Una divulgaci¨®n sin precedentes

S¨®lo un 50% de los estadounidenses sab¨ªa hace unos a?os que los dem¨®cratas controlaban la C¨¢mara de Representantes y los republicanos el Senado. Hoy, el 97% de la poblaci¨®n, seg¨²n una encuesta publicada esta semana por el The Washington Post, sabe lo que es el SIDA. Pero todav¨ªa un 32% piensa que puede contraer la enfermedad por contacto con la tapa de un retrete, e incluso un 12% estima que se contagia con s¨®lo estrechar la mano de una v¨ªctima del SIDA.,La ciudad de Nueva York envi¨® a sus 400.000 empleados, junto con la ¨²ltima n¨®mina, un folleto en el que se explica que "el SIDA no es muy contagioso y no se extiende a trav¨¦s de los contactos diarios casuales y no sexuales. El contacto con personas que tienen el SIDA o con miembros de grupos de alto peligro no presenta ning¨²n riesgo de contraer la enfermedad".

El Departamento de Sanidad del Ayuntamiento neoyorquino tiene abierta una l¨ªnea telef¨®nica especial para consultas sobre el s¨ªndrome. El n¨²mero de llamadas ha pasado de 40 o 50 diarias a m¨¢s de 200, procedentes en su mayor¨ªa de hombres y mujeres heterosexuales.

Muchas personas desean saber si la enfermedad puede contraerse a trav¨¦s de los besos o por beber en el vaso de alguien con SIDA. Los ginec¨®logos informan de un aumento de consultas de mujeres preocupadas de c¨®mo pueden protegerse de la enfermedad. Las autoridades sanitarias bombardean a la poblaci¨®n con el consejo de evitar o reducir al m¨¢ximo la promiscuidad. El n¨²mero de enfermedades ven¨¦reas se ha reducido. Aunque ¨¦sta es la ¨²nica estad¨ªstica que a¨²n no ha sido publicada, la psicosis del SIDA seguramente ha reducido el n¨²mero de infidelidades, masculinas y femeninas.

Una empresa de Manhattan pidi¨® a una secretaria que se sometiera a an¨¢lisis de sangre para probar que no ten¨ªa SIDA, despu¨¦s de que afirmara que ten¨ªa dos amigos homosexuales afectados por la enfermedad.

En San Francisco, la ¨²nica ciudad del pa¨ªs junto con Los ?ngeles donde existen hospitales con unidades especiales del SIDA, cuatro enfermeras se quejaron cuando fueron amonestadas por llevar m¨¢scaras especiales cuando trabajaban junto a enfermos del ' s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida.

Un m¨¦dico del hospital testific¨® contra ellas afirmando que la utilizaci¨®n de mascarillas y guantes hace sentirse a estos enfermos como ratas acorraladas. Algunas empresas solicitan a las autoridades especialistas para que Acudan a informar sobre esta nueva plaga a los lugares de trabajo. El Ayuntamiento de Los ?ngeles ha adoptado una resoluci¨®n prohibiendo la discriminaci¨®n contra las v¨ªctimas del s¨ªndrome.