Wolfgang Wagner presenta su 'Tannh?user' en el festival de Bayreuth, que comienza hoy
Se ofrecen siete de las 10 ¨®peras wagnerianas
El Festspielhaus de Bayreuth abre hoy, a las cuatro de la tarde, hora alemana y peninsular, sus puertas hasta el 28 de agosto. El programa ofrece 30 funciones con siete de las obras dram¨¢ticas de Ricardo Wagner. Este a?o la novedades Tannh?user, que no se pon¨ªa en escena desde 1978; Wolfgang Wagner, nieto del compositor, ha asumido la producci¨®n esc¨¦nica, y el nuevo astro Giuseppe Sinopoli empu?ar¨¢ la batuta. De ellos se espera un prudente eclecticismo equilibrador de los montajes de Parsifal y El holand¨¦s errante, que firman desde hace varios a?os dos cl¨¢sicos progresistas de la escena l¨ªrica alemana: G?tz Friedrich y Harry Kupfer. Pero una vez m¨¢s el verdadero plato fuerte ser¨¢ El anillo de los Nibelungos, que en el ¨²ltimo festival, tras la renuncia de sir Georg Solti a seguir comand¨¢ndolo, lanz¨® al semiestrellato al competente director austriaco Peter Schneider.
En Bayreuth es bien sabido que toda nueva producci¨®n de la tetralog¨ªa no alcanza su madurez hasta la tercera sesi¨®n: exponer, corregir y redondear. As¨ª, el controvertido e injustamente menospreciado montaje de sir Peter Hall, estrenado en 1983, va a someterse este verano al definitivo control de calidad; por otra parte, como Solti y Hall firmaron s¨®lo por tres a?os, en 1985 Wolfgang Wagner ha de decidir si la producci¨®n inglesa ser¨¢ retirada o mantenida en cartel un par de sesiones m¨¢s.Hay razones de peso para la persistencia: la primera de todas, el precedente, ya que desde 1951 ninguna producci¨®n del Anillo ha durado menos de un lustro; luego est¨¢ el problema del coste, pues la tecnolog¨ªa utilizada por Hall y su equipo es complicada y cara; adem¨¢s, no vivimos ya en 1976, cuando el curioso wagneriano pod¨ªa escoger entre m¨¢s de 10 producciones de la obra desde Leipzig a Londres. Este a?o y los pr¨®ximos pocos teatros competir¨¢n con Bayreuth, precisamente cuando el llamado gran p¨²blico ans¨ªa cosmogon¨ªas y par¨¢bolas -el a?o 2000 est¨¢ a la vuelta de la esquina- sobre el principio y el fin del mundo, como lo demuestra el ¨¦xito de Peter Brook en el Festival de Avi?¨®n con su maratoniano Mahabharata, que al fin y al cabo se inspira en las remotas fuentes arias que llegaron a Wagner a trav¨¦s de la ¨¦pica n¨®rdica y no posee el soberbio comentario musical de la tetralog¨ªa.
Pero tambi¨¦n hay motivos para cumplir la prescripci¨®n: los santones de la cr¨ªtica a la page han condenado la producci¨®n como "reaccionaria"; tampoco parece claro que este Anillo vaya a ser filmado y distribuido internacionalmente como lo fue la producci¨®n francesa del escen¨®grafo y cineasta Patrice Ch¨¦reau y Pierre Boulez, uno de los grandes maestros de la m¨²sica atonal y singular int¨¦rprete de la m¨²sica de Wagner, quienes presentaron su Anillo en 1976, cuando se cumplieron los cien a?os de la inauguraci¨®n del Festival; posiblemente, el propio sir Peter Hall no est¨¦ interesado ya en perder su tiempo acudiendo desde Londres a los ensayos durante dos veranos m¨¢s.
En fin, la inc¨®gnita ser¨¢ despejada pronto, y a mediados de agosto podremos informar desde Bayreuth sobre el presente y el futuro, si es que lo tiene, de este Anillo rom¨¢ntico y desvalido de puro honesto.
Carisma familiar
Hoy no le quitar¨¢n el sue?o al director general del Festival las finanzas de la instituci¨®n, ni los extremismos ideol¨®gicos que suelen saludar el despertar anual del Festspielhaus. Tampoco le preocupar¨¢ en exceso el mayor o menor ¨¦xito de su producci¨®n de Tannhauser: seguramente, prev¨¦ una cr¨ªtica poco entusiasta, incluso reticente; pero sabe que cuenta con el respaldo mayoritario de los wagnerianos que tienen peso en la organizaci¨®n y continuidad del Festival, aunque Wolfgang haya de echar mano a veces de todo su carisma familiar y personal para convencerles de la bondad o conveniencia de ¨¦ste o aqu¨¦l montaje, o de que la crisis de tenores wagnerianos no es hoy mayor que en el pasado.Wolfgang Wagner tiene ya 66 a?os, lleva 35 dirigiendo el festival -los 15 primeros con su hermano Wieland, que falleci¨® en 1966- y sabe que la palabra sustituci¨®n flota en el ambiente. En 1985 declar¨® sentirse en magn¨ªfica forma y estar dispuesto a seguir en la brecha todo el tiempo que sea necesario; adem¨¢s, el tambi¨¦n veterano alcalde de Bayreuth, Hans Walter Wild, le pidi¨® casi por favor que no abandone la direcci¨®n del festival, pues Wolfgang ha nacido y vive en esta ciudad, y su hipot¨¦tico sucesor es probable que ya no tenga esa vinculaci¨®n al terru?o: el alcalde teme incluso una p¨¦rdida de influencia municipal que los ¨®rganos rectores del Patronato que administra la herencia wagneriana, ayu un correlativo aumento del protagonismo del Estado de Baviera.
Pero con su Tannh¨¢user el nieto sup¨¦rstite de Wagner va a cerrar el ciclo de sus producciones esc¨¦nicas, pues ¨¦sta es la ¨²nica obra de su abuelo que le quedaba por escenificar. Quiz¨¢ acaricie a¨²n la idea de volver a dirigir El anillo del Nibelungo; m¨¢s de los a?os juegan ya decididamente en contra de ¨¦l, y por ello es posible que el Festival de 1986 sea alg¨²n d¨ªa recordado como el inicial en la lenta despedida de un segund¨®n art¨ªstico que pasar¨¢ a la historia como el Wagner de m¨¢s largo reinado en Bayreuth.
Radio Nacional de Espa?a conectar¨¢ esta tarde con Bayreuth para hacer llegar a los mel¨®manos espa?oles el acontecimiento del estreno de la nueva producci¨®n de Tannhauser. Luego, los d¨ªas 27, 28 y 30 de julio, y el 1 de agosto, emitir¨¢ tambi¨¦n en directo el primer ciclo de El anillo de los Nibelungos, el m¨¢s ambicioso empe?o est¨¦tico de la cultura occidental.
En la primera edici¨®n (1897) de Le Voyage Artistique ¨¢ Bayreuth, Albert Lavignae dec¨ªa: "Se va a Bayreuth como se puede, a pie, a caballo, en coche, en bicicleta, y el verdadero peregrino deber¨ªa ir de rodillas". La radio y el avi¨®n han simplificado las cosas. Pero, en el fondo de su alma, los wagnerianos acuden cada a?o a la cita con Bayreuth con el fervor del pros¨¦lito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.