Un torrente de mensajes cifrados

?Qu¨¦ est¨¢ buscando Al¨ª Agca con toda este espect¨¢culo? La impresi¨®n de la agitada sesi¨®n de ayer fue que el autor del atentado contra el Papa sigue enviando mensajes cifrados y que no quiere a¨²n decidirse sobre si confirmar o no la pista b¨²lgara, como si estuviese esperando una respuesta. Sobre todo porque circul¨® ayer el rumor, sin confirmar, de que el Papa ha pedido al presidente Sandro Pertini la gracia para su agresor. Al¨ª tiene puesta su esperanza en el Vaticano.Por otra parte, tras una semana total de silencio, el Vaticano ha empezado a dar informaci¨®n del proceso en L'Osservatore Romano, aunque se limita a publicar s¨®lo unas cr¨®nicas de agencias sin comentarios.

En cuanto a la afirmaci¨®n de que el Vaticano le ha dicho que ¨¦l es, Jesucristo, podr¨ªa tratarse de la conversaci¨®n sostenida en la c¨¢rcel con el papa Juan Pablo Il. Es posible, por ejemplo, que el Papa, tras haberle perdonado, le hubiese dicho algo as¨ª como que "todos somos hijos de Dios", o bien "t¨² has sido s¨®lo un instrumento para que se cumpliese un designio de la Providencia", aludiendo con ello al secreto de F¨¢tima que profetiz¨® duros sufrimientos al Papa.

El primer d¨ªa, Al¨ª Agca hab¨ªa dicho que colaborar¨ªa con la justicia a condici¨®n de que el Papa no le desmintiese. El Vaticano enmudeci¨® y Al¨ª empez¨® a hablar. Ahora vuelve a lanzar nuevos mensajes. Da la impresi¨®n de que no est¨¢ seguro de si el Vaticano quiere o no que lance la pista b¨²lgara, o bien si el Papa prefiere que no se moleste a una "naci¨®n eslava".

Sobre todo porque, en realidad, la impresi¨®n que se tiene es que el Vaticano est¨¢ dividido entre los hombres de la alta diplomacia que mantienen los contactos con los pa¨ªses comunistas del Este (los cuales preferir¨ªan que todo acabase cuanto antes, sin que ninguno de estos pa¨ªses quedase comprometido), y quienes, al rev¨¦s, dentro del grupo polaco vaticano prefieren que la magistratura italiana vaya al fondo de las cosas. Se ve a Al¨ª Agca como entre la espada y la pared, sin saber qu¨¦ hacer; por eso intenta ganar tiempo. Por una parte, Agca confirma sus acusaciones contra los b¨²lgaros, pero, al mismo tiempo, no quiere todav¨ªa responder con nombres y apellidos a cuestiones concretas.