Una presencia variada

La compa?¨ªa Tamahnous, de Vancouver, present¨® en el Festival de las Am¨¦ricas The real people talking show, y la Necessary Angel Theatre, de Toronto, Mein. El actor total Andy Jones de St. John -Terranova- dio a conocer Out of the bin, una pieza suya. Si exceptuamos este ¨²ltimo trabajo descuidado, narcisista y falto de viabilidad esc¨¦nica, las dos primeras propuestas citadas vinieron a demostrar que tanto Tamahnous como Necessary consiguen una perfecci¨®n formal y t¨¦cnica extraordinaria. The real people talking show es un trabajo colectivo en el que los actores han recogido -de hecho, sorprendido- conversaciones de los ciudadanos de Vancouver. Las han engarzado y convertido en un espect¨¢culo que resulta entre cruel y terrible.Mein es otra creaci¨®n colectiva de mayor pretensi¨®n cr¨ªtica. Cinco actores interpretan un personaje, I, un ejecutivo en plena carrera hacia el poder. La acci¨®n pasa en la mente del personaje y sucede en una oficina, trasladada a la escena con un decorado geom¨¦trico, de una extra?a belleza, que firma Dorian Clark. Los primeros 20 minutos son inolvidables.

El XVI Festival del Joven Teatro permiti¨® ver mucho teatro de Montreal en lengua francesa. Teatro literario curiosamente obsesionado porque quede muy literario, lo cual no deja de resultar agradable. Teatro valientemente feminista, teatro a la b¨²squeda de su identidad. Quebec est¨¢ en un momento apasionante, lleno de vitalidad.

Destacar¨ªamos una verdadera obra maestra, Albertine en cinq temps, de Michel Tremblay, puesta en escena por el colaborador habitual del autor, Andr¨¦ Brassard. Aqu¨ª cinco actrices interpretan el mismo personaje, Albertine, pero en ¨¦pocas distintas: 70, 60, 50, 40 y 30a?os.

El gran director Gilles Maheu present¨® dos trabajos arriesgados y apasionados: Titanic, sobre texto de otro gran autor, Jean Pierre Ronfard, en un cementerio de autom¨®viles, y Le rail, inspirada en dos novelas que desconoc¨ªamos, L'H¨®tel Blane, de D. M. Thomas, y en In the Belly of the Beast, de Jack Heriry Abbot. Ambos fueron dos work in progress (trabajo en desarrollo), pero mientras Titanic, una par¨¢bola forzada sobre el hundimiento de una ¨¦poca, resultaba desdibujada y sin coherencia en la variedad de signos usados, Le rail (presentado por el grupo Carbone 14) result¨® un trabajo visual apasionante.

La m¨¢s apasionante aportaci¨®n del Quebec lo constituy¨® el juego, porque en el fondo no se trata de otra cosa que de las mujeres de Inukjuak (Nouveau, Quebec), titulado Kattajjak (juegos de garganta). Tres parejas de mujeres enfrentadas juegan con la garganta a producir los m¨¢s incre¨ªbles, sonidos pasando de los m¨¢s agudos a los m¨¢s graves.

Hay que se?alar un precioso y raro espect¨¢culo, hablado en montan¨¦s, mohawk y franc¨¦s, titulado Le porteur des peines du monde, de Yves Sioui Durand, un mestizo que materializ¨® en un descampado entre rascacielos, un rito de pasaje, aport¨® una de las misteriosas riquezas del festival.

Am¨¦rica Latina estuvo presente con Mar¨ªa Antonia, de Eugenio Hern¨¢ndez Espinosa, por el Teatro Irrumpe, que dirige Roberto Blanco; Bol¨ªvar, de Jos¨¦ Antonio Rial, con el grupo Rajatabla (Carlos Gim¨¦nez) y Novedad de la patria, por el Taller ?pico de la universidad Aut¨®noma de M¨¦xico.