La llegada a Washington de los pr¨ªncipes de Gales conmociona a la aristocracia del d¨®lar
Los pr¨ªncipes de Gales llegan esta ma?ana, a las 8.45 (14.45, hora peninsular), a Washington -con 3.500 kilos de equipaje, un m¨¦dico y dos damas para vestir a Diana-, en una visita privada de cinco d¨ªas a Estados Unidos que ha conmocionado a la aristocracia del dinero norteamericana, reflejada en las series Dallas y Dinast¨ªa. Se han pagado hasta 50.000 d¨®lares (cerca de ocho millones de pesetas) para asistir a una fiesta con Diana, que hoy cenar¨¢ en la Casa Blanca con 80 personalidades escogidas por Nancy Reagan.
Entre los invitados a esta cena se encuentran.el due?o de Occidental Petroleum, Armand Hammer; el cantante Neil Diamond; Bob Hope; la reina de los cosm¨¦ticos, Est¨¦e Lauder, y el nadador ol¨ªmpico Steve Lundqu¨ªst. La princesa, que realiza su primera visita a este pa¨ªs, ha pedido que tambi¨¦n est¨¦ Robert Redford.El secreto mejor guardado de esta noche es si el presidente bailar¨¢ con Diana, la princesa de 24 a?os que se ha convertido en la cenicienta de los norteamericanos y que acapara desde hace semanas las portadas de todas las revistas, desplazando la atenci¨®n de la cumbre de Ginebra.
El fervor mon¨¢rquico que vive la ciudad desde hace d¨ªas ha ptovocado algunas cr¨ªticas de comentaristas, que afirman que "parece que hemos olvidado la revoluci¨®n contra los ingleses". Sin embargo, Diane Cordero, de 27 a?os, se declar¨® ayer dispuesta a realizar un viaje de coche de 13 horas desde Tullahoma (Tennessee) hasta Washinton para ver a la pareja.
La Embajada brit¨¢nica ha advertido a los norteamericanos que no toquen a los pr¨ªncipes de Gales, a los que deben tratar de "altezas reales" y que, en ning¨²n caso, llamen Di a la princesa Diana, ni le comenten "qu¨¦ delgada est¨¢".
Una dama de compa?¨ªa, lady Anne Beckwith Smith, se encuentra desde el mi¨¦rcoles en Washington desempacando las tiaras, joyas y sombreros que la princesa ya ha enviado por delante. Existe gran expectaci¨®n por ver si Diana repetir¨¢ lo que hizo en Australia: colocarse como cinta en la frente un collar de esmeraldas que le regal¨® su suegra, la reina Isabel.
Objetivo oficial
El objetivo oficial de la visita es asistir a la exposici¨®n Los tesoros de 500 a?os de casas de campo brit¨¢nicas, que se expone en la Galer¨ªa Nacional, patrocinada con tres millones de d¨®lares por la Ford.
Pero los pr¨ªncipes, que se califican a s¨ª mismos como "vendedores de Gran Breta?a", visitar¨¢n el lunes, en los suburbios de Washington, un almac¨¦n llamado J. C. Penney, de calidad media, para promover los productos brit¨¢nicos que por valor de 50 millones de d¨®lares ha adquirido el due?o de esta cadena nacional de tiendas.
"Esta pareja es lo ¨²nico que tiene Gran Breta?a para exportar", escrib¨ªa ayer un comentarista sobre la visita. "Sus coches son malos, su industria del acero est¨¢ hundida y ya no t¨ªenen a los Beatles". Para demostrar la fortaleza del Made in britain, un Rolls Royee de 3.000 kilos ha sido colocado en Penney sobre centenares de piezas de porcelana Wedgwood. S¨®lo se han roto siete tazas de t¨¦.
Los pr¨ªncipes asistir¨¢n el domingo a un servicio religioso en la Catedral Nacional y almorzar¨¢n, con s¨®lo 20 escogidos, en la casa de campo del millonario y fil¨¢ntropo Paul Mellon. El lunes, la princesa, acompa?ada de Nancy Reagan, visitar¨¢ un centro de rehabilitaci¨®n de toxic¨®manos, Carlos recibir¨¢ una lecci¨®n de historia constitucional de boca del presidente del Tribunal Supremo, y ambos colocar¨¢n una corona en la tumba del Soldado Desconocido, en el cementerio de Arlington.
El martes, la real pareja volar¨¢ a Palm Beach, Florida, donde el pr¨ªncipe jugar¨¢ un partido de polo. El beso al ganador y la copa los dar¨¢ Diana. En la cenabaile m¨¢s concurrida de la visita, con 500 asistentes, la princesa de Gales tendr¨¢ ocasi¨®n de conocer a la estrella de Dinast¨ªa, Joan Collins, que es uno de los programas favoritos de Diana. El mi¨¦rcoles, los pr¨ªncipes regresar¨¢n a Londres, concluyendo lo que ha sido bautizado como Dimencia.
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