Las vacaciones espa?olas de Martina Navratilova
![Alex Mart¨ªnez Roig](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3ff7e65d-60ae-488a-9c48-3a459731f926.png?auth=edb5bebe78bb8fe628e524c318d4c97b2b5c5c554b7f9f99750c16364a3c1bde&width=100&height=100&smart=true)
En la primavera de 1984, antes del torneo de Roland Garros, Martina Navratilova, la mejor tenista del mundo, aterriz¨® en M¨¢laga en busca de la playa y el sol que prometen los cat¨¢logos tur¨ªsticos. Se encontr¨® con una tormenta torrencial, y apenas 24 horas despu¨¦s se march¨® decepcionada. El pasado lunes, tras perder en la final individual de Roland Garros y ganar los t¨ªtulos de dobles femeninos y dobles mixtos, Martina viaj¨® desde Par¨ªs en una nueva aventura en busca del sol. Esta vez lo ha encontrado, y, por primera vez esta temporada, des cansa unos d¨ªas junto a su amiga Judy Nelson y sus dos hijos en el hotel Don Carlos, de Marbella, sede europea de la Asociaci¨®n Femenina de Tenis (WTA), el sindicato de las tenistas.
Las vacaciones de Martina, las primeras que se toma este a?o, estuvieron marcadas por la incertidumbre. Una borrasca en Par¨ªs, que retras¨® las finales de los dobles, estuvo a punto de anularlas. Una borrasca en el Reino Unido las resucit¨®. Martina lleg¨® a Marbella acompa?ada de un s¨¦quito de nueve personas: su amiga Judy Nelson, con sus hijos Eddie y Bales y uno de sus primos; su m¨¦dico particular, Sergeant Hill; una pareja a la que llama "mis padres americanos", Francis y Pigs; y dos representantes del circuito femenino que se encargan de evitar cualquier problema para la n¨²mero uno.El pasado domingo por la tarde, en Par¨ªs, Martina anunciaba que "pensaba ir de vacaciones a Espa?a, pero los partidos se han retrasado y prefiero seguir en Par¨ªs un par de d¨ªas antes de marchar a Inglaterra para entrenarme sobre hierba". Un d¨ªa despu¨¦s, el lunes a mediod¨ªa, Martina cambiaba de opini¨®n porque desde Londres le anunciaban lluvias continuas durante toda la semana. Cogi¨® el avi¨®n a media tarde en el aeropuerto de Orly y se concentr¨® en la lectura de un art¨ªculo de la revista Time sobre el cambio en la pol¨ªtica de impuestos de Ronald Reagan. Martina, que apoy¨® p¨²blicamente a Geraldine Ferraro y Walter Mondale en las ¨²ltimas elecciones tiene unas ideas pol¨ªticas claramente opuestas a las de Reagan aunque en el apartado de los impuestos tambi¨¦n existe una preocupaci¨®n personal porque un 30% de sus ganancias, que se acercan a los 10 millones de d¨®lares (unos 1.700 millones de pesetas) s¨®lo en premios, va a parar a las arcas del Estado.
Ya en Marbella, Martina demostr¨® en la mesa del restaurante que hab¨ªa tomado la decisi¨®n de no seguir al 100% la dieta comer para ganar del doctor Haas. Comi¨® con gula y termin¨® con una mousse de chocolate, te¨®ricamente prohibida en su r¨¦gimen alimenticio, que contraindica las carnes crudas y el az¨²car.
Ma?ana de trabajo
El martes por la ma?ana, Martina tuvo su ¨²nica y corta sesi¨®n de trabajo, y acab¨® pr¨¢cticamente hist¨¦rica. Primero pos¨® para unas fotograf¨ªas publicitarias del hotel, y luego para la prensa local. Habl¨® durante 40 minutos en una conferencia de prensa, que la dej¨® especialmente satisfecha "porque me han preguntado cosas de las que normalmente no se escriben en los diarios". Martina se declar¨® feminista, "si eso significa que estoy orgullosa de hacer lo que quiero", y explic¨® c¨®mo era la Fundaci¨®n Martina para la Juventud, a la que dedic¨® como capital inicial 250.000 d¨®lares (m¨¢s de 42 millones de pesetas), y que pretende ayudar a ni?os que carecen de recursos econ¨®micos. Navratilova contest¨® con desgana a las preguntas relativas a la competici¨®n, y con estudiada amabilidad a un periodista extranjero que quiso demostrar' sus conocimientos t¨¦cnicos pregunt¨¢ndoles por qu¨¦ no hab¨ªa funcionado un golpe determinado en la final.Despu¨¦s, fuera de programa Martina respondi¨® dos preguntas a la televisi¨®n gibraltare?a y otras dos a la espa?ola, que hab¨ªa llega do una hora tarde a la cita. Nerviosa, acosada por un fot¨®grafo de las revistas del coraz¨®n, Navratilova accedi¨® entonces, en un rinc¨®n apartado de las instalaciones del hotel Don Carlos, a mantener una breve charla con un enviado especial de EL PA?S.
Pregunta. Usted se distingue del resto de las jugadoras, excepto Chris Evert, por su absoluto dominio del juego. Pero tambi¨¦n por su inter¨¦s por la pol¨ªtica y la cultura. ?Nota usted esa diferencia cuando est¨¢ en los torneos?
Respuesta. Bueno, hay que tener en cuenta que yo ya tengo 28 a?os, y la mayor¨ªa de las jugadoras rondan los 20 a?os, o son incluso m¨¢s j¨®venes. Cuando yo ten¨ªa 20 a?os no era sab¨ªa lo que s¨¦ ahora. Creo que es muy importante estar interesada e informada de las cosas que suceden en el mundo, y no pensar s¨®lo en el tenis. Me gustan mucho otros deportes, y tambi¨¦n las situaciones pol¨ªticas en el mundo. Durante los torneos, tampoco pierdo ocasi¨®n para ir al teatro o al cine, aunque prefiero las viejas pel¨ªculas de los a?os cuarenta o cincuenta. Creo que es muy importante ser curiosa, aprender continuamente, porque ser¨ªa muy triste dedicar mi vida s¨®lo al tenis. Esta forma de pensar es quiz¨¢s la mayor diferencia entre las j¨®venes jugadoras y yo.
P. ?Cree usted que su imagen de mujer valiente, defensora de sus creencias personales, ha ayudado a cambiar algunas cosas?
R. Bueno, yo siempre digo que hago lo que yo creo, y creo en lo que hago. Siempre he procurado ser honesta, lo que a veces me ha creado problemas, pero.sigo pensando que es la mejor manera de vivir. Creo que he ayudado a las mujeres, porque nunca he escondido mi forma de ser. Yo soy as¨ª. Si caigo simp¨¢tica, fant¨¢stico. Si no es as¨ª, no puedo hacer nada para evitarlo. No quiero ajustarme a una imagen que podr¨ªa ser bien recibida por todo el mundo, porque quiero seguir siendo honesta y mantener mi sentido de la justicia. Creo que la gente se da cuenta de lo que digo, y que mi presencia ayuda a las mujeres.
P. ?Cree usted que algo ha cambiado en su forma de pensar durante los 12 a?os que ha estado en un primer plano por su actividad deportiva?
R. En efecto. Ahora, a diferencia de cuando comenc¨¦ a jugar, ya me doy cuenta que s¨®lo me quedan unos pocos a?os de tenis, y por eso tengo muy claro que debo dedicar el 100% de mi esfuerzo a mantener y mejorar mi nivel. No tardar¨¦ en llegar a los 35 o los 40 a?os, y mi carrera terminar¨¢. Y a veces me lamento de no haber trabajado m¨¢s cuando era m¨¢s joven. Eso no lo pensaba cinco a?os atr¨¢s, por ejemplo.
Martina Navratilova pasa las horas en Marbella con un esp¨ªritu inquieto. Siempre busca ideas nuevas para jugar con los hijos de Judy. As¨ª, juega durante horas al mini-golf, pasea a caballo, se divierte en un partido de f¨²tbol aprende los secretos del esqu¨ª na¨²tico, busca joyas que comprar, y tiene tiempo para tomar el sol y nadar. El martes por la noche, por ejemplo, se fue a cenar a Benahavis, un peque?o pueblo del interior apartado del ajetreo tur¨ªstico y centro de artistas e intelectuales. Regres¨® muy tarde, despu¨¦s de una noche de diversi¨®n. De d¨ªa se dedica a los ni?os, con los que se comporta como una hermana mayor, proponi¨¦ndoles excursiones o ense?¨¢ndoles los movimientos del tenis.
No es nuevo. En Orlando (EEUU), Martina descubri¨® que la hermana menor de Peggy Gosset, la directora de relaciones p¨²blicas de la WTA, se aburr¨ªa soberanamente durante un torneo. La cogi¨® de la mano y se la llev¨® a Disneylandia, donde se divirti¨® durante seis horas.
Buscando tranquilidad
Rodeada de personas muy tranquilas, a diferencia de tiempos pasados, cuando algunas intelectuales norteamericanas intentaron utilizarla, Martina escucha constantemente a sus amigos. Le gusta ser querida. A diferencia de los Estados Unidos, donde debe soportar a personas desconocidas que se creen con derecho a hablar con ella, incluso con cierta violencia, en Marbella se siente especialmente tranquila porque no sufre el menor acoso. Relajarse despu¨¦s de meses de torneos, olvidar el tenis y sus circunstancias, son los principales objetivos. Es duro pasar desapercibida cuando se ha ganado cinco veces en Wimbledon (1978, 79, 82, 83 y 84), dos en el Open de Estados Unidos (1983 y 84), dos en Roland Garros (1982 y 84) y dos en el Open de Australia (1981 y 83), adem¨¢s de llevar 99 partidos imbatida en dobles, junto a Pam Shriver, con quien ha ganado los ¨²ltimos ocho torneos del Grand Slam.La curiosidad de Martina ha quedado limitada, hasta ahora, a Marbella, pero ya planea diversas excursiones para los pr¨®ximos d¨ªas. Su grupo de amigos le ha aconsejado visitar Granada y la Alhambra, y ella est¨¢ particularmente dispuesta a viajar a Casablanca. "Siempre he querido estar en Casablanca", dice, "Humphrey Bogart es mi actor preferido, y Casablanca su mejor pel¨ªcula. La he visto decenas de veces en mi casa". Admiradora tambi¨¦n de Katharine Herpburn, con la que guarda una cierta semejanza por su personalidad nerviosa y un atractivo que no se basa en una belleza f¨ªsica, Martina se divierte durante los escasos d¨ªas en que puede gozar de su libertad. "Quiero hablar con Mike Estep, mi entrenador, para decirle que quiero quedarme m¨¢s d¨ªas en Espa?a". Este, al parecer, quiere que Navratilova prepare el torneo de Wimbledon en Londres. Pero Martina est¨¢ disfrutando en el sol, y no quiere ir a la lluvia. "Creo que Marbella se va a convertir en mi casa europea", finaliz¨®.
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