Alberto Oliveras cuenta 'la aventura, humana' en un nuevo programa de 13 reportajes sobre el Tercer Mundo
La programaci¨®n de las ¨²ltimas 13 semanas del a?o comienza hoy con la emisi¨®n, entre otros, del espacio La aventura hunana, escrito, dirigido y presentado por Alberto Oliveras. El nuevo programa, que se emite en horario de m¨¢xima audiencia, consta de 13 reportajes rodados en distintos escenarios del Tercer Mundo. Su pretensi¨®n es dar a conocer la vida en estos pa¨ªses y el quehacer de algunos hombres dedicados enteramente a labores humanitarias (en este caso, la del alicantino Eloy Molines).
La aventura humana se emite hoy a las 22
35 por TVE-1
El primer programa de la serie La aventura humana ha sido rodado en la India y lleva por t¨ªtulo Un sombrero de paja, en homenaje a Eloy Molines, un alicantino que vive en la gran ciudad india desde hace 34 a?os, donde ha levantado 16 casas "en el epicentro de la pobreza, en los barrios m¨¢s necesitados" para dar cobijo en hogares escuelas a ni?os hu¨¦rfanos y vagabundos. Su trabajo es posible gracias a una donaci¨®n de Manos Unidas y al mecenazgo de un pueblo franc¨¦s. Molines es un hombre modesto que no quiere aparecer en pantalla. "No soy hombre de palabras", es pr¨¢cticamente lo ¨²nico que dice en todo el programa.El reportaje se construye a partir de las experiencias de un ni?o, Surex, a quien los reporteros conocieron en Shopang, la gran playa de Bombay, donde casi nadie se ba?a, pero todos se divierten. Surex y sus dos amigos gu¨ªan a los reporteros por una ciudad inmensa en la que conviven los edificios coloniales y los establecimientos de lujo con el chabolismo y la miseria. A la Victoria Station de Bombay llegan cada d¨ªa 300 familias en busca de trabajo y nueva vida. Una de las escenas m¨¢s curiosas del reportaje es la llegada a la estaci¨®n Church Gate de miles de tarteras con comida para los trabajadores enviadas por ferrocarril desde todos los pueblos del Estado de Marhasthra. Cada tartera contiene la comida de un trabajador, que un equipo de porteadores le har¨¢ llegar a su trabajo. Al otro lado, un mundo inaccesible para la casta m¨¢s baja, la de Surex: el hotel Taj Mahal, inaugurado a principios de siglo con un drama, el suicidio del arquitecto brit¨¢nico porque se invirti¨® la posici¨®n de la fachada.
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