Los cuestionarios

La posibilidad de que la aplicaci¨®n de determinado cuestionario en pruebas de acceso a cuerpos de seguridad vulnere a la Constituci¨®n ha abierto un interesante debate. Vale la pena recordar que toda informaci¨®n sobre la vida privada de un individuo, sobre sus creencias religiosas y sobre sus comportamientos sexuales, una vez registrada en un soporte permanente, es susceptible de ser utilizada contra el propio individuo, aun cuando tal informaci¨®n se encuentre bajo la custodia de un profesional competente y honesto.A m¨ª no me parece "imprudente" que profesores de Derecho "opinen acerca de un instrumento t¨¦cnico de otros profesionales". La t¨¦cnica no es s¨®lo t¨¦cnica; y para opinar sobre cuestiones t¨¦cnicas lo relevante no es poseer t¨ªtulos, sino criterio. No se puede convertir la profesionalidad en un mito ni los temas m¨¢s propios de una profesi¨®n en un coto. Tampoco el argumento de que "est¨¢ reconocido por todo el mundo y avalado por un volumen de investigaciones realmente impresionante", referido a un cuestionario de personalidad, parece muy s¨®lido. Nunca se puede olvidar qui¨¦n paga y para qu¨¦.

Y conviene tambi¨¦n tener presentes las frases que, ¨ªr¨®nicamente, J. Mc. Knight, en Profesiones inhabilitantes, pone en boca de ciertos profesionales: "Nosotros necesitamos resolver sus problemas". "Nosotros necesitamos decirles cu¨¢les son esos problemas". "Nosotros necesitamos tratar esos problemas en nuestro lenguaje". "Nosotros necesitamos que ustedes respeten nuestr satisfacci¨®n con nuestro propio trabajo".-