Sultz confirma, tras su entrevista con Gorbachov, que persisten amplias diferencias entre Washington y Mosc¨²

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, trat¨® ayer, en un tono relajado, de rebajar las expectativas ante la cumbre sovi¨¦tico-estadounidense de Ginebra, a la que consider¨® como parte de un proceso m¨¢s amplio para lograr una "relaci¨®n m¨¢s constructiva" entre dos pa¨ªses que contin¨²an separados por "amplias diferencias". Shultz insisti¨® en no exagerar el "acercamiento de puntos de vista" entre ambas partes y a?adi¨® que Ginebra s¨®lo es un instrumento burocr¨¢tico.

Tras haberse entrevistado ayer a lo larg¨® de unas cuatro horas con el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, en Mosc¨², Shultz, que abandon¨® anoche la capital sovi¨¦tica, insisti¨® en que existen "muchas diferencias serias entre ambas partes", aunque hubo algunos "resultados positivos" en su en¨¦rgico intercambio de opiniones con el m¨¢ximo dirigente de la URSS. Entre esos resultados positivos, Shultz se limit¨® a nombrar el "profundo intercambio de opiniones en s¨ª mismo".El encuentro entre Gorbachov y Shultz cubri¨® un amplio espectro de temas, entre ellos los derechos humanos y la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), as¨ª como tambi¨¦n, brevemente y al final, el caso del diplom¨¢tico sovi¨¦tico Vitali Yurchenko, a quien los estadounidenses consideran un importante agente del Comit¨¦ de Seguridad del Estado Sovi¨¦tico (KGB). Yurchenko, que acus¨® a Estados Unidos de "terrorismo de Estado" por supuesto secuestro, violencia y malos tratos contra su persona, ha sido el motivo de una protesta formal sovi¨¦tica ante el Departamento de Estado norteamericano. Shultz calific¨® de "totalmente falsas" las, acusaciones realizadas por la URSS y dijo que en el caso de Yurckenko se hab¨ªan seguido los procedimientos habituales para con las personas que defectan y se quieren quedar en EE UU.

Trabajo por hacer

A menos de dos semanas de la cumbre Gorbachov-Reagan, Shultz, que mantuvo 14 horas de conversaciones en total durante dos d¨ªas en Mosc¨², insisti¨® en que todav¨ªa hay "mucho trabajo por hacer" en la elaboraci¨®n del orden del d¨ªa y dijo que no ha habido un acercamiento en las conversaciones sobre armas nucleares y espaciales de Ginebra, donde tanto la URSS como EE UU han presentado sus respectivas propuestas. Shultz insisti¨® en que los temas de armamento no se limitan a los tratados en Ginebra actualmente y que la cumbre incluye asuntos bilaterales, regionales y de derechos humanos que Washington considera igualmente importantes.En una informaci¨®n sobre el encuentro entre Gorbachov y Shultz emitida anoche por la agencia oficial Tass se insist¨ªa en el punto de vista sovi¨¦tico, seg¨²n el cual las cuestiones de seguridad y, especialmente, la prevenci¨®n de la carrera de armamentos en el cosmos constituyen la "tarea central de la cumbre". Sobre la SDI, Shultz dijo que los sovi¨¦ticos son conscientes de la importancia que el asunto tiene para EE UU.

Seg¨²n Shultz, el encuentro con Gorbachov -que ¨¦ste interrumpi¨® para inaugurar el mayor monumento construido en honor de Lenin (en una plaza de Mosc¨²)- fue "directo y franco" y la atm¨®sfera "bastante cordial". Reflej¨® el deseo de "emplear el tiempo que queda" hasta la cumbre de Ginebra. La agencia Tass se?alaba que Shultz y Gorbachov se entrevistaron en una atm¨®sfera "franca y de trabajo".

El secretario de Estado norteamericano fue acompa?ado en su entrevista con Gorbachov por el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Robert McFarlane, y el embajador de E? UU en Mosc¨², Arthur Hartman. Tambi¨¦n estaban presentes Edvard Shevardnadze, que se hab¨ªa entrevistado con Shultz durante ocho horas el d¨ªa anterior, y el embajador en Washington, Anatoli Dobrinin.

Seg¨²n Shultz, no hubo sorpresas y no se deb¨ªa exagerar en relaci¨®n al "acercamiento de puntos de vista" entre ambas partes. Ginebra, dijo el secretario de Estado, es ¨²til como "instrumento burocr¨¢tico" para tomar decisiones, pero "la vida no se acaba a mediados de noviembre. Ambos dirigentes probablemente estar¨¢n bien preparados para su encuentro", dijo Shultz, quien se neg¨® a apostar sobre el logro de un "acuerdo de principios" entre ambos. En su opini¨®n, la valoraci¨®n de Ginebra ser¨¢ un asunto personal de ambos l¨ªderes y el nombre del juego es hacer que finalmente mejoren las relaciones entre ambos pa¨ªses.