Gary Hart centra sus ambiciones pol¨ªticas en llegar a la Casa Blanca en 1988
El senador por el Estado norteamericano de Colorado Gary Hart, de 49 a?os, anunci¨® el s¨¢bado que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en las legislativas del pr¨®ximo 4 de noviembre. Seg¨²n los observadores, la decisi¨®n de centrar sus energ¨ªas en las elecciones presidenciales de 1988 y la renuncia a las mismas efectuada el pasado mes por el senador Edward Kennedy convierten a Hart en el favorito de los candidatos -entre los que tambi¨¦n figura el gobernador de Nueva York, Mario Cuomo- para la pr¨®xima nominaci¨®n presidencial dem¨®crata.
"Puesto que estoy jugando un papel para ayudar a avanzar a nuestro partido y nuestro pa¨ªs hacia el futuro, no voy a ser t¨ªmido en mi plan", declar¨® Hart el pasado s¨¢bado. "?Significa ello que todav¨ªa estoy interesado en ser presidente? S¨ª", a?adi¨®.Gary Hart se convirti¨® en 1984 en el candidato sorpresa para la nominaci¨®n dem¨®crata al derrotar inesperadamente en numerosas elecciones primarias y caucuses al gran favorito, Walter Mondale. Hart, que irrumpi¨® como un peligroso adversario al obtener una sonada victoria en las elecciones primarias de New Hampshire el 28 de febrero de 1984, fue luego derrotado en la convenci¨®n dem¨®crata de San Francisco de julio del mismo a?o al obtener s¨®lo 1.249 delegados, frente a los 2.075 logrados por Mondale.
El senador por Colorado se present¨® entonces como el s¨ªmbolo de una nueva generaci¨®n, frente a los "intereses de grupo" que, seg¨²n ¨¦l, representaba Mondale, quien cont¨® con el apoyo de la mayor¨ªa de senadores y congresistas, de l¨ªderes como el senador Edward Kennedy, del aparato pol¨ªtico del partido y de la importante central sindical AFL-CIO.
Las 'nuevas ideas' de Hart
El ¨¦xito de Hart se bas¨® en su mejor imagen televisiva frente a Mondale, en una campa?a directa de corte kennedyano y, sobre todo, en la imagen de regenerador del Partido Democr¨¢ta, que capt¨® a buena parte del electorado joven de EE UU. Su plataforma pol¨ªtica fueron sus famosas nuevas ideas, una mezcla de prop¨®sitos poco convencionales y principios liberales."Algunos grupos de influencia no aceptan mi independencia, que pienso mantener siempre", afirm¨® el s¨¢bado Hart. En una entrevista publicada el domingo en el diario The Wall Street Journal, Hart dijo: "Nunca he considerado la pol¨ªtica como una carrera, sino como un per¨ªodo interino en mi vida".
El renunciar a un posible tercer mandato de seis a?os como senador permitir¨¢ a Gary Hart centrar todas sus energ¨ªas y actuar con mayor libertad en la pr¨®xima campa?a presidencial. Adem¨¢s, esta decisi¨®n tambi¨¦n le beneficiar¨¢ econ¨®micamente, ya que le supondr¨¢ el ahorro de al menos un mill¨®n de d¨®lares (m¨¢s de 156 millones de pesetas), que es lo que se calcula le costar¨ªa la campa?a para senador. Hart a¨²n debe 3,5 millones de d¨®lares por los gastos de su campa?a para la nominaci¨®n presidencial dem¨®crata en 1984.
Los observadores consideran tambi¨¦n que Hart no pod¨ªa contar con seguridad con la victoria en las elecciones legislativas de Colorado, y una derrota en noviembre de 1986 habr¨ªa supuesto una publicidad negativa de cara a las pr¨®ximas elecciones presidenciales.
Por otra parte, seg¨²n un sondeo realizado por el diario estadounidense The New York Times y la cadena de televisi¨®n CBS, el 68% de los norteamericanos aprueba la gesti¨®n del presidente Ronald Reagan. Ello constituye un nuevo r¨¦cord en la popularidad de Reagan, que se aproxim¨® a este ¨ªndice en 1981, poco despu¨¦s de sufrir un atentado, cuando el 67% de los encuestados se declararon favorables al presidente.
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