Los integristas isl¨¢micos egipcios desaf¨ªan al Gobierno de Mubarak
Una nueva prueba de fuerza ser¨¢ disputada hoy entre el Gobierno egipcio y los integristas musulmanes si ¨¦stos se empe?an en organizar una gran manifestaci¨®n, declarada ilegal por el Ministerio del Interior, ante la sede de la Jefatura del Estado para exigir la entrada en vigor inmediata de la ley isl¨¢mica (Sharia) en Egipto.
La ofensiva de los musulmanes radicales no finaliz¨® el pasado mes de mayo con su derrota en la Asamblea del Pueblo (Parlamento), donde cerca de un centenar de diputados intentaron en vano forzar la aplicaci¨®n de la Sharia, en cuyos principios se inspira ya ampliamente la Constituci¨®n egipcia, y que prev¨¦ la prohibici¨®n del consumo de bebidas alcoh¨®licas, la supresi¨®n de los intereses bancarios, y castigos f¨ªsicos y amputaciones de miembros a los delincuentes y criminales.Encabezados ahora por el jefe religioso Hafez Salama, los integristas decidieron, tras el fracaso de su iniciativa parlamentar¨ªa, desafiar al r¨¦gimen en la calle, advirtiendo hace tres semanas al presidente Hosni Mubarak que convocar¨ªan una manifestaci¨®n. La demostraci¨®n partir¨¢ desde la c¨¦ntrica mezquita de Al Noor (La Luz) en direcci¨®n al palacio presidencial de Uruba, si para mediados de este mes no ha sido instaurada la ley isl¨¢mica.
Alerta m¨¢xima
Por primera vez en la historia contempor¨¢nea de Egipto, un ciudadano casi de a pie se atreve a amenazar directamente al rais, y el reto del jeque Salama ha sido tomado lo suficientemente en serio por las autoridades cairotas como para que el Ministerio del Interior vetase el acto y pusiese anteayer a las fuerzas de seguridad en estado de m¨¢xima alerta.De forma un tanto inhabitual, el Ministerio del Interior egipcio ha emitido varios comunicados, ampliamente difundidos por la Prensa, gubernamental, en los que recuerda que el estado de excepci¨®n -vigente en Egipto desde que en octubre de 1981 fue asesinado el presidente Anuar el Sadat- proh¨ªbe las manifestaciones. El propio ministro, Ahmed Rushdi, ha formulado un llamamiento pidiendo a "los ciudadanos honestos que no se dejen llevar por las gentes imprudentes".
Los organizadores del desfile han recurrido ante los tribunales contra la prohibici¨®n, pero los cautos magistrados egipcios s¨®lo se pronunciar¨¢n el s¨¢bado pr¨®ximo, a pesar de que para obtener una sentencia favorable unos cien fundamentalistas se concentraron estos ¨²ltimos d¨ªas ante el Palacio de Justicia.
En una nueva concesi¨®n a los musulmanes fundamentalistas, el Tribunal Constitucional no dud¨®, sin embargo, en abrogar a principios de mayo un decreto-ley promulgado en 1979 y conocido popularmente por ley Jihad -nombre de la mujer de Sadat, su instigadora-, que otorgaba autom¨¢ticamente el divorcio a la esposa cuyo marido se casaba en segundas nupcias. En su veredicto, la corte consider¨® el texto legislativo como una "flagrante violaci¨®n" del derecho a la poligamia reconocido por el islam.
Ante similares vetos por parte del Ministerio del Interior, el jeque Salama renunci¨® in extremis en otras ocasiones a celebrar sus reuniones p¨²blicas por miedo a perder el apoyo expl¨ªcito o velado de la jerarqu¨ªa religiosa egipcia, temerosa de enfrentarse con el Gobierno. Pero ayer se mostraba a¨²n decidido a mantener a toda costa la convocatoria.
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