La batalla de las ruinas
J. C.Expertos en rescate de diferentes pa¨ªses han coincidido en denunciar la desorganizaci¨®n de los trabajos en M¨¦xico, mientras que los diplom¨¢ticos de esos mismos Estados se esfuerzan por quitar hierro al asunto.
Bajo cuerda, sin querer dar nombres para no complicar m¨¢s la situaci¨®n, los expertos y los jefes de los equipos de salvamento no se recatan en decir que el retraso en la aceptaci¨®n de la ayuda por parte del Gobierno mexicano, por un mal entendido orgullo nacional, cost¨® la vida a centenares de personas que no pudieron ser rescatadas vivas en los primeros momentos.
Las airadas declaraciones de algunos especialistas de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), que el fin de semana abandonaron M¨¦xico, obligaron al embajador a convocar una conferencia de prensa para limar asperezas. Un detalle resulta revelador de la situaci¨®n. Cuando los periodistas mexicanos presentes quisieron preguntar al jefe de los equipos alemanes de rescate que estaba all¨ª, pero que no hablaba espa?ol, el embajador de la RFA lanz¨®, en alem¨¢n, al experto una corta pero tajante advertencia: "Antes de responder, sea breve, y sobre todo no diga nada negativo".
Los diplom¨¢ticos temen herir la susceptibilidad, a flor de piel, del Gobierno mexicano y se esfuerzan por reparar la porcelana destruida por los expertos, que no se andan por las ramas a la hora de calificar de desastrosas las tareas de rescate.
El peri¨®dico Unomasuno public¨® el s¨¢bado dos columnas completas bajo el t¨ªtulo "Quejas de los espa?oles: no nos dejan trabajar". El peri¨®dico recoge textualmente una declaraci¨®n del bombero zaragozano Jos¨¦ Luis Guiral: "Desde el s¨¢bado (d¨ªa 20) est¨¢bamos listos para venir. Llegamos anteayer (jueves) y no nos han dejado trabajar hasta ahora (viernes). Venimos a trabajar, no de vacaciones. Yo no se qu¨¦ intereses haya aqu¨ª, pero, joder...".
Los bomberos espa?oles tardaron 24 horas en encontrar el equipo que hab¨ªa sido enviado previamente. Los encargados de dirigir las operaciones fueron de un lado para otro hasta que se encontr¨®. Lo mismo ocurri¨® en el momento de iniciar los trabajos de rescate. Un funcionario espa?ol de Protecci¨®n Civil explica que, en parte, "parec¨ªa que se aplicase el principio de rescate en el mar, donde el barco a la deriva pasa a ser del pa¨ªs que lo atrapa: entre los diferentes equipos se entabl¨® a veces una competencia por defender su parcela de ruinas donde excavar y apuntarse el triunfo de rescatar supervivientes".
Un especialista franc¨¦s, Patrice Danielles, casi lleg¨® a las manos con un coronel del Ej¨¦rcito mexicano en su intento de buscar signos de vida bajo las ruinas. El embajador de Francia en M¨¦xico tambi¨¦n convoc¨® la obligada conferencia de prensa para limar asperezas y explic¨® que los roces se debieron a dificultades idiom¨¢ticas y la tensi¨®n propia de las tareas de rescate.
En otro lugar, un equipo de norteamericanos lleg¨® a una zona donde los franceses hab¨ªan trabajado toda la noche. Un testigo cuenta: "Llegaron los norteamericanos por la ma?ana, bien lavados y 'en plan John Wayne'. Hablaron con militares mexicanos y ¨¦stos echaron a los franceses. Un americano, al ver los perros rastreadores franceses, coment¨® despectivo: 'esto es una mierda', y se puso a desempaquetar su equipo electr¨®nico".
Un especialista del diario Excelsior apunta que detr¨¢s de las contradicciones mostradas por el Gobierno mexicano est¨¢ la pugna pol¨ªtica dentro del PRI entre modernizadores y estatista-populistas.
Seg¨²n J. A. P¨¦rez Stuart, "con la cat¨¢strofe nuevamente se ha puesto de manifiesto el choque entre los promotores y los estatista-populistas que pululan dentro del sistema pol¨ªtico mexicano". El comentarista se?ala la contradicci¨®n entre las posturas del ministro de Asuntos Exteriores, Bernardo Sep¨²lveda, quien "expuso que no requiri¨¦ramos de ayuda, ya que el Gobierno puede resolverlo todo", y el presidente, Miguel de la Madrid, que agradeci¨® la ayuda y promovi¨® un fondo para las aportaciones extranjeras.
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