El t¨²nel bajo el canal de la Mancha comenzar¨¢ a ser realidad el 20 de enero
El 20 de enero pr¨®ximo, en la norte?a ciudad francesa de Lille, un jefe de Estado socialista, Fra?ois Mitterrand, de Francia, y una primera ministra conservadora, Margaret Thatcher, del Reino Unido, har¨¢n historia al anunciar urbi er orbe la construcci¨®n de un enlace fijo entre las dos orillas del canal de la Mancha.
Dentro de unos pocos a?os ya no ser¨¢ posible repetir el hist¨®rico titular del Daly Express, portavoz entonces de la Britania imperial: "El continente, aislado por la niebla en el canal". Cuando la obra magna de ingenier¨ªa est¨¦ terminada, a principios de la pr¨®xima d¨¦cada, Gran Breta?a ser¨¢ continente.Si los Parlamentos respectivos ratifican el comienzo de las obras -y no hay ninguna duda de que as¨ª ocurrir¨¢, dadas las mayor¨ªas de los actuales Gobiernos-, Mitterrand y la se?ora Thatcher pasar¨¢n a la historia como los estadistas que elim¨ªnaron la barrera del canal y, realmente, integraron plenamente, f¨ªsicamente, al Reino Unido en Europa. Los dos l¨ªderes anunciar¨¢n en una ceremonia a bombo y platillo cu¨¢l de los cuatro proyectos presentados ha sido escogido por los respectivos Gobiernos para unir las costas de Kent, en Inglaterra, y Calais, en Francia. Ninguno de los proyectos ser¨¢ financiado con dinero del contribuyente, una condici¨®n puesta por Thatcher, sino que ser¨¢ enteramente suscrito en el mercado de capitales.
La eleccion de Lille para la ceremonia oficial del anuncio tiene una clara explicaci¨®n electoralista. La ciudad est¨¢ regida por el ex primer ministro socialista Pierre Mauroy y recientemente ha sufrido un incremento del paro como consecuencia del cierre de minas y de la reestructuraci¨®n de la industria sider¨²rgica. Mitterrand pretende con su presencia en Lille reactivar la pol¨ªtica socialista con vistas a las pr¨®ximas elecciones presidenciales.
Thatcher persigue objetivos similares. El inicio de las obras previstas para el oto?o de 1987 coincidir¨¢ muy probablemente con las pr¨®ximas elecciones generales brit¨¢nicas. "Estoy ansiosa por conseguir el lanzamiento del enlace sobre el canal porque pienso que nuestra gener aci¨®n necesita hacer algo realmente excitante", manifest¨® en una reciente entrevista.
Zonas deprimidas
El coste de las obras, seg¨²n qu¨¦ proyecto de los cuatro presentado se escoja, oscila entre los 3.000 millones de libras (unos 690.000 millones de pesetas), el m¨¢s barato, y los 11.000 millones, el m¨¢s caro, si se incluyen los intereses y la inflaci¨®n. Se estima que en ambas orillas del canal las obras dar¨¢n trabajo en un momento dado a unas 75.000 personas, no solamente las implicadas en la construcci¨®n, sino aqu¨¦llas empleadas en las f¨¢bricas del deprimido norte de Inglaterra y de Escocia, a las que ser¨¢ encargada una parte sustancial de los trabajos.Precisamente, la posibilidad de revitalizar las zonas deprimidas del norte de Inglaterra y Escocia ha sido una de las razones fundamentales que han convencido a Margaret Thatcher a dar su apoyo al proyecto, despu¨¦s de que sus asesores le convencieron de que era factible encontrar el capital sufici¨¦nte en el mercado de capitales para financiar las obras. Thatcher nunca quiso hipotecar el dinero del contribuyente en una obra tan arriesgada como ¨¦sta. El entusiasmo franc¨¦s no s¨®lo est¨¢ basado en la posibilidad de creaci¨®n de puestos de trabajo, sino en poder unir Gran Breta?a a la red ferroviaria de los TGV o trenes de gran velocidad, que unir¨ªan Londres con Par¨ªs en unas tres horas y media.
Sin embargo, no todos encuentran ventajas al proyecto. Los ecologistas de Kent, condado que alberga Dover y Folkestone, dos de los puertos m¨¢s activos del canal en el tr¨¢fico con Francia, afirman que las obras, por los millones de toneladas de tierra que ser¨¢ preciso disponer, constituir¨¢n un desastre para el condado, conocido como el jard¨ªn de Inglaterra.
Aunque ambos gobiernos mantienen un total y natural secreto sobre el informe final de los t¨¦cnicos en torno a los cuatro proyectos presentados, parece que por el momento el favorito es Grupo del T¨²nel bajo el Canal. Este proyecto prev¨¦ la construcci¨®n de dos t¨²neles gemelos, unidos por un tercero de servicio. Los dos t¨²neles est¨¢n previstos ¨²nicamente para el tr¨¢fico ferroviario. En uno de ellos circular¨ªa el tr¨¢fico ferroviario propiamente dicho, viajeros y mercanc¨ªas, mientras que el otro ser¨ªa utilizado como transbordador o conmutador para transportar el tr¨¢fico de autom¨®viles. Los coches ser¨ªan transportados por vagones de ferrocarril, s¨®lo que cubiertos, y los conductores podr¨ªan escoger entre permanecer en los veh¨ªculos o pasearse por el vag¨®n. La ventaja de este proyecto, seg¨²n sus defensores, es que es m¨¢s barato que los de sus competidores, tiene una amplia financiaci¨®n internacional y la t¨¦cnica de perforaci¨®n de t¨²neles est¨¢ superprobada.
Grupo del T¨²nel bajo el Canal est¨¢ apoyado en el Reino Unido por dos de los cuatro grandes bancos, el National Westminster y el Midlands, y en Francia por la Banque Nationale de Par¨ªs y el Cr¨¦dit Lyonnais.
Quiz¨¢ el proyecto m¨¢s ambic¨ªoso sea el presentado con,el nombre de Euroruta, basado en una combinaci¨®n de puentes y t¨²neles y la construcci¨®n de dos islas artificiales en el canal, a 8,5 kil¨®metros de la costa brit¨¢nica, una, y a siete de la francesa, otra. El proyecto cuenta con la participaci¨®n, entre otros, del Barclays Bank, Trafalgarhouse, British Stell y British Telecom y General Electric, por parte brit¨¢nica, y de la Banque Paribas, Usinor, Compagnie G¨¦n¨¦ral d'Electricit¨¦ y otras, por parte francesa. Su coste elevado parece ser su principal inconveniente.
Los otros dos proyectos presentados, Europuente y Expressway, prev¨¦n la construcci¨®n de un puente colgante, el primero, y de dos t¨²neles, uno para el tr¨¢fico ferroviario y otro para el de veh¨ªculos, el segundo, aunque parecen contar por el momento con pocas posibilidades.
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