MONUMENTO EN CRISIS

El ¨²nico ¨®rgano rector de la Alhambra hasta este verano, su patronato, no se reun¨ªa desde 1981, pero la Alhambra, en una inercia de siglos, segu¨ªa funcionando. En 1984 se recaudaron, por un lado, 270 millones de pesetas por la venta de entradas en taquilla; por otro, unos 120 millones, que, como en a?os anteriores, no se declaraban y fueron a parar a una cuenta corriente no fiscalizada, de la que s¨®lo ten¨ªan firma el que era director del patronato desde 1979, el ex rector de la universidad de Granada Antonio Gallego Morell; su cu?ado y secretario del patronato, Eduardo Roca, y el gerente, un funcionario llamado Francisco S¨¢nchez.Esa cuenta no fiscalizada la conoc¨ªan los 130 trabajadores de la Alhambra. Sab¨ªan que era ilegal y la manten¨ªan en secreto. No la controlaban, pero les reportaba una cantidad fija al mes, que ahora no quieren perder. Para entender esta cuesti¨®n, como tantas otras de la Alhambra, hay que remontarse en los a?os. Antonio Soria, jefe de carpinteros de, la Alhambra y miembro del comit¨¦ de empresa, lo explica m¨¢s o menos as¨ª: "Mire usted: en los a?os cuarenta, aqu¨ª se ha pasado mucha hambre, como en todos los sitios. As¨ª que los mismos trabajadores empezaron a hacer post¨®licas, que vend¨ªan a los turistas. Las llevaban los pobreticos en el bolsillo y de ah¨ª se sacaban algo m¨¢s de dinero. Luego, eso ya fue creciendo y creciendo...".

En 1963, siendo director general de Bellas Artes Gratiniano Nieto, ese importante dinero -proveniente de postales, carretes de fotos y alquileres de bares y restaurantes- se empez¨® a ingresar en una cuenta corriente. El franciscano Dar¨ªo Cabanelas, de 68 a?os, miembro del patronato ahora7 extinto y catedr¨¢tico de Lengua ?rabe, dice que Gratiniano Nieto ya se preocup¨® por aquella cuenta. "?l dec¨ªa: 'A ver si buscamos una forma legal a esto". El caso es que Gratiniano Nieto consigui¨® por vez primera que el patronato de la Alhambra participase tambi¨¦n de aquel floreciente negocio ideado un d¨ªa por los trabajadores.

El sistema, desde hac¨ªa a?os, era totalmente rudimentario. El conserje mayor, reci¨¦n jubilado, Luis Medina, recog¨ªa diariamente el dinero y lo ingresaba en la cuenta abierta en el Banco de Granada. Medina, sin embargo, no dispon¨ªa de acceso a la cuenta, en la que s¨®lo ten¨ªan firma, desde 1979, Gallego Morell, Eduardo Roca y Francisco S¨¢nchez. Los trabajadores hab¨ªan perdido irremisiblemente el control del dinero.

En esta cuenta no fiscalizada se ingresaba tambi¨¦n el dinero de los arrendamientos de los bares y restaurantes enclavados dentro del recinto monumental de la Alhambra y el Generalife. La auditor¨ªa ha encontrado otra irregularidad con respecto a este apartado. Al margen del arbitrario sistema de adjudicaci¨®n y de que cualquier contrato es discutible -el comisario de la Alhambra, Mateo Revilla, opina que las rentas son muy bajas-, dos de los cuatro contratos de arrendamiento son verbales. "Al no haber contabilidad, ni siquiera un contrato por'escrito", explica Torres Vela, "el sistema deja las puertas abiertas a todo tipo de irregularidades".

Durante 1984, los 140 trabajadores de la Alhambra percibieron de todo el dinero recaudado entre arriendos y ventas de publicaciones una cantidad de 15.000 pesetas mensuales. Los 80 jubilados percibieron la mitad. "Nosotros quer¨ªamos legalizar esa cuenta", dice otro miembro del comit¨¦ de empresa de la Alhambra, "pero los trabajadores somos muy acomodaticios y, claro, en cuanto nos quej¨¢bamos o dec¨ªamos algo, nos daban m¨¢s dinero". Haciendo cuentas, el reparto entre los trabajadores s¨®lo supuso el a?o pasado unos 30 millones de pesetas. Del resto del dinero hasta los 120 millones, s¨®lo la auditor¨ªa, que se har¨¢ p¨²blica pr¨®ximamente, podr¨¢ dar cuentas.

Los acontecimientos se precipitaron a ra¨ªz de la transferencia, mediante decreto del 29 de mayo de 1984, de la Administraci¨®n central a la andaluza. El patronato, sin embargo, segu¨ªa existiendo. Su estructura, como siempre, era mixta: notables de la ciudad y representantes de las instituciones locales. La presidencia y vicepresidencia la ocupaban el ministro de Cultura y el director general de Bellas Artes, respectivamente. En su ¨²ltima composici¨®n, por tanto, estos dos puestos los ocupaban Javier Solana y Manuel Fern¨¢ndez Miranda. "?Por qu¨¦ vienen" ahora a m¨ª a pedirme cuentas sobre el patronato", dice el alcalde de Grana da, Antonio Jara, patrono nato debido a su cargo. "?Por qu¨¦ no le pi den explicaciones al ministro, po ejemplo?".

"Tras el decreto de transferencia, los trabajadores estaban muy preocupados", dice el senador de Granada por el PCE, Rafael Fern¨¢ndez Pi?a. "Vinieron a finales del a?o pasado a hablar conmigo porque tem¨ªan que el traspaso de poderes a la Junta de Andaluc¨ªa terminara con ese plus salarial que ven¨ªan cobrando por un conducta ilegal". Para empezar a trabajar Fern¨¢ndez Pi?a pidi¨® la contabilidad de esa cuenta no fiscalizada pero "Eduardo Roca se neg¨® a facilit¨¢rmela". Eduardo Roca, a igual que Luis Medina, no pudieron ser localizados por este peri¨®dico. El gerente Francisco S¨¢nchez se neg¨® a hacer declaraciones. "Le agradezco mucho que m de la oportunidad de defenderme" dijo S¨¢nchez, "pero yo estoy ahora muy enfermo y cuando me ataquen de verdad ya me defender¨¦ con abogados o con lo que haga falta".

Los trabajadores creaban problemas, y la soluci¨®n fue la mismo de siempre: elevar el sobresueldo.

A partir de enero de este a?o empezaron a percibir 50.000 pesetas bimestrales. El 30 de abril queda extinguido el patronato de la Alhambra y la Junta de Andaluc¨ªa se convierte en la ¨²nica instituci¨®n con competencias para administrar la Alhambra. El 24 de mayo es el d¨ªa en que el delegado de Cultura en Granada, Gabriel Molina, descubre ante dos periodistas los 20 millones hallados en un armario. Molina llam¨® primero al notario que estaba de guardia, pero se neg¨® a acudir. Telefone¨® a otros tres y tampoco quisieron intervenir en el asunto. Finalmente, Molina acudi¨® a la Prensa. "Hemos hecho una reclamaci¨®n al colegio notarial por este asunto", dice Javier Torres Vela, consejero de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa.Amenaza de huelga

Seg¨²n todas las versiones, los 20 millones de pesetas proven¨ªan de las recaudaciones realizadas por Luis Medina en los ¨²ltimos d¨ªas y estaban en la Alhambra para hacer la repartici¨®n bimestral de rigor. El delegado de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa se enter¨® de la existencia de esa cuenta y de esos 20 millones a trav¨¦s de la nota del Banco de Granada que advert¨ªa del descubierto de la cuenta por valor de m¨¢s de cuatro millones de pesetas. "Eso fue un error", explica Gallego Morell, "porque en el banco ten¨ªamos, adem¨¢s, una cuenta de dep¨®sitos para responder de la cuenta corriente cuando hubiera un gasto fuerte. El banco pod¨ªa lugar con el dinero, ?comprende?".

"Esa misma noche", dice Antonio Gallego Morell, "envi¨¦ un tele grama al ministro de Cultura y al consejero de Cultura para que iniciasen cuanto antes una auditor¨ªa". El consejero Javier Torres Vela asegura que es la Junta la que pidi¨® la auditor¨ªa, que ha realizado la empresa privada Arthur Andersen. "Yo quiero hacer p¨²blica la auditor¨ªa cuanto antes", dice Torres Vela. "Est¨¢n hechas incluso las evaluaciones del gabinete jur¨ªdico de la Junta, pero faltan todav¨ªa las conclusiones del consejero de Hacienda. En el pr¨®ximo consejo de gobierno no va a poder ser, porque yo estar¨¦ en Bruselas; en el siguiente, el del d¨ªa 13 de noviembre, lo daremos a conocer". Seg¨²n los resultados de la auditor¨ªa, que se ha limitado a estudiar desde el 1 de enero de 1984 hasta el 30 de abril de 1985, ha habido en la Alhambra un total de 29 irregularidades. La m¨¢s importante es la de la cuenta corriente sin fiscalizar. "Nosotros vamos a ir hasta el final", dice Torres Vela. "Si hay posibles delitos penales acudiremos al fiscal general. Si hay posibles delitos econ¨®mico-administrativos, al Tribunal de Cuentas".

Mientras ex patronos, trabajadores y opini¨®n p¨²blica esperan los datos, los nervios y las lanzas est¨¢n de punta en Granada. El 8 de agosto, reciente todav¨ªa el esc¨¢ndalo de los 20 millones de pesetas, Mateo Revilla, viceconsejero de Cultura, toma posesi¨®n de su nuevo cargo como comisario de la Alhambra. El primer d¨ªa de su mandato dicta una circular prohibiendo las cenas fr¨ªas, bufetes y dem¨¢s festines que, por tradici¨®n, intelectuales, notables y pol¨ªticos ven¨ªan realizando en El Partal, dentro de la Alhambra. Revilla, para colmo, elimina la an¨®mala repartici¨®n del dinero a los trabajadores. Seguidamente traslada al gerente, Francisco' S¨¢nchez, a la delegaci¨®n de Cultura; contrata, mediante concurso p¨²blico, a cuatro personas nuevas; proh¨ªbe las propinas y, adem¨¢s, intenta romper el sistema de ascensos.

Los trabajadores no quieren ni o¨ªr hablar de Mateo Revilla. Esta semana han estado a punto de ir a la huelga porque Revilla se negaba a legalizarles el plus ilegal que ven¨ªan cobrando. Fern¨¢ndez Pi?a, representante de los trabajadores en la negociaci¨®n, opina que ese dinero es un "derecho adquirido". ?Por qu¨¦ nos quitan a nosotros ese plus de la venta de postales y en cambio les siguen pagando a los gu¨ªas el 10%?", pregunta un miembro del comit¨¦ de empresa.

Los trabajadores de la Alhambra est¨¢n adscritos al gremio de la construcci¨®n, y el convenio granadino de la construcci¨®n es uno de los mejores de Espa?a. "No porque sea un buen convenio vamos a renunciar a un derecho adquirido", dice Carlos Mart¨ªn Izquierdo, de Comisiones Obreras de la construcci¨®n. "Y otra cosa: los trabajadores de la Alhambra tampoco quieren pasar a pertenecer a la Junta de Andaluc¨ªa, porque el convenio de los funcionarios de la Junta es mucho peor". El conflicto laboral dentro del recinto de la Alhambra ha llegado a Granada para enrarecer todav¨ªa m¨¢s un ambiente que ya estaba suficientemente tenso.

"A m¨ª me da mucho miedo que todo esto no sea m¨¢s que intentar hacer mucho hincapi¨¦ en lo mal que estaba todo para luego aparecer como los grandes salvadores de la Alhambra", dice el alcalde de Granada, Antonio Jara, vocal nato por su cargo del patronato. "Creo que la, Junta de Andaluc¨ªa est¨¢ haciendo de la Alhambra una bandera electoral".

Antonio Gallego Morell dice que todo este asunto "es un intento de lanzar una cortina de humo para que nadie se pregunte al final por qu¨¦ se eliminan del patronato a personalidades tan importantes -y no lo digo por m¨ª- por su historial, por sus publicaciones, etc¨¦tera". Una llamada an¨®nima despert¨® por la ma?ana a esta periodista en la habitaci¨®n de su hotel en Granada para argumentar algo similar: "Est¨¢ usted comprendiendo, ?verdad?, que lo que el se?or comisario est¨¢ haciendo es desmontar todo el entramado cultural que rodeaba a la Alharnbra...". En cuanto a la cuenta corriente sin fiscalizar, Gallego Morell dice: "Efectivamente, era una cuenta ilegal porque no hay forma de legalizarla". Y a?ade: "La prueba est¨¢ en que la Junta de Andaluc¨ªa no la ha legalizado tampoco".

Una de las cr¨ªticas m¨¢s generalizadas en Granada contra la Junta de Andaluc¨ªa es su tardanza en publicar los datos obtenidos por la auditor¨ªa y su constante goteo, sin embargo, de filtraciones a la Prensa. "A m¨ª me parece que todo esto repercute negativamente en la Alhambra", dice el alcalde Antonio Jara. "Yo no quiero hablar porque me parece que la Prensa ha tenido una actuaci¨®n digamos que poco elegante", dice el catedr¨¢tico de Literatura Emilio Orozco, que ha sido miembro del patronato de la Alhambra durante a?os.

Tanto el consejero de Cultura como el comisario de la Alhambra aseguran que est¨¢n deseando cerrar este cap¨ªtulo de la auditor¨ªa para poder trabajar m¨¢s c¨®modamente sobre el futuro de la Alhambra. Una de las primeras medidas ha sido la de aprobar el pasado mi¨¦rcoles en consejo de gobierno el nuevo presupuesto de la Alhambra, que de 270 millones pasa a los 442 millones de pesetas para 1986. "Vamos a subir las tasas", dice Revilla, "que no se han actualizado desde 1980".

Durante 1985 visitaron la Alhambra 1.718.677 personas. Este c¨®mputo est¨¢ hecho seg¨²n el taquillaje efectuado. Es, pues, el segundo monumento de Espa?a m¨¢s visitado (el primero es el Museo del Prado). Tanto Revilla como Torres Vela opinan que con una gesti¨®n eficaz la Alhambra podr¨ªa autofinanciarse como hasta ahora, recaudando suficiente dinero incluso para invertir en restauraciones importantes. "La Alhambra ni siquiera ha editado una gu¨ªa oficial", dice Mateo Revilla. "Hay que tener en cuenta la cantidad de dinero que generar¨ªa un buen control sobre la explotaci¨®n de la imagen del monumento, sobre las rentas de bares y restaurantes y sobre tantas otras cosas, como se hace en todos los monumentos importantes del mundo".

Nuevo patronato

El comisario de la Alhambra ha convocado tambi¨¦n un concurso para contratar a un aparejador. "Lo que la Alhambra necesita urgentemente es un arquitecto-conservador, ya que el que hab¨ªa s¨®lo ten¨ªa un contrato administrativo", dice el comisario Mateo Revilla. "Sin embargo, creo que un puesto tan importante debe ser ocupado con la conformidad del nuevo patronato".

El consejero de Cultura afirma que antes de final de a?o se publicar¨¢ el proyecto de ley de autonom¨ªa de la Alhambra, que fijar¨¢ la estructura del nuevo patronato. "El primer borrador lo vi yo en enero", dice el alcalde de Granada, "as¨ª que no me hablen de que tienen prisa por hacer las cosas". Seg¨²n Torres Vela, el nuevo patronato estar¨¢ formado, como el extinto, por notables y representantes institucionales. "A m¨ª me gustar¨ªa que, adem¨¢s del representante de la Junta de Andaluc¨ªa", dice Torres Vela, "tambi¨¦n estuviera en el patronato el Ministerio de Cultura y la Unesco, ?por qu¨¦ no? Yo no tengo ning¨²n prejuicio al respecto. La Alhambra es un monumento de inter¨¦s mundial". Este patronato, siempre seg¨²n Torres Vela, aprobar¨¢ los planes anuales de actuaci¨®n y el presupuesto, y su informe ser¨¢ preceptivo para el nombramiento de director. En general, tanto el consejero de Cultura como el comisario de la Alhambra insisten en que lo importante es la clara separaci¨®n entre gesti¨®n y representaci¨®n.

Tambi¨¦n est¨¢ en marcha el plan especial, a cargo de la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Territorial de la Junta y que est¨¢ dirigiendo el arquitecto Jos¨¦ Segu¨ª. Este plan especial est¨¢ estudiando la posibilidad de abrir nuevos accesos a la Alhambra o estudiar m¨¦todos para combatir la contaminaci¨®n de las aguas y del medio ambiente.

Mientras tanto, los coches siguen aparcando hoy contra los mismos muros centenarios de la Alhambra, los autobuses llegan por entre los jardines hasta el mismo palacio de Carlos V y los trabajadores siguen en sus tareas, como siempre. Los carpinteros restauran la torre alta del Generalife -"?Aparejador? ?Para qu¨¦? Le voy a decir una cosa: en estos trabajos no necesitamos ni aparejador ni nada", dice un carpintero- y Manuel S¨¢nchez y su hijo, canteros de la Alhambra, contin¨²an tallando artesanalmente, en m¨¢rmol blanco, una r¨¦plica de la fuente del patio de los Leones. Hace ocho a?os que empezaron a hacerla por encargo del patronato de entonces, que presid¨ªa la ministra de Cultura Soledad Becerril, y nadie sabe hoy si alg¨²n d¨ªa servir¨¢n para algo.

Mitad notables, mitad- pol¨ªticos, la formaci¨®n del Patronato de la Alhambra era la propia de un ¨®rgano representativo de elite. Pero el patronato, extinto el 30 de abril de este a?o, ha venido encarg¨¢ndose, al mismo tiempo, de las tareas propias de un ¨®rgano ejecutivo inexistente. Como la historia del patronato ha demostrado, catedr¨¢ticos, ministros, directores generales y gobernadores civiles ten¨ªan ocupaciones mas interesantes que dirigir un monumento. De ah¨ª que los trabajadores y alg¨²n miembro del patronato hayan hecho y deshecho en la Alhambra. La inercia y la picaresca han creado en la Alhambra de Granada un extra?o organigrama laboral.Entre los mismos trabajadores hay rencillas y mutuas acusaciones. Hace ya unos meses, un grupo de trabajadores entreg¨® al senador del PCE por Granada, Rafael Fern¨¢ndez Pi?a, un escrito en el que denuncian los supuestos abusos de Jos¨¦ Cambil, maestro de jardineros de la Alhambra. El relato pormenorizado de las supuestas actividades de Cambil es fascinante, pero dif¨ªcil de demostrar. En ese escrito se le acusa a Cambil de utilizar los viveros y los jardineros de la Alhambra en beneficio personal. La secci¨®n de jardiner¨ªa de la Alhambra cont¨® el pasado a?o con un presupuesto de 50 millones de pesetas.

El organigrama laboral de la Alhambra fue una de las primeras irregularidades que llam¨® la atenci¨®n al comisario Mateo Revilla. En la Alhambra los puestos de trabajo se heredan desde hace a?os. "S¨ª, llegamos a un acuerdo con el patronato para que nuestros parientes tuvieran prioridad sobre los de fuera", confiesa un jardinero. As¨ª que el cantero inicia a su hijo en el oficio y el jardinero en el suyo. Al fin y al cabo, tambi¨¦n el arquitecto Francisco Prieto-Moreno, hasta abril patrono

em¨¦rito, dej¨® su puesto a su hijo, Joaqu¨ªn Prieto-Moreno.

?ste ¨²ltimo no ha sido contratado de nuevo por el comisario de la Alhambra porque el suyo era un contrato administrativo. No obstante, los Prieto-Moreno siguen siendo propietarios del chal¨¦ que, por tradici¨®n, siempre ha ocupado el arquitecto-conservador dentro del recinto monumental. El comisario, Mateo Revilla, ha pedido una orden de deshaucio. "Algunos dicen que Francisco Prieto-Moreno est¨¢ muy viejo y enfermo, pero eso no es raz¨®n, puesto que no vive en esa casa".

Ser vigilante en la Alhambra no es un trabajo m¨¢s, sino un buen retiro. Jardineros, carpinteros o canteros desean ser vigilantes, lo que se consigue por antig¨¹edad y m¨¦ritos. "As¨ª que te encuentras con un buen carpintero que es un mal vigilante y un mal jardinero que ser¨ªa un buen vigilante", dice Revilla. "A m¨ª lo que me gusta es la jardiner¨ªa", dice un trabajador, "y quisiera dedicarme a ella siempre, pero prefiero ser vigilante porque ganar¨ªa 5.000 pesetas m¨¢s".