El testimonio fotogr¨¢fico

El pasado 7 de diciembre EL PAIS publicaba en primera p¨¢gina una informaci¨®n sobre la manifestaci¨®n en Melilla de 40.000 personas a favor de la ley de extranjer¨ªa. Una foto a tres columnas, firmada por Pablo Juli¨¢, ilustraba el texto. En p¨¢ginas interiores se ampliaba la noticia con todo lujo: foto, vi?eta y texto. Jos¨¦ Antonio L¨®pez Villegas, desde M¨¢laga, hace llegar al defensor del lector su protesta. Supone que las fotograf¨ªas del peri¨®dico son "una violaci¨®n de la imparcialidad informativa". "Separando lo que es opini¨®n de informaci¨®n", a?ade, "el peri¨®dico puede expresar en sus editoriales las opiniones que estime oportunas, pero cuando se da informaci¨®n hay que mantener una l¨ªnea ¨¦tica de imparcialidad no s¨®lo en el texto sino tambi¨¦n en las fotograf¨ªas".Lorenzo Romero, editor gr¨¢fico del peri¨®dico, estima que pretendi¨®, a tenor con el texto de la informaci¨®n, sintetizar un suceso en un par de fotografias. Y concreta: "Ateni¨¦ndonos al texto de la informaci¨®n publicada por EL PAIS, que el propio lector reclamante, Jos¨¦ Antonio L¨®pez Villegas, considera objetiva, la marcha Plie para los convocantes un signo de convivencia, y para los musulmanes, la ruptura entre las comunidades asentadas. A lo largo de la informaci¨®n de ese d¨ªa y de los anteriores queda claro el distanciamiento entre los dos sectores que habitan en la ciudad de Melilla. Esa separaci¨®n entre los dos grupos es precisamente lo que sintetizan las im¨¢genes publicadas, que eran reales, no montadas, y de ese mismo d¨ªa". La decisi¨®n de publicar la fotograf¨ªa en primera p¨¢gina fue tomada en la reuni¨®n que diariamente mantiene el director del peri¨®dico con los representantes de todas las secciones del mismo. Hubo un consenso general sobre el hecho de que la foto sintetizaba perfectamente lo sucedido en Melilla de acuerdo con la informaci¨®n recibida.

Diputados en Estrasburgo

En la pasada semana, el Parlamento Europeo aprob¨® el presupuesto para la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). El enviado especial de EL PAIS, Luis Fidalgo, cubri¨® esa informaci¨®n desde Estrasburgo, y en una de sus cr¨®nicas, en la que contaba que el Parlamento Europeo hab¨ªa adoptado el presupuesto de la CEE en contra de la opini¨®n del Consejo de Ministros, se?alaba: "Sin embargo, ayer no quedaba claro -no hab¨ªa ning¨²n representante oficial espa?ol para analizar estas cifras- c¨®mo resultar¨¢ finalmente el saldo global de la aportaci¨®n presupuestaria espa?ola".

El diputado por Barcelona Joan Colom i Naval, miembro del Comit¨¦ Mixto Cortes Espa?olas-Parlamento Europeo y adscrito como observador a la Comisi¨®n de Presupuestos de ¨¦ste, ha seguido, junto a representantes de otros grupos parlamentarios, la dif¨ªcil tramitaci¨®n del proyecto de Presupuestos de las Comunidades Europeas en sesiones calificadas por ellos mismos de "maratonianas, como las del lunes d¨ªa 10 y la del martes 12 de diciembre". Joan Colom se?ala que "al producirse la votaci¨®n a que se refiere su corresponsal asist¨ªamos al plenario del Parlamento Europeo ,'en representacion oficial de las Cortes Espa?olas' Carlos Bencomo Mendoza (Grupo Mixto del Senado) y yo mismo por el Grupo Socialista". Y a?ade: "Por si esta representaci¨®n no fuera la deseada por su corresponsal, esos d¨ªas -como ha sido norma a lo largo de toda la tramitaci¨®n- asisti¨® al Parlamento Europeo una delegaci¨®n de la Misi¨®n Permanente Espa?ola ante la CEE que, en el momento del voto, estaba encabezada por Alberto Mart¨ªnez Genique". La informaci¨®n de Luis Fidalgo no era correcta por tanto, ya que s¨ª asist¨ªa a las sesiones del Parlamento Europeo una delegaci¨®n oficial espa?ola.

La polic¨ªa informa

El titular de la informaci¨®n se?alaba: "Atraco frustrado", y se daba la noticia ocurrida el pasado d¨ªa 5 en Madrid, donde tres j¨®venes fueron detenidos por haber intentado cometer un atraco en la sucursal del Banco de Bilbao del paseo de las Delicias, 116, y se a?ad¨ªa que uno de los delincuentes hab¨ªa disparado.

El texto, preparado desde la redacci¨®n por Carlos Fresneda, periodista en per¨ªodo de formaci¨®n y en r¨¦gimen de pr¨¢cticas, obedec¨ªa a una nota facilitada por el gabinete de Prensa de la polic¨ªa a ¨²ltima hora de la tarde y no pudo incluirse en la primera edici¨®n de EL PA?S y tampoco pudo contrastarse porque a esas horas no hab¨ªa nadie en el Banco. Seg¨²n el jefe de la secci¨®n de Madrid, Victorino Ruiz de Az¨²a, el gabinete de Prensa de la Jefatura Superior de Polic¨ªa ha indicado que el portavoz de turno aquella tarde cometi¨® varios errores: el intento de atraco no fue en el B¨¢nco de Bilbao, sino en el Banco de Vizcaya; el n¨²mero de la calle es el 110 y no el 116, y los disparos fueron efectuados por un agente de la polic¨ªa y no por los asaltantes. Fresneda, al redactar la noticia, no cit¨® las fuentes de la informaci¨®n, responsables de las equivocaciones, ni se?al¨® las circunstancias que impidieron contrastar los datos suministrados por la polic¨ªa con el personal de la agencia bancaria. Los redactores de la secci¨®n de edici¨®n, el jefe de secci¨®n y el redactor-jefe aprobaron, sin embargo, la redacci¨®n de la noticia. Los estudiantes en pr¨¢cticas no son redactores de pleno de derecho del peri¨®dico, y la responsabilidad exigible a ellos es inferior a la del equipo redaccional. Los errores en las informaciones de las notas policiales son, por lo dem¨¢s, frecuentes.

Marguerite Yourcenar. EL PAIS inform¨® en el pasado mes de octubre, d¨ªas 5 y 11, sobre la enfermedad que aquejaba a la escritora Marguerite Yourcenar. Posteriormente no se volvi¨® a publicar ning¨²n comentario. Desde Valencia, Isabel Serra llama quej¨¢ndose de que el peri¨®dico no ha seguido el curso de esta enfermedad. El jefe de la secci¨®n de Cultura, Juan Cruz, ha localizado a los representantes literarios de la escritora, quienes afirman que Marguerite sigue en Canad¨¢, ha superado la crisis que la llev¨® al hospital, se recupera y en la actualidad no tiene problemas de salud.

An¨®nimos. El ombudsman intenta investigar las quejas de los lectores e inicia su trabajo investigando la identidad de los que le escriben o telefonean. En algunos casos paraliza su labor cuando comprueba que los informantes se escudan en seud¨®nimos o env¨ªan datos falsos sobre su personalidad.