A¨²n surgen supervivientes de los escombros
Los equipos de rescate todav¨ªa recuperaban ayer con vida a personas sepultadas en los escombros, cinco d¨ªas despu¨¦s del terremoto que acab¨® con la vida de miles de ciudadanos y destruy¨® centenares de edificios en la capital mexicana. Mientras tanto, los familiares de los sepultados siguen con angustia, al borde de las ruinas, las tareas de los equipos especializados y de las brigadas voluntarias de salvamento. El mayor n¨²mero de espa?oles qued¨® sepultado entre los escombros del edificio a cuyo pie se albergaba la cafeter¨ªa Superleche. Se calcula que all¨ª pueden haber muerto unos 20. La cifra de las v¨ªctimas espa?olas del terremoto ser¨¢ tan dif¨ªcil de concretar como la del n¨²mero de v¨ªctimas mortales. En la Embajada espa?ola en M¨¦xico se habla con exactitud de desaparecidos. Muchos cad¨¢veres probablemente no lleguen a encontrarse nunca. A esto se a?ade el problema de determinar el concepto de espa?ol.
Muchos espa?oles de origen han adquirido la nacionalidad mexicana, aunque se les considere todav¨ªa como espa?oles. Las cifras que se manejan de espa?oles muertos oscilan entre 40 y 60, pero siempre con la salvedad de la imprecisi¨®n del t¨¦rmino espa?ol en un pa¨ªs como M¨¦xico.La cafeter¨ªa Superleche era un local donde acud¨ªan a desayunar muchos de los oficinistas de la zona. Estaba situada en el eje central L¨¢zaro C¨¢rdenas, cerca de la gigantesca Torre Latinoamericana, que se mantuvo en pie con sus 40 pisos.
La secretaria Dora Luz Aguilera, de 26 a?os, contemplaba el lunes por la tarde las tareas de rescate en las ruinas del edificio de la cafeter¨ªa Superleche, que se vino abajo con sus cuatro pisos. El cu?ado de Dora, Pedro Riestra, un gerente de ventas de 38 a?os, no aparece desde el d¨ªa del terremoto, s¨®lo su coche permanece all¨ª aparcado. "Pedro era de Asturias. Mi hermana vive en Cuernavaca, con los dos ni?os de seis y tres a?os, que se pasan el d¨ªa preguntando por su pap¨¢".
Recuerdo de Galicia
Un estudiante de arquitectura lleva un llavero que le sobresale del bolsillo con el mapa de Galicia. El joven contempla las tareas de desescombro y explica que all¨ª qued¨® la familia de Pedro Alea Dodora, con su esposa y dos hijos, "que hab¨ªa llegado unos d¨ªas antes de Llanes (Asturias), donde hab¨ªan ido de vacaciones". Tambi¨¦n dice que qued¨® sepultado un matrimonio que trabajaba para la empresa Domecq.En t¨¦rminos dram¨¢ticos se manifest¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n el tenor espa?ol Pl¨¢cido Domingo, que sigue las tareas de rescate en el edificio Nuevo Le¨®n, de Tlatelolco, donde quedaron enterrados unos t¨ªos y primos suyos. Domingo.
Con la cara tapada por la mascarilla que llevan los que se aproximan a la zona siniestrada, sin afeitar y con aspecto desolado, expres¨® su impotencia ante la lentitud de los trabajos de rescate. Durante la breve visita de la esposa del presidente norteamericano, Nancy Reagan, Pl¨¢cido Domingo habl¨® unos momentos con ella al borde de las ruinas.
Al lado de los escombros del edificio de la cafeter¨ªa Superleche Francisca S¨¢ez, profesora de gimnasia, de 30 a?os, espera el rescate de los cuerpos de su hermana y dos t¨ªos. Francisca no se hace ilusiones: "Todo ardi¨® al caer y dicen los t¨¦cnicos que se formaron temperaturas de hasta 500 grados". La joven explica que el domingo quer¨ªan detener las obras, pero que la gente que estaba all¨ª no lo permiti¨®.
Dureza del Ej¨¦rcito
"El Ej¨¦rcito se puso muy duro y no dejaba acercarse a nadie", a?ade "Corre el rumor de que van a fumigar las ruinas con ¨¢cidos para acelerar los trabajos, pero eso no lo vamos a permitir". Relata, despu¨¦s, que hubo discusiones con los soldados y las empresas encargadas del desescombro, pero finalmente brigadas de voluntarios siguieron trabajando.
Condena al pillaje
Al lado de la solidaridad colectiva del pueblo mexicano se producen tambi¨¦n hechos de usura y delincuencia.La radio de la cadena Televisa conden¨® ayer en t¨¦rminos terriblemente dr¨¢sticos a "estos buitres, gente am¨¢trida (sin madre) y mal nacida, que deber¨ªa ser exterminada. Habr¨ªa que poner paredones por la ciudad para llevar all¨ª a estos alacranes. Los que venden la pipa de agua a 10.000 pesos (unas 5.000 pesetas) y los que suben al doble el precio del pan. A esa gente habr¨ªa que meterlos en pedazos bajo las ruinas y sacar a los buenos mexicanos que est¨¢n all¨ª debajo".
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