El estado de La Uni¨®n

Hab¨ªa pasado medio a?o desde que el cuarteto madrile?o La Uni¨®n actu¨® en las fiestas de su ciudad. "Madrid tiene mucho peso", reconoci¨® Mar¨ªo Mart¨ªnez, el guitarrista, en una reciente entrevista para Radio El Pa¨ªs. El p¨²blico, que hab¨ªa pagado 900 pesetas para casi llenar el recinto, permaneci¨® muy expectante, pero quieto y fr¨ªo durante toda la actuaci¨®n.No se puede ignorar el fen¨®meno de esta banda, cuyo ¨¦xito Lobo hombre en Par¨ªs asombr¨® a la audiencia en el a?o anterior. Estos cuatro j¨®venes, que fueron los primeros en sorprenderse y que entonces apenas dominaban los instrumentos, no se durmieron en alardes o autoalabanzas y se propusieron lograr un sonido digno y particular en vivo.

Y lo han conseguido en poco tiempo. La niebla abri¨® su recital de m¨²sica y luces muy elaboradas, de canciones lejanas del rock, por la influencia de otras maneras del pop actual. La Uni¨®n se esfuerzan en directo con un sonido limpio y admirable, pero carente de esa fuerza que se contagia m¨¢s con un repertorio rockero.

Sin vibraciones

La ayuda de Mercedes Ferrer, artista que ha relevado a La Uni¨®n en el ¨²ltimo premio musical Icaro, recientemente otorgado, fue acertada. Sus coros embellecieron las melod¨ªas, que el cantante Rafael Mart¨ªnez protagoniz¨® con su estilo introvertido y distante, quiz¨¢ algo dif¨ªcil de capturar por parte de muchos espectadores.Y la colaboraci¨®n del saxofonista Arturo Soriano, que es un rn¨²sico muy espectacular a quien se recurre continuamente en el pop espa?ol, sobresali¨®, pues fue brillante y calurosa.

La cantante es sin duda la mejor pieza del segundo disco. Por su parte, El maldito viento se not¨® en este recital con m¨¢s nitidez que en el disco gracias sobre todo a la guitarra de Mario, cuya presencia sonora en todo el repertorio habr¨ªa sido imprescindible para que los asistentes se hubieran animado m¨¢s.

El anuncio y la interpretaci¨®n de su canci¨®n c¨¦lebre tampoco inquiet¨®. El espect¨¢culo se prest¨®, m¨¢s bien a la escucha y la contemplaci¨®n tranquilas, sin vibraciones.

Los componentes de La Uni¨®n han tocado este a?o en cerca de 70 galas, repartidas por todo el territorio espa?ol e incluso por el latinoamericano, y graban con frecuencia temas que pegan y venden, como Sildavia, o la balada reciente Entreflores raras. Sin embargo, no parecen haber superado su complejo ante el p¨²blico de Madrid. No hacen aqu¨ª m¨²sica c¨¢lida o agitadora y su apuesta puede resultar algo compleja, ardua y, sobre todo, bastante arriesgada.

Por todos los s¨ªntomas, cuando act¨²a en directo, La Uni¨®n no hace la fuerza.