Yugoslavia nacionaliza el patrimonio de Tito para preservarlo de las reclamaciones de su viuda
La Asamblea federal yugoslava ha nacionalizado parte del patrimonio del desaparecido presidente Josip Broz Tito para salvarlo de las reclamaciones de su viuda, Yovanka Budisavljevic de Broz. Los dos hijos, Zarko y Misa, frutos de anteriores uniones de Tito, s¨®lo reclaman los derechos de autor de su padre, que ascienden a varios millones de pesetas y que tendr¨¢n que repartir con la ¨²ltima de sus cuatro compa?eras.
Los telespectadores yugoslavos no daban cr¨¦dito a sus ojos cuando el ministro yugoslavo de Justicia les explic¨® que la camarada Yovanka hab¨ªa rechazado, una a una, las seis villas que le ofrecieron para que escogiera residencia tras la muerte de Tito. Ha habido que construirle una a su gusto, que costar¨¢ 50 millones de pesetas y se alzar¨¢ frente a la residencia del embajador estadounidense.Yovanka quer¨ªa heredar vi?edos, vinos centenarios, residencias, carrozas, yates, caballos de pura raza y los cuadros de gran valor que la acompa?aron en vida de su marido. La Asamblea yugoslava le tiene asignada a la ilustre viuda la pensi¨®n m¨¢s alta de la federaci¨®n, unas 90.000 pesetas mensuales, equivalentes al sueldo m¨¢ximo, el del actual presidente.
Coches de lujo, guardaespaldas, tel¨¦fono, calefacci¨®n y servicio seguir¨ªan corriendo a cargo del contribuyente. La nueva ley est¨ªpula que Yovanka podr¨¢ quedarse con lo que estime forme parte de su ajuar y enseres personales, tapices persas, abrigos de piel y joyas de incalculable valor, en gran parte producto de regalos. "Si as¨ª lo desean, los delegados tendr¨¢n acceso a las listas", declar¨® el ministro de Justicia yugoslavo, Borislav Kray¨ªna.
De repente, la calle yugoslava descubre la ambici¨®n y el ego¨ªsmo de la que comparti¨® tres decenios con Tito. El pa¨ªs atraviesa una de las crisis econ¨®micas m¨¢s duras de Europa, con ra¨ªces en los ¨²ltimos a?os de vida del legendario presidente. La desacralizaci¨®n de Yovanka se ha convertido en la sensaci¨®n del primer lustro del postitismo para la legi¨®n de jubilados que cobra 10.000 pesetas al mes de pensi¨®n y para los millones de trabajadores que no ganan m¨¢s de 20.000 pesetas. Unos se preguntan si no estar¨¢ haciendo Yovanka de chivo expiatorio de un fardo de errores, y otros si ¨¦ste no es el principio del fin del culto a Tito.
Gente dura y radical
Yovanka BudisavIjevic naci¨® el a?o 1924 en Lika, zona serbia enclavada en la Croacia natal de Tito. Curtida por siglos de hambre y crueles guerras, la gente de Lika tiene fama de ser dura y radical. Al final de la segunda contienda mundial, Yovanka BudisavIjevic era uno de los comandantes m¨¢s bellos del ej¨¦rcito partisano, con el grado de mayor. Se cas¨® con Tito el a?o 1952 y, seg¨²n ciertas versiones, hizo, ya de casada, estudios de Historia del Arte.En¨¦rgica pero afable, era el puntal de la pompa oficial que siempre rode¨® a su marido. No les era f¨¢cil al servicio ni a los colaboradores de Tito trabajar con ella. Pero ten¨ªa fama de eficaz. Y lo supervisaba todo. En una ocasi¨®n descubri¨® junto a la cama destinada a Gamal Abdel Nasser una lata de zumo de naranja israel¨ª, pocos minutos antes de que el presidente egipcio llegara en visita oficial a Yugoslavia.
Conforme Tito envejec¨ªa, Yovanka cobraba protagonismo y empezaba a tomar parte activa en la pol¨ªtica, llevada de sus ideas, seg¨²n cuentan, excesivamente proserbias y poco favorables a los croatas. En una discusi¨®n de Yovanka con los colaboradores m¨¢s pr¨®ximos del presidente, Tito tom¨® partido por ¨¦stos y su esposa desapareci¨® de la vida p¨²blica a ra¨ªz del viaje del primer mandatario yugoslavo a China el a?o 1977. S¨®lo reaparecer¨ªa tres a?os despu¨¦s, envuelta en llanto, al pie del catafalco de su marido.
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