La deuda latinoamencana

?No paguemos! ?ste es el contenido del mensaje de Fidel Castro a los pa¨ªses, de m¨¦rica Latina reunidos durante cinco d¨ªas en La Habana con ocasi¨®n de una conferencia sobre el endeudamiento de la regi¨®n. Una llamada a la huelga de deudores, que el dirigente cubano no justificaba tanto por motivos pol¨ªticos como por simples c¨¢lculos matem¨¢ticos. Sus teor¨ªas son suficientes para demostrar que es imposible reembolsar la deuda latinoamericana.Los pa¨ªses acreedores no tienen m¨¢s que mirarse, afirma Fidel Castro: sus pr¨¢cticas proteccionistas impiden exportar a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Todas las pol¨ªticas econ¨®micas impuestas por el Fondo Monetario Internacional no tienen como consecuencia m¨¢s que reducir la independencia pol¨ªtica de los pa¨ªses que se someten a ellas. ( ... )

Las propuestas de Fidel Castro relanzan el debate sobre la dependencia del acreedor, que ha dejado a Am¨¦rica Latina acumular una deuda de 360.000 millones. Curiosamente, la declaraci¨®n ha sido posterior a la propuesta del presidente peruano, Alan Garc¨ªa: limitar el pago de la deuda nacional al 10% del importe de las exportaciones.

En consecuencia, ?hay que relacionar las dos declaraciones? Si Estados Unidos se ha inquietado y ha decidido presionar a Per¨² reduciendo su ayuda militar y econ¨®mica, por el contrario, a los banqueros del Fondo Monetario Internacional les importa poco la amenaza de Garc¨ªa, ya que creen a Per¨² dispuesto a entrar en el camino derecho, es decir, el que traza el Fondo Monetario, tan pronto como el nuevo presidente est¨¦ suficientemente establecido para imponer las medidas de austeridad. ( ... )

En lo que se refiere a la declaraci¨®n de Fidel Castro, ?puede decirse que represente hasta ese punto a la opini¨®n latinoamericana? Los 1.200 delegados en la conferencia de La Habana eran sindicalistas, economistas y empresarios cuyas posturas no compromet¨ªan a sus respectivos Gobiernos. Es, por tanto, una extra?a manera de hablar francamente cuando los oradores frecuentan las embajadas. En cuanto a los escasos representantes oficiales de Ecuador y de Argentina, m¨¢s bien han reafirmado so adhesi¨®n al pago de su deuda.

Decirlo es una cosa y hacerlo es otra. Se notaba sobretodo en esta conferencia la ausencia de Brasil y M¨¦xico, que tienen entre ellos dos los dos tercios de la deuda latinoamericana. En cuanto a Fidel Castro, se hab¨ªa cuidado de seguir sus propias recomendaciones. Dos semanas antes de la reuni¨®n de La Habana hab¨ªa terminado un acuerdo de pago escalonado de su deuda exterior con los pa¨ªses occidentales en una reuni¨®n del Club de Par¨ªs.

6 de agosto