Los cuatro v¨¦rtices de un conflictivo orden del d¨ªa

La cumbre de Ginebra tiene un orden del d¨ªa de cuatro puntos a los que las dos partes no conceden la misma importancia, y que ser¨¢n discutidos en las cuatro sesiones en que se desarrollar¨¢ el encuentro, de dos d¨ªas de duraci¨®n. Los cap¨ªtulos de la hist¨®rica reuni¨®n entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov son el control de armas nucleares, los conflictos regionales, los derechos humanos y las cuestiones bilaterales. Aunque Estados Unidos admite la importancia del control de armamentos, que la URSS coloca como tema claramente prioritario, Reagan quiere dar tanta o parecida importancia a los conflictos regionales que enfrentan a las superpotencias en Centroam¨¦rica, Asia y Africa.

Para el presidente norteamericano, la conducta "expansionista" sovi¨¦tica en Nicaragua o Afganist¨¢n es una cuesti¨®n de fondo que enturbia el di¨¢logo entre los dos pa¨ªses. S¨®lo discutiendo los motivos y las eventuales justificaciones del papel de la URSS en el Tercer Mundo, y despu¨¦s de que Mosc¨² conozca las razones de la presencia norteamericana fuera de sus l¨ªmites geogr¨¢ficos, podr¨¢ disiparse, en opini¨®n de Reagan, el recelo que bloquea el di¨¢logo entre los dos pa¨ªses. Sin admitirlo expl¨ªcitamente, Washington est¨¢ volviendo a la vieja teor¨ªa del linkage y parece vincular cualquier avance en el desarme nuclear a la conducta de Mosc¨² fuera de sus fronteras. Para otros observadores, Estados Unidos est¨¢ tambi¨¦n haciendo una nueva definici¨®n de esferas de influencia, reconociendo t¨¢citamente los intereses de la URSS en zonas como Centroam¨¦rica.La clave que puede bloquear la cumbre la tiene la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), el pol¨¦mico sistema de defensa en el espacio, con el que Reagan cree que puede proteger, con un escudo impenetrable para los misiles enemigos, a la poblaci¨®n norteamericana. Reagan ha llegado a Ginebra dispuesto a no utilizar este proyecto, cuya viabilidad es a¨²n desconocida, como instrumento de negociaci¨®n para lograr a cambio una reducci¨®n importante en el n¨²mero de misiles estrat¨¦gicos sovi¨¦ticos.

Reagan, amparado en su hist¨®rico optimismo, pretende convencer a Gorbachov de que acepte el sistema de defensa espacial, que incluso Estados Unidos compartir¨ªa, una vez desarrollado, con su adversario comunista. El presidente s¨®lo est¨¢ dispuesto a discutir con el l¨ªder sovi¨¦tico c¨®mo se realizar¨¢ el complejo per¨ªodo de transici¨®n entre el actual sistema de disuasi¨®n nuclear, basado en el ataque y, por consiguiente, la Destrucci¨®n Mutua Asegurada (MAD), y el sistema defensivo, esto es, la graduaci¨®n, de aqu¨ª a finales de siglo, de las armas ofensivas y las defensivas.

Control de armamentos

En el cap¨ªtulo de control de armamentos la ¨²nica coincidencia es la aceptaci¨®n por ambas partes de una reducci¨®n del 50% global de sus respectivos arsenales estrat¨¦gicos. Pero las dos superpotencias no emplean la misma terminolog¨ªa, llaman a las mismas cosas de distinta manera y no cuentan de la misma forma los sistemas que componen sus fuerzas nucleares. Para Paul Nitze, la oferta sovi¨¦tica trata de bloquear la SDI -legal, bajo la interpretaci¨®n norteamericana del acuerdo ABM- y es "desequilibrada y no ofrece la reducci¨®n de sistemas comparables".

Mosc¨² quiere contar como estrat¨¦gicos -y ¨¦sta es la principal cr¨ªtica de Washington- los euromisiles y los sistemas avanzados, esto es, los aviones desplegados en Europa o en portaviones capaces de llevar sus bombas nucleares hasta el territorio sovi¨¦tico.

Nitze, el principal asesor de Reagan en estos temas, afirma que la oferta sovi¨¦tica es tambi¨¦n "desestabilizadora" y trata de frenar la modernizaci¨®n estrat¨¦gica de Estados Unidos, al intentar detener el despliegue de misiles en Europa, lo que provocar¨ªa un abandono de los aliados. Un elemento positivo es la posibilidad ofrecida por primera vez por Mosc¨², de llegar a un acuerdo separa do sobre los euromisiles.

En el cap¨ªtulo de los conflictos regionales, Reagan ofreci¨® recientemente en la ONU un plan basa do en que los Gobiernos marxistas de Afganist¨¢n, Angola, Nicaragua y Etiop¨ªa negocien con los luchadores de la libertad, que se oponen a los mismos con financiaci¨®n norteamericana. Lo pondr¨¢ sobre la mesa en Ginebra, pero hay nulas posibilidades de que sea aceptado por Gorbachov que, a su vez, le hablar¨¢ al presidente de Filipinas, El Salvador o Sur¨¢frica.

Los derechos humanos ser¨¢n planteados por Reagan a Gorbachov m¨¢s silenciosamente que en otras ocasiones, pero con la misma firmeza, aseguraron fuentes del Gobierno norteamericano. "Se puede discutir esto de una manera civilizada que no enturbie la atm¨®sfera", a?adieron. El presidente basar¨¢ su argumentaci¨®n en los compromisos sobre reunificaci¨®n familiar y libre flujo de informaci¨®n aceptados por Mosc¨² en los acuerdos de Helsinki de 1975. Asimismo, insistir¨¢ en la necesidad de aumentar el n¨²mero de jud¨ªos que puedan emigrar de la URSS.

Reagan est¨¢ dispuesto a aguantar sin pesta?ear el contraataque del l¨ªder sovi¨¦tico, que se referir¨¢ a la falta de respecto a los derechos humanos en EE UU por el desempleo y la pobreza y a su teor¨ªa de que ¨¦sta es una cuesti¨®n de pol¨ªtica interna. El secretario general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) ha hecho el gesto de permitir salir de la URSS a Elena Bonner, la esposa del disidente Andrei Sajarov, y es posible que, como gesto de propaganda tras la cumbre, conceda permiso para emigrar al propio Sajarov y a alg¨²n otro disidente conocido.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo de la agenda, las cuestiones bilaterales, es el que ofrece m¨¢s posibilidades de acuerdos.