Otros seis saharauis procedentes de Marruecos pidieron asilo pol¨ªtico en Ceuta

Otros seis saharauis pidieron asilo pol¨ªtico en Ceuta durante el pasado fin de semana. De esta forma son ya 21 los que est¨¢n bajo la protecci¨®n de las autoridades espa?olas. Pasaron la frontera por el mismo lugar escogido por sus compa?eros, y pr¨¢cticamente con peligro, pues la noticia hab¨ªa saltado a los medios de comunicaci¨®n y las autoridades marroqu¨ªes pod¨ªan estar al acecho.Tras declarar en comisar¨ªa, fueron trasladados a la residencia de ancianos Nazaret, perteneciente al obispado de C¨¢diz y Ceuta, que tiene firmado un convenio con el Ayuntamiento de la ciudad. Dado que el ¨ªndice de ocupaci¨®n es del 100%, tuvieron que acomodarlos en una de las dependencias contiguas. En colchonetas puestas en el suelo, duermen y pasan las horas.

Varios polic¨ªas nacionales montan guardia a la puerta, y tienen orden de prohibir cualquier contacto de los saharauis con el exterior. Las ¨²nicas personas que poseen el permiso para visitarlos son los miembros de Amnist¨ªa Internacional que se desplazaron desde la pen¨ªnsula para seguir de cerca la evoluci¨®n del caso.

La preocupaci¨®n de estos saharauis, j¨®venes en extremo y pertenecientes todos a la universidad de T¨¢nger, son sus familias. Fuentes pr¨®ximas a ellos reconocen que muchos de sus allegados desaparecieron en el S¨¢hara, y por el simple hecho de ser saharauis, en el resto de Marruecos es suficiente se?al para desaparecer. Est¨¢n satisfechos por haber concluido la aventura, de momento, con ¨¦xito, aunque en el fondo lamentan que la operaci¨®n de salida, que deb¨ªa finalizar el pr¨®ximo d¨ªa 19 e inclu¨ªa a unos 80, no haya podido terminar y haya sido suspendida.

Precisamente este aparente fracaso ha motivado que algunas organizaciones humanitarias manifestaran su desagrado por la forma en que el delegado accidental del Gobierno, Manuel de Castro, condujo la protecci¨®n de los saharauis. Los intermediarios que entraron en contacto con la Delegaci¨®n del Gobierno para solicitar el asilo para los primeros 15 que cruzaron la frontera comunicaron el lugar donde se alojaban, pero se guardaron una carta, ya que no salieron satisfechos de su entrevista con el delegado accidental del Gobierno.