La polic¨ªa sospecha que los cuadros de Rubens robados en La Coru?a est¨¢n ya en el extranjero
La polic¨ªa sospecha que se encuentran ya en el extranjero las dos tablas de Rubens, La aurora y El laberinto de Creta, que fueron robadas del Museo Provincial de Bellas Artes de La Coru?a a mediados de septiembre, aunque, debido al "secreto de las investigaciones", no se haya conocido el hecho hasta casi dos meses despu¨¦s. A Jos¨¦ Torres, secretario y "responsable a la fuerza" del museo, todav¨ªa le afecta observar la peque?a huella que ha dejado El laberinto en la pared de la sala de extranjeros. "En Marmottan [el museo de Par¨ªs donde fueron robadas recientemente obras de Monet y Renoir] necesitaron armas; aqu¨ª les bastaron unos alicates".
La prensa local (La Voz de Galicia y El Ideal Gallego), que revel¨® la desaparici¨®n, considera que la obras tal vez est¨¢n ya fuera de Espa?a, y estima su cotizaci¨®n en mercados clandestinos internacionales en unos 20 millones de pesetas. Sin embargo, este probable nuevo golpe de especialistas o bien organizadas bandas, que esta sien do investigado por Interpol, quiz¨¢s lo cometi¨® con parecido ¨¦xito un ciudadano amante en demas¨ªa de la escuela flamenca, un turista desaprensivo o un escolar excesivamente juguet¨®n. Los cuadros, dos ¨®leos sobre tabla, son de peque?o formato (10 por 15 cent¨ªmetros, seg¨²n el Ministerio de Cultura; 17 por 27, seg¨²n el secretario del museo), y, en general, todas las obras de la instituci¨®n pueden admirarse en soledad: en las tres plantas del museo no suelen coincidir al mismo tiempo m¨¢s de 20 personas y, en el mejor de los casos, hay tres vigilantes. Adem¨¢s, en la planta superior, donde est¨¢ la sala de extranjeros, no hay luz el¨¦ctrica, s¨®lo cenital, y el horario so lar determina el de apertura del museo, que en invierno se reduce a la ma?ana.La combinaci¨®n de todo ello y hab¨ªa animado en enero de 1979 a un visitante, que fue sorprendido cuando ya hab¨ªa descolgado y ocultado El Para¨ªso, y logr¨® huir despu¨¦s de golpear a Jos¨¦ Torres y a un conserje. El que perpetr¨® con ¨¦xito el robo lo hizo al final del verano, cuando el cielo coru?¨¦s permite ampliar el horario y las vacaciones reducen personal. S¨®lo necesit¨® tener el o¨ªdo, el rabillo del ojo o un c¨®mplice al acecho, ir provisto de un objeto met¨¢lico f¨¢cil de ocultar (unos alicates o un destornillador) y palanquetar los sencillos anclajes de los cuadros.
La desaparici¨®n fue advertida al d¨ªa siguiente y denunciada por Jos¨¦ Torres al Gobierno Civil y a la Direcci¨®n General de Bellas Artes. El secreto invocado por ambos organismos se rompi¨® el pasado s¨¢bado con la ¨²nica nota oficial emitida hasta el momento, en la que se confirmaba la sustracci¨®n y se se?alaba que el museo provincial, que lleva dos a?os sin director, depende del Ministerio de Cultura, "aunque se encuentra en una situaci¨®n especial por su estrecha vinculaci¨®n con la Academia de Bellas Artes Nuestra Se?ora del Rosario", una instituci¨®n coru?esa que contribuy¨® a la fundaci¨®n y mantenimiento del museo y que tampoco ha elegido presidente desde el fallecimiento del anterior. La nota, que aseguraba la inminente designaci¨®n de un conservador y el refuerzo de la vigilancia, evidenciaba una nueva dependencia: la remit¨ªa el Museo Provincial de Orense.
Desasistencia
El desasistido Museo de Bellas Artes, constituido en 1922 e inaugurado 25 a?os despu¨¦s, est¨¢ instalado en un c¨¦ntrico edificio del siglo XVIII (antiguo Real Consulado del Mar, cuya biblioteca era la propietaria de los Rubens), a todas luces insuficiente y que se est¨¢ intentando desde hace a?os trasladar al adyacente convento de las capuchinas. A pesar de poseer obras de Tintoretto, Veron¨¦s, Lucas Jord¨¢n, Ribera y Goya, colecciones de grabados y de la pintura y escultura gallegas de principios de siglo, parece que la triple tutela no es suficiente para dotarlo de seguridad y vigilancia adecuadas y, en definitiva, de los medios materiales necesarios.
Babelia
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