La crisis de los rehenes y la televisi¨®n norteamericana
La cadena de televisi¨®n norteamericana American Broadcasting Corporation (ABC) ha sido rebautizada por algunos como Amal Broadcasting Corporation, y uno de sus mejores periodistas, Ted Koppel, en el curso de una entrevista con el ministro de Defensa israel¨ª, Isaac Rabin, tuvo que ser advertido por ¨¦ste: "Yo no estoy negociando con usted".
La cobertura del secuestro de Beirut, en el que cada una de las tres grandes cadenas se ha gastado un promedio de un mill¨®n de d¨®lares a la semana, ha abierto un debate sobre el papel de la televisi¨®n y sus posibles excesos en una crisis que afecta a la seguridad nacional. La posibilidad de ejercer alg¨²n tipo de censura en el futuro en temas de terrorismo, sugerida por el ex secretario de Estado Henry Kissinger ha sido descartada, sin embargo, como indeseable en una sociedad democr¨¢tica.Para algunos, las c¨¢maras, con un obsesivo seguimiento de la crisis de Beirut, durante 17 d¨ªas se convirtieron, indebidamente, en parte de la misma, interviniendo incluso en el proceso negociador con entrevistas con los secuestradores, que han conseguido una valios¨ªsima publicidad gratuita de sus posiciones pol¨ªticas. Los rehenes utilizaron los medios audiovisuales para pedir al presidente Reagan que no tomara represalias y para manifestar su "comprensi¨®n" por los problemas de los shi¨ªes en L¨ªbano. Incluso, ha afirmado el Pent¨¢gono, la revelaci¨®n por las televisiones de que una fuerza de comando estaba preparada para realizar una operaci¨®n de rescate en las primeras horas del secuestro sirvi¨® para advertir a los secuestradores y "puso en peligro la seguridad nacional". Sin embargo, las televisiones accedieron a la petici¨®n del Gobierno de que no informaran que hab¨ªa militares entre los secuestrados.
Para otros observadores, como Geoffrey Kemp, profesor de la universidad de Georgetown, "los medios de comunicaci¨®n han hecho un servicio pedag¨®gico al pueblo americano, explic¨¢ndole las complejidades de la situaci¨®n libanesa". El presidente de ' la NBC, Larry Grossman, se muestra contrario a cualquier eventual censura y explica que "es muy peligroso cubrir a los terroristas. Pero la forma de hacerlo es no suprimir la infor maci¨®n, sino realizar una cobertu ra m¨¢s informada. El ¨²nico momento en que se produjo una v¨ªctima en el secuestro fue cuando no estaban all¨ª las c¨¢maras de televisi¨®n".
Estrellas inesperadas
Las familias de los rehenes se han convertido en estrellas inespera das para las c¨¢maras, y aunque no ten¨ªan generalmente nada interesante que decir, y muchas de ellas, procedentes de pueblos peque?os, no sab¨ªan ni d¨®nde estaba L¨ªbano, han sido utilizadas o, para otros, manipuladas. La NBC ha pagado a varias familias desde el comienzo de la crisis para asegurarse su exclusiva de "inter¨¦s hurnano", y les facilitaron billetes de primera clase a Europa para que recibieran a los secuestrados en Francfort.La competitividad entre las tres cadenas en la b¨²squeda de la exclusiva por encima de cualquier otra consideraci¨®n ha contribuido a crear un ambiente de circo en torno al secuestro, con la retransmisi¨®n en directo, por ejemplo, de la cena de despedida ofrecida por Amal a los rehenes en un lujoso ho tel de Beirut. Para el columnista conservador George F. Will, escenas como ¨¦sta, con los rehenes compartiendo un banquete con "los asesinos de un soldado americano, son deplorables y contribuyen a la desmoralizaci¨®n de Am¨¦rica". Para The Washington Post, "las cadenas de televisi¨®n tienen que admitir que despu¨¦s de un comienzo bastante digno dejaron que la cobertura se convirtiera en una imprudente farsa".
Los presentadores de los telediarios de la tarde parec¨ªan en algunos momentos negociar posibles soluciones con Nabih Berri, el dirigente de Amal, mientras el Departamento de Estado trataba de mantener secretas las conversaciones cuyos detalles eran ofrecidos en exclusiva por Nabih Berri a Dan Rather o Peter Jennings. El Gobierno se enter¨® de algunos detalles antes por la televisi¨®n que por sus canales diplom¨¢ticos. El vicepresidente George Bush supo el domingo que los rehenes hab¨ªan salido de Beirut gracias a la periodista Lesley Staffi, de la CB S, que se lo dijo mientras le entrevistaba para el programa Face the nation.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.