El C¨¢diz persigue la permanencia jam¨¢s lograda
El C¨¢diz nunca logr¨® permanecer m¨¢s de un a?o en la Primera Divisi¨®n de f¨²tbol. A diferencia del regocijo con que recibi¨® la afici¨®n otros ascensos, el de la temporada anterior, aparte de la muerte de un espectador por el lanzamiento de una bengala, se concret¨® entre abucheos y perdiendo en casa. No obstante, fue la ¨²nica vez que ascendi¨® antes de finalizar el campeonato. .La era de Manuel de Irigoyen en sus Pirico a?os al frente del C¨¢diz se ha caracterizado por una eficaz gesti¨®n econ¨®mica, que mantiene al club sin deudas. Pero la austera y temerosa pol¨ªtica deportiva se baraja como una de las causas del subir y bajar del equipo en las cuatro ¨²ltimas temporadas, El fichaje de Pintinho y la repesca de Juan Jos¨¦, tras su pol¨¦mico paso por el Real Madrid, pretenden devolver la confianza.
Esta cuarta temporada alternativa del C¨¢diz en Primera Divisi¨®n le observa por sus seguidores con distancia, como si se estuviera de prestado junto a los grandes del f¨²tbol. No confian los aficionados en ese ansiado objetivo del club de permanecer en mitad de la clasificaci¨®n durante toda la temporada para poder afrontar los ¨²ltimos partidos sin esas acostumbradas urgencias de victoria, que acaban por agarrotar a losJugadores.
La alegr¨ªa con que la afici¨®n recibi¨® el ¨²ltimo ascenso del C¨¢diz dista mucho de la del primero de los tres de la era De Irigoyen. Aqu¨¦l supuso una algarab¨ªa colectiva, el suceso que m¨¢s ciudadanos ech¨® a la calle, casi tantos como el s¨¢bado de carnaval. El C¨¢diz realiz¨® el milagro de Elche al vencer a domicilio a los ilicitanos y hurtarles en su propia casa el ascenso. En Puerto Real y San Fernando los aficionados de la bah¨ªa detuvieron el autob¨²s que. trasladaba a la expedici¨®n y el veh¨ªculoltard¨® cuatro horas en recorrer los cinco kil¨®metros de la principal arteria gaditana. La gesta se logr¨® siendo entrenador el preparador f¨ªsico yugoslavo Dragoljub Milosevic. Pero la euforia dur¨® poco y el C¨¢diz.se encontr¨® la temporada siguiente de nuevo en Segunda Divisi¨®n.
Novedades
El C¨¢diz que afronta la temporada 1985-1986 se ha debatido entre las inc¨®gnitas de M¨¢gico Gonzalez y Pintinho, que se de cant¨® por ¨¦ste ¨²ltimo, sorprendente fichaje de ¨²ltima hora que pretende ilusionar al aficionado. El 13 veces internacional brasile?o tendr¨¢ que reponerse de m¨¢s de un a?o de inactividad. Carlos Alberto Pintinho cobrar¨¢ por partido jugado, pero tendr¨¢ una cantidad indeterminada por rendimiento y otro plus si el C¨¢diz se mantiene en Primera.El segundo extranjero ser¨¢ un delantero chileno, de nombre Oswaldo, Hurtado, procedente de la Universidad Cat¨®lica de Chile, del que se tienen buenas referencias. Y la ¨²ltima novedad, el lateral Juan Jos¨¦, jugador que surgi¨® del propio equipo gaditano con enonme proyecci¨®n, que lleg¨® al Real Madrid en un traspaso que cost¨® 50 millones, que alcanz¨® la internacionalidad, pero que en sus ¨²ltimas temporadas perdi¨® todo lo conseguido, hasta el punto de que el club blanco le dio la baja.
Esos interrogantes est¨¢n, acompa?ados de la garant¨ªa de los hermanos Mej¨ªas y el arte de Dieguito, siempre en lucha con su peso. El responsable de agitar esa coctelera es Paquito. No triunf¨® en el H¨¦rcules ni en el Valencia, pero es un estudioso permanente del f¨²tbol, una garant¨ªa de sapiencia a quien la suerte dio la espalda.
Paquito, tras un a?o de meditaci¨®n sobre su vuelta a los banquillos, tendr¨¢ que procurar un aire nuevo para el C¨¢diz, otra mentalidad m¨¢s ofensiva, un trabajo psicol¨®gico con este equipo que se hunde estrepitosamente con los malos resultados o que se conf¨ªa en exceso con los buenos. La l¨®gica aspiraci¨®n de la permanencia o m¨¢s a¨²n, de una buena clasificaci¨®n se vislumbra como posible, pero no como probable.
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