Bolivia espera el fin de un lento y confuso escrutinio electoral
La mayor¨ªa de partidos pol¨ªticos bolivianos ha solicitado al Tribunal Central Electoral la aceleraci¨®n del recuento de los votos y el trabajo ininterrumpido de contadores y t¨¦cnicos de computaci¨®n, que hasta ahora suspend¨ªan sus trabajos por la noche. Toda la pol¨ªtica boliviana ha quedado en estado latente, como sumergida, tras los comicios del domingo pasado.
Los dirigentes pol¨ªticos guardan silencio -a excepci¨®n de la autoproclamaci¨®n como ganador por el general Hugo B¨¢nzer en la noche del lunes-, no se producen manifestaciones populares, y hasta los huelguistas parecen estar en huelga y acuden a sus tajos.El recuento de los votos est¨¢ resultando exasperante, perezoso, confuso, profuso, abstruso y difuso. El Movimiento Nacionalista Revolucionario Hist¨®rico (MNRH) de V¨ªctor Paz Estenssoro -presumible gran perdedor de estas elecciones- est¨¢ planteando constantes y razonables impugnaciones en La Paz, donde contin¨²an encontr¨¢ndose urnas abiertas, ni?os de ocho a?os inscritos en los censos y no pocos votos emitidos por menores de edad solteros (el matrimonio da derecho al voto, al margen de la edad electoral). De cualquier manera, y pese a la precariedad t¨¦cnica de los comicios y las m¨¢s que probables irregularidades consentidas por el Gobierno, que ha organizado unas elecciones deseando aplazarlas, sigue sin ser discutible el triunfo minoritario de la Alianza Democr¨¢tica Nacionalista (ADN) del ex dictador Hugo B¨¢nzer. Lo que pretenden los partidos opositores al seguro ganador es rebajar su porcentaje para impedir cualquier sensaci¨®n de que el general tiene una minor¨ªa fuerte, lo que ocurrir¨ªa si doblara en votos a su m¨¢s inmediato seguidor, Paz Estenssoro.
A medida que arriban a La Paz las ¨¢nforas de las provincias -urnas cuadradas de madera armadas con ferreter¨ªa-, la derrota de las izquierdas bolivianas resulta menos estrepitosa, aunque contin¨²an en minor¨ªa total. En estas circunstancias aporta escaso consuelo que el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI) de Hern¨¢n Siles Zuazo vaya recuperando lentamente sufragios con la esperanza de llegar a tener hasta siete diputados del futuro Parlamento.
Goteo de votos
El goteo desesperante de los votos -que, a falta de datos oficiales, son interpretados a su capricho por los observadores- s¨®lo parece mantener sostenidamente la consolidaci¨®n del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) del joven y socialdem¨®crata Jaime Paz Zamora como tercera fuerza pol¨ªtica boliviana.El Congreso deber¨¢ reunirse entre el 2 y el 6 de agosto y proceder a la elecci¨®n de presidente de la Rep¨²blica entre los tres primeros partidos. Obviamente, el MIR es el ¨¢rbitro de la situaci¨®n, por m¨¢s que de la sensatez de sus dirigentes se espera que no bloquee la designaci¨®n de B¨¢nzer como presidente y se pliegue a la evidencia de la primera minor¨ªa.
Pero en La Paz se especula con una maniobra pol¨ªtica de alcance impredecible: que en el Congreso, el MIR, la tercera minor¨ªa, se autoproponga para el Gobierno; en tal caso, cabr¨ªa la posibilidad de que el MNRH de Paz Estenssoro apoyara la candidatura presidencial de Paz Zamora yugulando el paso del general B¨¢nzer hacia el Palacio Quemado. Son exactamente los mismos concili¨¢bulos, el mismo malabarismo con los votos y los porcentajes -pero justamente al rev¨¦s- que precedieron en Santiago, en 1970, a la designaci¨®n presidencial, tambi¨¦n en minor¨ªa, de Salvador Allende.
Mal que le pese a las izquierdas, una maniobra de este porte comportar¨ªa un robo legal a la derecha autoritaria de su no menos legal victoria en las urnas; y un partido como el MIR y un dirigente como Paz Zamora, con amplias expectativas para el futuro, se lo pensar¨¢ dos veces antes de dar un paso as¨ª.
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