Las superpotencias discuten c¨®mo evitar su enfrentamiento directo en el Tercer Mundo
ENVIADO ESPECIAL Bloqueado el debate estrat¨¦gico por la falta de acuerdo sobre la guerra de las galaxias, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov discutieron ayer, en la ¨²ltima jornada de la cumbre de Ginebra, posibles f¨®rmulas para evitar que las guerras del Tercer Mundo provoquen un choque directo entre las superpotencias en Centroam¨¦rica, Asia, Oriente Pr¨®ximo o el sur de ?frica. Todo indica que, al igual que en la defensa en el espacio, ¨¦ste es tambi¨¦n un di¨¢lgo de sordos, ya que Reagan escoge conflictos regionales donde la conducta sovi¨¦tica es expansionista y existe presencia cubana y del Ej¨¦rcito Rojo, cuya retirada exige. En cambio, no acepta la respuesta de Gorbachov, que denuncia la injerencia norteamericana en otras ¨¢reas geogr¨¢ficas, como El Salvador o Sur¨¢frica, y el apoyo a las guerrillas anticomunistas, que para Washington son luchadores de la libertad.
Los secretarios de Estado adjuntos de Estados Unidos para Oriente Pr¨®ximo, Asuntos Interamericanos, Asia y ?frica han sido llamados a Ginebra, y hoy iniciar¨¢n viajes informativos para explicar a los aliados de Washington, en sus zonas de responsabilidad, lo discutido en la cumbre. S¨®lo el conflicto de Afganist¨¢n, donde el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico tienen comprometidos unos 120.000 hombres, podr¨ªa sufrir variaciones, aunque no en un plazo inmediato.En v¨ªsperas de esta reuni¨®n, la Uni¨®n Sovi¨¦tica reconoci¨® por primera vez ante la opini¨®n p¨²blica mundial que la guerra de Afganist¨¢n le est¨¢ costando muy cara en hombres y en material, sugiriendo que es el aut¨¦ntico Vietnam de la URSS. "Realmente, no nos hace muy felices tener tropas en Afganist¨¢n ( ... ) Sacarlas de all¨ª es uno de nuestros objetivos prioritarios", declar¨® un alto portavoz sovi¨¦tico. Este conflicto es el ¨²nico de los perif¨¦ricos en el que est¨¢ implicado directamente uno de los ej¨¦rcitos de las superpotencias, que lucha contra una guerrilla abundantemente pertrechada y financiada por Estados Unidos, con m¨¢s de 400 millones de d¨®lares (m¨¢s de 64.000 millones de pesetas) anuales.
Funcionarios norteamericanos dijeron ayer que Reagan pedir¨ªa a Gorbachov un calendario para una retirada escalonada de las tropas sovi¨¦ticas de Afganist¨¢n. A esto, el secretario general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica contest¨®, sin duda, con la petici¨®n del cese de la ayuda norteamericana a los contra, que, financiados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), tratan de derribar a los sandinistas.
La C¨¢mara de Representantes aprob¨® ayer en Washington fondos para que la contra pueda adquirir aviones susceptibles de uso militar. Gorbachov, al que no le sobra un solo rubio para apuntalar su maltrecha econom¨ªa, no se implicar¨¢ m¨¢s en conflictos regionales, pero no abandonar¨¢ tampoco a sus peones en el Tercer Mundo, dicen en Ginebra fuentes norteamericanas. Vietnam, Cuba, Nicaragua y Etiop¨ªa le cuestan a la URSS anualmente 12.000 millones de d¨®lares (casi dos billones de pesetas).
Para Mosc¨² es inaceptable el plan regional de paz que le expuso Reagan a Gorbachov en la sesi¨®n matutina de ayer. El presidente quiere que los Gobiernos de Nicaragua, Afganist¨¢n, Angola, Camboya y Etiop¨ªa, considerados soberanos y leg¨ªtimos por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, negocien con sus oposiciones respectivas para alcanzar acuerdos que posteriormente ser¨ªan garantizados por las dos superpotencias.
Aunque esta propuesta reconoce parad¨®jicamente un inter¨¦s leg¨ªtimo sovi¨¦tico en Centroam¨¦rica, el patio trasero de Washington, quebrando la doctrina Monroe de "Am¨¦rica para los americanos" la oferta es inaceptable para Gorbachov. El presidente Reagan vincula la soluci¨®n de estas crisis regionales con un cambio de la conducta sovi¨¦tica, lo que supone resucitar la olvidada doctrina del linkage (vinculaci¨®n, en la jerga pol¨ªtico-diplom¨¢tica norteamericana) a la hora de normalizar las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Washington est¨¢ utilizando este problema con el mismo car¨¢cter de condici¨®n previa con que Mosc¨² usa la defensa en el espacio para hacer avanzar el proceso de control de armamentos.
El eterno conflicto de Oriente Pr¨®ximo, cuya permanencia fue subrayada el martes por un combate a¨¦reo sirio-israel¨ª, que en un principio no estaba en el orden del d¨ªa de la cumbre, tambi¨¦n fue tratado ayer. El deseo norteamericano de conseguir una negociaci¨®n directa entre ¨¢rabes e israel¨ªes ha estimulado el inter¨¦s de la Uni¨®n Sovi¨¦tica por no quedarse fuera de este proceso y recobrar su influencia en la regi¨®n.
Conferencia internacional
La Prensa sovi¨¦tica ha reiterado estos d¨ªas que Mosc¨² no llegar¨ªa a ning¨²n compromiso con Washington en esta cumbre sobre Oriente Pr¨®ximo en perjuicio de los intereses de sus aliados ¨¢rabes. La Uni¨®n Sovi¨¦tica quisiera, sobre todo, participar en cualquier f¨®rmula de conferencia internacional que pueda convocarse para amparar el proceso de paz en la zona. Pero para ello, le recuerda Washington, como m¨ªnimo deber¨¢ restablecer las relaciones diplom¨¢t¨ªcas con Israel.
Ronald Reagan pidi¨® tambi¨¦n ayer a Mijail Gorbachov, seg¨²n fuentes norteamericanas, la asociaci¨®n de las influencias de ambos pa¨ªses para concluir con una soluci¨®n negociada de la guerra del golfo P¨¦rsico, que enfrenta a Ir¨¢n e Irak desde septiembre de 1980.
Nadie esperaba en la ciudad suiza, sin embargo, horas antes del fin de la cumbre, que esta reuni¨®n produzca un c¨®digo de conducta de los dos grandes en el Tercer Mundo que regule su competencia. Un acuerdo de este tipo fue alcanzado en 1972 por Richard Nixon y Le¨®nid Breznev, durante la visita del norteamericano a Mosc¨². El proceso de consulta, no negociaci¨®n, abierto en los ¨²ltimos meses por las dos superpotencias sobre las crisis perif¨¦ricas no ha dado resultado alguno. "La estabilidad del Norte", escrib¨ªa esta semana un comentarista suizo, "se paga con el precio de la inestabilidad cr¨®nica del Sur". Los arsenales nucleares del Norte impiden el menor movimiento, por lo que la competici¨®n contin¨²a en el sur del planeta.
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