La esclavitud del siglo XX
La Rep¨²blica de Sur¨¢frica es la cuna del apartheid, t¨¦rmino que en afrikaner designa el hecho de estar situado aparte. A pesar de esta denominaci¨®n de origen, propia de la lengua derivada del holand¨¦s con mezclas dialectales africanas, Pretoria prefiere referirse a su pol¨ªtica como un "desarrollo separado". Considerando al hombre de color en general, y al negro en particular, como un ciudadano de segunda categor¨ªa, el r¨¦gimen racista se esfuerza en presentarlo como un ser diferente. Una vez aceptada esta diferencia, las diversas comunidades deben desarrollarse separadamente.La Rep¨²blica de Sur¨¢frica naci¨® de la uni¨®n de las antiguas colonias brit¨¢nicas de El Cabo y del Natal, por una parte, y de las rep¨²blicas boers del Transvaal y del Estado libre de Orange, por otra. Estos territorios fueron unificados bajo la Corona, brit¨¢nica para convertirse despu¨¦s, en 1909, en la Uni¨®n Surafricana. En 1961, esta Uni¨®n se convirti¨® en Rep¨²blica y se separ¨® de la Commonwealth.
En estas cuatro provincias, Pretoria ha clasificado y distribuido a la poblaci¨®n seg¨²n el color de su piel. El racismo blanco divide a la poblaci¨®n en cuatro grandes grupos raciales: los blancos o personas de origen europeo, las etnias africanas o bant¨²es, los asi¨¢ticos, en su mayor¨ªa indios, y las otras personas de color (colored), que son los mestizos. Los japoneses est¨¢n clasificados como blancos.
La poblaci¨®n surafricana -unos 27 millones de habitantes- est¨¢ dividida as¨ª en grupos raciales: unos 23 millones de africanos o bant¨²es, 2,3 millones de mestizos, 800.000 asi¨¢ticos y 4,3 millones de blancos, de los que aproximadamente el 60% es afrikaner. Para finales de siglo se estima que estas cifras habr¨¢n variado sustancialmente, agravando a¨²n m¨¢s el desequilibrio. Los bant¨²es, que son todas las personas que de hecho resultan generalmente aceptadas como miembros de cualquiera de las tribus originarias de ?frica, ser¨¢n m¨¢s de 36 millones, mientras que los mestizos sumar¨¢n unos 3,6 millones, y los asi¨¢ticos, un mill¨®n. Frente a estos grupos existir¨¢n tan s¨®lo 5,2 millones de blancos. Entonces, las ciudades podr¨ªan cobijar a un n¨²mero de africanos cuatro veces superior al de los colonos blancos. Ahora, esta relaci¨®n es de dos a uno.
Esta clasificaci¨®n racial, que es la esclavitud del siglo XX, es de la mayor importancia, porque no s¨®lo determina el lugar donde una persona puede vivir, sino tambi¨¦n la misma manera en que podr¨¢ vivir, educarse, rezar, trabajar, casarse, hacer deporte y, en definitiva, ejercer su libertad de acci¨®n y desplazamiento.
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