Cerca de medio centenar de pasajeros perdi¨® la vida al chocar de frente dos trenes portugueses

ENVIADA ESPECIAL "El n¨²mero de muertos no debe sobrepasar, felizmente, los 50". Esta frase, escuchada ayer de labios del primer ministro portugu¨¦s, Mario Soares, tras visitar el lugar del accidente ferroviario en la noche del mi¨¦rcoles, desminti¨® las a¨²n m¨¢s dram¨¢ticas previsiones hechas anteriormente por los miembros de los servicios de rescate. Se hab¨ªa llegado a hablar de hasta 300 muertos, y la Prensa portuguesa, con los primeros testimonios recogidos entre los bomberos y la polic¨ªa, anunciaba 150 v¨ªctimas mortales. El n¨²mero de cad¨¢veres rescatados ayer era de 44, aunque segu¨ªan los trabajos de b¨²squeda.

El primer ministro lleg¨® al escenario de la cat¨¢strofe inmediatamente despu¨¦s de haber presidido en Lisboa un Consejo de Ministros extraordinario. Soares visit¨® los hospitales de Nelas, Mangualde y Viseu, donde se hallaba ingresado el mayor n¨²mero de heridos y muertos, y calific¨® de "exagerado" el n¨²mero de v¨ªctimas previsto hasta ayer. Otros miembros del Gobierno acusaron a los primeros informadores de haber "dramatizado en exceso" los datos de la mayor cat¨¢strofe ferroviaria ocurrida en el ¨²ltimo cuarto de siglo en Portugal, de la que fueron v¨ªctimas principales emigrantes que volv¨ªan a sus trabajos en Francia y la Rep¨²blica Federal de Alemania.La reacci¨®n de los hombres que participan en el rescate -bomberos, polic¨ªas y m¨¦dicos-, agotados por el esfuerzo y las escenas que estaban presenciando, a las palabras del primer ministro fue a veces muy dura. El responsable del servicio de urgencia del hospital de Viseu, que acababa de salir del quir¨®fano, donde hab¨ªa tratado in¨²tilmente de salvar la vida de un hombre, llam¨®, con l¨¢grimas de rabia y, desesperaci¨®n, la atenci¨®n del presidente del Gobierno por la falta de medios en muchos centros sanitarios provinciales.

El presidente portugu¨¦s, general Antonio Ramalho Eanes, acudi¨® al lugar del accidente sobre las cuatro de la ma?ana hora local y colabor¨® en las tareas de rescate durante cinco horas. Su propio helic¨®ptero fue util¨ªzado para trasladar a un herido a Lisboa. Centenares de donantes de sangre, alertados por la radio y la televisi¨®n, hac¨ªan largas colas frente a los centros de urgencia de Oporto y Lisboa, mientras otros cientos de personas m¨¢s se precipitaban hacia el lugar del accidente, para averiguar la suerte corrida por alg¨²n familiar o para colaborar con los servicios de socorro.

Las reacciones espont¨¢neas aumentaron a¨²n m¨¢s la confusi¨®n. Ello dificult¨® el trabajo de los servicios de rescate que, con muy precarios medios materiales, se esforzaban en sacar con la m¨¢xima urgencia los cuerpos a¨²n con vida presos entre montones de chatarra, para encaminarlos hacia los hospitales m¨¢s pr¨®ximos. Seis de los heridos ser¨ªan m¨¢s tarde trasladados al hospital de San Juan de Oporto, a bordo de helic¨®pteros de la fuerza a¨¦rea. Doce horas despu¨¦s del accidente circulaban a¨²n las noticias m¨¢s contradictorias sobre lo sucedido, y los bomberos, que hab¨ªan conseguido apagar el incendio, pero no hab¨ªan podido a¨²n, por el calor, entrar en los vagones calcinados, segu¨ªan hablando de 80 muertos. La mayor¨ªa de los muertos viajaban en los vagones delanteros de los dos trenes que chocaron, un correo y un expreso internacional.

Los supervivientes siguieron ayer su viaje en un tren especial puesto a su disposici¨®n por la compa?¨ªa Renfe. Entre las v¨ªctimas no se encuentra ning¨²n espa?ol.

A pesar de los esfuerzos visibles del Gobierno para coordinar el apoyo a familiares y supervivientes, el ambiente sobre el lugar del ,accidente y en las localidades vecinas era de tensi¨®n y malestar. -En esta misma regi¨®n, el pasado fin de semana, 14 bomberos murieron combatiendo uno de los incendios forestales que han destruido, en lo que va de a?o, 80.000 hect¨¢reas de bosques en Portugal.

Mario Soares, que decret¨® tres d¨ªas de duelo nacional en todo Portugal, ha prometido el esclarecimiento y la divulgaci¨®n de las causas del accidente. La compa?¨ªa portuguesa de ferrocarriles opina que se trat¨® de "un error humano" de uno de los dos jefes de las estaciones m¨¢s pr¨®ximas.

El Gobierno portugu¨¦s ha recibido telegramas de p¨¦same del Papa, el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, entre otros.