Una experiencia ins¨®lita de teatro para ni?os se representa en el Retiro madrile?o

Un espect¨¢culo para ni?os entre 6 y 10 a?os, cuyas caracter¨ªsticas lo convierten en ins¨®lito dentro de este tipo de experiencias, se representa desde la pasada semana en el parque del Retiro, de Madrid. Su t¨ªtulo es De aventuas por la luz, original de Luis Matilla. Uroc Teatro, que dirige Juan Margallo, ofrecer¨¢ esta obra hasta el 18 de agosto a un m¨¢ximo de 160 ni?os por funci¨®n. El montaje est¨¢ subvencionado con cinco millones de pesetas por el Ayuntamiento de Madrid y con cuatro millones por el Ministerio de Cultura. La Comunidad de Madrid paga una parte de las entradas a ni?os de la regi¨®n.

"Hemos situado", dice Margallo, "tres carpas hinchables junto al jard¨ªn franc¨¦s: una amarilla, otra roja y otra azul, comunicadas por pasillos. Los ni?os hacen un viaje a trav¨¦s de los colores, y encuentran a diferentes personajes que les piden su opini¨®n para resolver las situaciones. La esencia del espect¨¢culo es la participaci¨®n".Luis Matilla, que junto a Margallo lleva cinco a?os organizando, espect¨¢culos para ni?os en el Retiro, es partidario de crear obras infantiles en las que prime la idea de un viaje lleno de sorpresas. "Si queremos formar espectadores", dice, "es importante hacer que el ni?o vea el teatro como algo que le sirva para el juego, la vida y la aventura. La especificidad del teatro para ni?os, que concibo hasta una edad de 12 a?os, es llegar a la participaci¨®n utilizando instrumentos muy simples. Se trata de mover imaginativamente los objetos cotidianos, lanzando a los ni?os est¨ªmulos, de forma que alguno de ellos cuadre con su sensibilidad y humor".

Para Matilla es importante seguir una l¨ªnea de animaci¨®n en un teatro distinto al habitual: "La pasividad que supone para el ni?o ver la televisi¨®n, y los inconvenientes de un teatro a la italiana, con butacas en las que no puede revolverse y expresarse, plantea la necesidad de un teatro en el que los ni?os puedan sentirse libres y en el que, a partir de sus opiniones, unos actores-animadores sean capaces de transformar parte de la acci¨®n".

La falta de calidad en los espect¨¢culos para ni?os es, seg¨²n Matilla, muy corriente en Espa?a. "Aqu¨ª se piensa", declara, "que con unos t¨ªteres y otros elementos baratos el ni?o queda satisfecho. En Francia hay seis centros dram¨¢ticos para la infancia y la juventud que funcionan todo el a?o. En Espa?a es preciso normalizar el acercamiento de las peque?as edades al teatro, elevar el nivel de calidad e intentar que el ni?o salga de la pasividad que supone la televisi¨®n y participe".