El fin del repliegue americano
A pesar de seguir enredados a¨²n en una ¨¢spera disputa con Reagan sobre el Presupuesto, el Congreso americano, antes de tomar sus vacaciones, acaba de dar un motivo de satisfacci¨®n a la Casa Blanca, de una manera que puede resultar parad¨®jica, en un tema considerado como una manzana de discordia: el de la ayuda civil y militar al extranjero. Los puntos de vista de los representantes. del pueblo y del jefe del Gobierno diverg¨ªan tanto estos ¨²ltimos a?os que no hab¨ªa sido posible llegar a un acuerdo desde 1981.La c¨¢mara de representantes ratific¨®, el 31 de julio, la ley votada la v¨ªspera en el Senado.( ... ) Algunas disposiciones del texto aprobado por los miembros del Congreso parecen un endurecimiento de la oposici¨®n de Washington a la subversi¨®n comunista en diversos puntos del globo.
Esto es particularmente cierto en lo que concierne a Nicaragua. Despu¨¦s de rechazar el pasado mes de abril una solucitud de Reagan en la que ped¨ªa de nuevo la concesi¨®n de ayuda americana a los contras antisadinistas, representantes y senadores, impresionados desfavorablemente por la visita de Ortega a Mosc¨², han revisado sus anteriores posiciones.( ... )
?sta tendencia es id¨¦ntica para otras zonas conflictivas. Por primera vez, EE UU se compromete a facilitar una ayuda material, modesta (5 millones de d¨®lares), pero simb¨®lica, a la resistencia antivietnamita en Camboya, a pesar de la presencia en su seno de los abominables Jemeres rojos. Hecho a¨²n m¨¢s significativo, el Congreso ha aceptado levantar la emmienda Clark, que, desde 1976, prohib¨ªa toda ayuda a los rebeldes antimarxistas angole?os. Para completar el cuadro, la resistencia afgana se beneficiar¨¢, ella tambi¨¦n de las subvenciones americanas. (...) 2 de agosto
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.