El Barcelona encontr¨® poca resistencia en el CAI
Partido para olvidar cuanto antes. La presencia en las gradas de numerosos seguidores del f¨²tbol, pero desconocedores del baloncesto, cre¨® un clima tenso. A falta de algunos minutos para el final, las gradas se quedaron sermivac¨ªas. Los jugadores gesticularon m¨¢s de la cuenta y los incidentes se sucedieron a lo largo de todo el encuentro.. Las luchas De la Cruz-Aleksinas y D¨ªaz-Crespo sobresalieron por encima de las dem¨¢s escaramuzas. Con el marcador sentenciado y a falta de escasos segundos, todav¨ªa se repart¨ªa m¨¢s le?a que en una serrer¨ªa. El m¨¢s inexperto, el j¨²nior Xavier Crespo, acab¨® llorando al regresar al vestuario.La mala defensa del CAI decidi¨® el resultado. Los jugadores de Manuel Comas no pudieron aprovechar la carga de faltas personales que arrastraron los barcelonistas desde los primeros minutos. Al descanso se lleg¨® con 56-39 despu¨¦s de que el Barcelona hubiera llegado a los 20 puntos de ventaja. La defensa zonal que tuvo que implantar el equipo de A¨ªto Garc¨ªa Reneses, para protegerse de las faltas, permiti¨® cierta comodidad ofensiva al CAI en el segundo per¨ªodo, pero la compensaci¨®n ven¨ªa por la debilidad defensiva de los aragoneses.
En medio del desbarajuste general se hicieron evidentes dos consideraciones importantes. Wiltjer no anot¨® su primera canasta hasta cuatro minutos antes del final y en los primeros 20 minutos s¨®lo captur¨® dos rebotes. Y, lo que es m¨¢s preocupante, la baja forma del base Jos¨¦ Luis Llorente, en cuyas manos estaba la direcci¨®n de la selecci¨®n espa?ola hace escasos meses y que parec¨ªa el jugador con el puesto m¨¢s asegurado para el pr¨®ximo Mundial, est¨¢ hundido para mal de su equipo y del baloncesto espa?ol.
En el escaso bagaje positivo del encuentro, un tap¨®n de Mark Smith que merece la creaci¨®n de una nueva clasificaci¨®n que refleje los supertapones como el que puso anoche, volando muy por encima del aro.
El premio a la elegancia en un partido tan brusco fue para Epi, que anot¨® una canasta exquisita despu¨¦s de fintar a dos jugadores sin levantar los pies del suelo. Sus dos oponentes salieron despedidos ante los quiebros sucesivos del internacional espa?ol.
La emoci¨®n, pues, no presidi¨® los momentos finales, lo que permiti¨® al Barcelona jugar un partido hasta cierto punto c¨®modo con vistas a afrontar lo que puede ser el choque definitivo en sus aspiraciones europeas. El martes acude a la cancha del Scavolini dispuesto a asegurar su primer puesto en el grupo B de la Recopa.
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