Evangelizar, un reto en ¨¦poca de cambios culturales

Hacer llegar y adecuar el mensaje cristiano a la actual sociedad espa?ola es uno de los temas que m¨¢s preocupa a la Iglesia cat¨®lica. Sin embargo, la interpretaci¨®n de este discurso tiene distintas lecturas seg¨²n el sector creyente que lo int¨¦rprete. Los encuentros religiosos recientemente celebrados en Madrid son una prueba de ello.El Congreso de Evangelizaci¨®n, que concluy¨® el pasado s¨¢bado, hizo especial hincapi¨¦ en buscar medidas tendentes a una segunda evangelizaci¨®n de Espa?a. Esta reuni¨®n, a la que asistieron medio centenar de obispos y un total de 1.500 personas de las 65 di¨®cesis espa?olas, pretende, seg¨²n manifest¨® a este diario el obispo de Huesca, Javier Os¨¦s, "ayudar a la Iglesia espa?ola a tomar conciencia m¨¢s intensa de la realidad del hombre actual".

Esta visi¨®n es compartida por Juan Jos¨¦ Tamayo, miembro de la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII, que la pasada semana organiz¨® el V Congreso de Teolog¨ªa, tambi¨¦n en Madrid, al que asistieron unas 1.500 personas. "Hay acuerdo com¨²n en considerar la evangelizaci¨®n como una de las prioridades pastorales de la Iglesia", declar¨® Tamayo, para el que, sin embargo, existen discrepancias en qui¨¦n es el sujeto evangelizador, y sobre los destinatarios y los contenidos.

Hombre de la modernidad

Pata el obispo Os¨¦s, la Iglesia se encuentra ante "un hombre que, debido a cambios socioculturales, es un hombre de la modernidad". Este hombre de modernidad fue en buena medida fruto de la Revoluci¨®n Francesa y la primera constituci¨®n europea. Sin embargo, estas medidas legislativas civiles recibieron pronto la condena del papa Pio VI, a finales del siglo XVIII, y hasta la celebraci¨®n del concilio Vaticano II no se produjo el acercamiento entre sociedad y religi¨®n, explica el te¨®logo Jos¨¢ Antonio Gimbernat en la publicaci¨®n Misi¨®n Abierta.

En el contexto de ese acercamiento se produjo el primer intento de evangelizaci¨®n en nuestro pa¨ªs, en opini¨®n de Tamayo, "porque hasta entonces creo que hubo una catolizaci¨®n de las realidades temporales y de las instituciones civiles de la sociedad, pero no una evangelizaci¨®n". Los presupuestos de los que parte el congreso auspiciado por la Conferencia Episcopal se fundamentan, en palabras de Os¨¦s, en que "en muchas comunidades, di¨®cesis y grupos cristianos se vive este problema en carne viva, y de esa realidad surgi¨® la idea de reunirnos, profundizar en el hombre actual, comunicarnos experiencias de acciones que se est¨¢n realizando y todo esto es lo que constituye el congreso".

Sobre esta inquietud evangelizadora "habr¨ªa que preguntarse", seg¨²n Tamayo, "si la importancia que se le da brota de la entra?a misma del cristianismo o por el contrario de la situaci¨®n de la Iglesia en la actual sociedad democr¨¢tica". Este af¨¢n evangelizador desplegado por el congreso se dirige, seg¨²n monse?or Os¨¦s, "a los que est¨¢n trabajando en el campo de la evangelizaci¨®n pero tambi¨¦n a grupos de cristianos poco vinculados con la Iglesia, desalentados y a trav¨¦s de estos se dirige a los hombres de nuestra sociedad".

En este sentido, "no se debe intentar hacer cristianas a las instituciones", explica Tamayo, "sino respetar la no confesionalidad de la sociedad civil y de sus instituciones".

Estos hombres desvinculados de la Iglesia, entre los que figura una parte de ese 90% de la poblaci¨®n espa?ola que se declara cat¨®lica, debe ser objeto de evangelizaci¨®n, seg¨²n Tamayo, "pero hay que evitar caer en triunfalismos y, adem¨¢s, dejar de recurrir a los m¨¦todos cl¨¢sicos, como los cursillos de cristiandad, Acci¨®n Cat¨®lica, etc¨¦tera, ya que buena parte de esos instrumentos son poco significativos para el hombre de hoy".

"En la evangelizaci¨®n", a?ade Tamayo, "se sigue cargando el acento en el clero, los obispos y las congregaciones religiosas y se resalta el importante papel de los seglares, pero s¨®lo en cuanto est¨¢n en la onda de la jerarqu¨ªa eclesial".

Hay que buscar, respetando los canales habituales de evangelizaci¨®n, seg¨²n Tamayo, la labor de "los grupos peque?os, los movientos prof¨¦ticos y concederles carta de ciudadan¨ªa en la Iglesia". En esa l¨ªnea se debe optar por los pobres, porque son los m¨¢s necesitados de esa evangelizaci¨®n, explica Tamayo.

La oferta pastoral, se?ala Os¨¦s, debe dirigirse a los hombres desalentados, a quienes "hacernos esta oferta en libertad, conscientes de que estos hombres llenan el para qu¨¦ de muchas cosas, pero les faltan los porqu¨¦s y las razones profundas para vivir".

Precisamente el Congreso de Evangelizaci¨®n se ha reunido para estudiar, seg¨²n Os¨¦s, c¨®mo es este hombre y c¨®mo se le debe anunciar el Evangelio y qu¨¦ sentido puede tener para su vida esta noticia del Evangelio como buena nueva".