Adolfo Majano
El ex presidente de la Junta de Gobierno de El Salvador anuncia su vuelta a la pol¨ªtica
Adolfo Majano, el coronel que tom¨® el poder en 1979 en El Salvador al frente de un golpe de Estado de oficiales j¨®venes para abandonarlo 14 meses despu¨¦s, acosado por la ultraderecha, vuelve a cabalgar. A su paso por Madrid para participar en una reuni¨®n sobre sociolog¨ªa militar, Majano anuncia que ha decidido abandonar su casa de Quebec para regresar a Centroam¨¦rica y volver a la actividad pol¨ªtica.
El coronel Majano es un caso curioso de Su¨¢rez salvadore?o, aun que con mucho menos fortuna en su intento de reformar desde dentro el sistema pol¨ªtico de su pa¨ªs. Cuando este militar menudo y fr¨¢gil, que suda y titubea ante el micr¨®fono de un periodista, lleg¨® al poder en octubre de 1979 como presidente de una junta c¨ªvico-militar, era un inexperto que no representaba a los sectores que realmente mandaban en las fuerzas armadas de su pa¨ªs. A los 41 a?os, y sin el respaldo de sus compa?eros, se lanz¨® por el camino del "cambio al menor costo social posible".Su objetivo era ambicioso: "Sentar las bases de un cambio de estructura econ¨®mica, realizar la reforma agraria, la nacionalizaci¨®n de la banca y del comercio exterior y preparar condiciones adecuadas para unas elecciones". "Fueron tiempos muy dif¨ªciles, en los que yo estaba sujeto a presiones de toda clase. Unos quer¨ªan que se actuara contra un bando y otros contra otro". La derecha le ped¨ªa que acabase para siempre con la subversi¨®n; la izquierda le exig¨ªa la depuraci¨®n instant¨¢nea del aparato militar.
El balance que el propio Majano hace de su labor no es muy positivo: "Ya es mucho que haya salido vivo". Varias veces atentaron contra su vida. Fue detenido por sus compa?eros de armas y enviado al exilio en 1981.
Durante estos cuatro a?os fuera de su pa¨ªs -primero en M¨¦xico, despu¨¦s en Canad¨¢- ha in tentado "convertir el lim¨®n en limonada". Reconoce que el exilio ha sido para ¨¦l "una especie de postgrado" en el que ha comprendido la aut¨¦ntica gravedad de los acontecimientos que vive su pa¨ªs, sacudido por una sangrienta guerra civil desde hace casi cinco a?os. Ha reflexionado sobre los que le traicionaron. Ha aprendido ingl¨¦s. Ha dedicado m¨¢s horas a su mujer y sus cuatro hijos. Ha recuperado carisma entre los sectores j¨®venes del Ej¨¦rcito y comienza a emerger como una figura independiente que podr¨ªa ser necesaria en un pa¨ªs donde las posiciones pol¨ªticas de la izquierda y la derecha parecen irreconciliables.
En esos cuatro a?os se ha ido alejando tambi¨¦n de quienes en 1979 parec¨ªan sostenerle, los norteamericanos. Hoy la voz d¨¦bil de Majano esconde un profundo resentimiento contra Estados Unidos.
Su definici¨®n Pol¨ªtica es sencilla: "Yo me considero un humanista. Deseo el cambio para mi pa¨ªs, el bien para mi pueblo. Defiendo valores nacionales". Se siente "orgulloso de pertenecer a las fuerzas armadas de El Salvador" y no puede admitir que "la guerrilla sea considerada como un ej¨¦rcito salvadore?o. Ya tenemos un ej¨¦rcito nacional, que podemos reformar". Majano cree en el di¨¢logo con la izquierda y es partidario de favorecer "la reconciliaci¨®n nacional".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.