El 'informe'Tricot' sobre el atentado contra Greenpeace

LE MONDE

A juzgar por las reacciones de la prensa, el informe Tricot no ha resultado m¨¢s convincente fuera de las fronteras que en Francia. En casi todo el mundo, los comentaristas suplen el inc¨®modo silencio de los gobernantes o canciller¨ªas, obligados por el deber a la reserva y los buenos usos. Pero no nos enga?emos: las cr¨ªticas y el escepticismo del que hacen gala la mayor¨ªa de las reacciones de la prensa extranjera son asumidas en su mayoria por los Gobiernos, mientras esperan la ampliaci¨®n de explicaciones que debe dar el se?or Fabius.Ante todo, es en WeIlington donde se espera una explicaci¨®n en forma de disculpa. Ya que aunque se absuelve a ministros y "fontaneros" en el asunto del Rainbow Warrior, el informe Tricot admite que Charles Hernu, ministro de Defensa, orden¨® y protegi¨® operaciones de espionaje en suelo neozeland¨¦s. Presentar excusas -que se deben ya que nuestros agentes han cometido la torpeza de ser cogidos con las manos en la masa- limitar¨ªa un poco los da?os infligidos a la presencia de por si dif¨ªcil en el Pac¨ªfico de Francia. Pero ya no se puede terir dudas en Par¨ªs sobre nuestra popularidad en la regi¨®n, y no se tiene que esperar ning¨²n regalo tanto en lo concerniente a nuestra pol¨ªtica en Nueva Caledonia como a nuestras pruebas nucleares.( ... )

Se sab¨ªa que en un plazo m¨¢s o menos corto estaban condenadas las pruebas nucleares en Mururoa. El asunto del Rainbow Warrior puede adelantar ese momento. Sobre todo si se agrava la situaci¨®n con los peores aspectos de un gaullismo de pacotilla como destacan ya alguunos comentaristas extranjeros: arrogancia, falsa superioridad napole¨®nica, grandeza en forma de aislamiento, raz¨®n de Estado en forma de hojas de parra...

, 28 de agosto