Urnas transparentes proteger¨¢n esculturas de piedra en el Museo de Arte Contempor¨¢neo
La 'Maternidad', de Alberto S¨¢nchez, ya est¨¢ restaurada
Las esculturas m¨¢s delicadas del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo (MEAC) han sido cambiadas de lugar o guardadas en dep¨®sitos mientras se crean para ellas urnas de metacrilato o peanas de mayor base. Se trata de evitar accidentes como el sufrido por la escultura en piedra Maternidad, de Alberto S¨¢nchez -una de las mejores piezas del museo-, rota el 8 de mayo en un accidente fortuito y ya restaurada. Un grupo de conservadores de un museo de Washington realizaba ese d¨ªa una visita al MEAC. Una conservadora holandesa muy alta se retir¨® unos pasos para tener una mejor perspectiva, choc¨® con la base de escaso per¨ªmetro de la Maternidad y ¨¦sta se hizo pedazos contra el suelo.
A la conservadora holandesa se le amarg¨® un viaje por Espa?a que estaba disfrutando, seg¨²n dijo Minutos antes del accidente hab¨ªa comentado su aprecio por Alberto S¨¢nchez, uno de los principales vanguardistas de la escultura espa?ola de comienzos de siglo. El informe oficial estim¨® fortuito el accidente. Seg¨²n dijo el director del museo, Aurelio Torrente, en el mensaje dirigido al subdirector general de museos, se consider¨® que el hecho fue un accidente y se recomend¨® que no se exigieran responsabilidades a la conservadora. Acompa?aba el informe la declaraci¨®n de la protagonista del hecho, y una fotocopia de su documentaci¨®n. Tambi¨¦n se inform¨® al Instituto de Restauraci¨®n.Tres hechos fueron decisivos para que se produjera el accidente seg¨²n el director del museo: primero, que la escultura fuera alta respecto a la peque?ez de su base -sus medidas son de 82 por 22 por 10 cent¨ªmetros-, con la consiguiente poca estabilidad; segundo, la densidad del grupo en ese momento presente en la sala; y tercero, el peso de la conservadora. "No se hubiera ca¨ªdo con un simple golpe", coment¨® Torrente.
Venas y cicatrices
A juicio del director del museo, ¨¦ste es un accidente del que no est¨¢ a salvo ninguna pinacoteca del mundo, y menos ahora, cuando prima la tendencia a colocar las esculturas centrando espacios. Sin embargo, las medidas adoptadas -nuevas ubicaciones, urnas y bases de mayor per¨ªmetro- tienen por objeto suprimir riesgos de accidentes. Las esculturas con sus nuevas urnas y peanas ser¨¢n exhibidas en un par de semanas. No se ven apenas, a simple vista, las cicatrices del suceso, y eso que el cuerpo central de la escultura se rompi¨® al menos en dos pedazos, y la cabeza y el ni?o se hicieron poco menos que a?icos, seg¨²n explicaron dos t¨¦cnicas del museo.La Maternidad de Alberto S¨¢nchez, talla directa en piedra pulida realizada en 1920, est¨¢ esculpida en tonos grises no muy uniformes, y adem¨¢s atraviesan la piedra algunas venas que, a la vez que la embellecen, disimulan las muy delgadas cicatrices de la restauraci¨®n. El trabajo de reconstrucci¨®n lo realiz¨® Carlos Mej¨ªa, contratado con frecuencia por el MEAC para rejuvenecer las piezas del museo. Entre sus trabajos figuran la restauraci¨®n de la Daphne de Julio Gonz¨¢lez.
La Maternidad de Alberto S¨¢nchez es una de las principales esculturas del museo, junto, quiz¨¢s, con obras de Ferrant y Julio Gonz¨¢lez. El a?o pasado fue exhibida en la Galerie des Beaux Arts, de Burdeos, y para asegurarla fue valorada por t¨¦cnicos del museo en 5 millones de pesetas. Pero como ocurre en estos casos, no se sabe cu¨¢nto podr¨ªa pagar en una subasta alguien conmovido por su l¨ªnea delicada, por la huella del ni?o en el pecho de piedra de la madre.
Bronce para evitar riesgos
S¨®lo existe una copia de la escultura, en bronce, y parad¨®jicamente es la que se suele llevar a las exposiciones para evitarle peligros al original. Estos d¨ªas la copia de bronce se exhibe en sitio de honor en la muestra sobre Escultura Espa?ola 1900-1936 que permanecer¨¢ abierta en el parque del Retiro de Madrid hasta el 22 de julio.Maternidad fue esculpida con sencillez de artista por quien hab¨ªa sido antes panadero -ayudando a su padre- y herrero. En 1920, a?o de creaci¨®n de la figura, S¨¢nchez aprend¨ªa a¨²n en el taller de un escultor-decorador, donde se form¨®. Dos a?os m¨¢s tarde, el escultor se inici¨® en las artes pl¨¢sticas, y ¨¦stas, el dise?o de escenarios -por ejemplo, para el grupo La Barraca, de Garc¨ªa Lorca-, y el exilio, le alejaron de la escultura, que s¨®lo recuper¨® hacia el final de su vida. Seg¨²n ha contado su esposa Clara Sancha, hija del pintor Francisco Sancha, el artista dec¨ªa, cuando ,redescubri¨® la escultura: "El teatro s¨®lo queda en el recuerdo, pero la escultura permanece".
En 1937 el artista exhibi¨® su escultura El pueblo espa?ol tiene un camino que conduce a una estrella, en el pabell¨®n espa?ol de la memorable Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs, junto al Guernica, de Piasso, y La Montserrat, de Julio Gonz¨¢lez., S¨¢nchez fue comisionado por el Gobierno de la Rep¨²blica para velar por la educaci¨®n de los ni?os espa?oles que viajaron a Rusia en 1938. La prensa moscovita, que inform¨® del hecho, dijo que el escultor se quedar¨ªa poco tiempo en Mosc¨². Pero all¨ª muri¨®, en 1962, a los 67 a?os.
Artistas en el aparcamiento
La direcci¨®n del museo estudia habilitar una de las tres plantas del aparcamiento como sede de exposiciones de artistas que comienzan, seg¨²n dijo Torrente. Hay varias novedades estos d¨ªas en el museo: obras reci¨¦n adquiridas a artistas j¨®venes -todav¨ªa a precios asequibles-, como Dis Berl¨ªn y Soledad Sevilla, y los preparativos de una exposici¨®n de obras de arte contempor¨¢neo propiedad de coleccionistas, con la que comenzar¨¢ sus actividades la reci¨¦n creada Asociaci¨®n de Amigos del museo. Preside esta sociedad de aficionados Jes¨²s Aguirre, duque de Alba, y el vicepresidente primero es Gregorio Mara?¨®n y Bertran de Lis. Esta muestra, sin precedentes en Espa?a, centrar¨¢ junto con una monogr¨¢fica de Monet la pr¨®xima temporada en el museo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.