨¢s. Pero tambi¨¦n es verdad", a?ade, "que esos toros tienen dificultades, que entienden lo que pasa y, sobre todo, que ve si eres d¨¦bil. ?sa es la clave. A m¨ª me ha revolcado alg¨²n Miura, pero nunca he tenido una cornada grave. ?Sabe por qu¨¦? Porque si he tenido miedo no me lo ha notado. Me he puesto cerca, he apretado los dientes".
Esa fama terrible de los Miura llena el anecdotario de Pepe Luis. "Un siniestro 13 y martes toreamos la corrida de Miura en Albacete Luis Miguel Domingu¨ªn, Antonio Bienvenida y yo. Sin embargo, noembistieron. No hubo gloria ni sangre, y la gente se aburri¨®. Otras veces ha ocurrido lo contrario. Una vez, en Salamanca, El Estudiante se perfil¨® para matar y pinch¨® mal. A la siguiente entrada, el Miura ya hab¨ªa visto el estoque con absoluta claridad. Cada vez que El Estudiante ejecutaba el volapi¨¦, el toro derrotaba contra el estoque, se lo apartaba de delante y despu¨¦s le buscaba a ¨¦l. Fue una angustia interminable. Fue tremenda, porque esto est¨¢ basado en el enga?o, y cuando no hay enga?o s¨®lo queda la fuerza, y el toro tiene 600 kilos y el hombre 60".
Por eso Pepe Luis, matador de tantos toros de Miura y tentador de tantas vaquillas, admira a Ferm¨ªn Murillo, a Jos¨¦ Antonio Campuzano, a Ruiz Miguel; es decir, a los que se atreven con los hijos de esas vacas que tienta en una plaza cuadrada. "Cuadrada porque ah¨ª se ven mejor las querencias. Hay que seleccionar al toro bravo, claro, porque un Miura que se aquerencia clava el rabo en tablas y empieza a mover el cuello en cuanto ve que alguien se acerca. La plaza cuadrada, con cuatro rincones, es una tentaci¨®n para la vaca que quiere aquerenciarse".
Cada a?o, de las 70 reses que suele ciar la ganader¨ªa en un a?o, se apartan cuatro o seis, las que tienen mejor ascendencia y responden mejor al acoso y derribo, para sementales. Esos a?ojos los tienta, como todas las vacas, Pepe Luis. "Un par de ellos o tres responden magn¨ªficamente y quedan para sementales. Los otros, no, y se convierten en chuletas". Los seleccionados sirven para niantener una ganader¨ªa especial. Transmiten esa capacidad para desarrollar sentido, para resistirse al enga?o, para no dar cuartel al torero que se achica. A veces transmiten un pelaje colorao ojo de perdiz, o sardo, o salpicao, o c¨¢rdeno, y entonces ya es el colmo de Miura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.