En memoria de Tierno Galv¨¢n

Madrid se ha despertado hoy sin ti. Hab¨ªa como un silencio o, por lo menos, yo lo sent¨ªa.No era menester que nos dejaras. Mi pueblo, el pueblo de Madrid, est¨¢ hoy hu¨¦rfano. Hu¨¦rfano de tu presencia, de tu voz, de tus palabras, de tu divina inteligencia, de tu mesura, de tu paz.

Te o¨ª decir, en algunas ocasiones, que cuando el cerebro est¨¢ trabajando es como si se desprendiera del resto del cuerpo. Y por eso las personas que lo utilizan viven m¨¢s. En tu caso no ha sido as¨ª. El tren de la vida en el que viajabas se ha parado demasiado pronto. Te ha dejado en una estaci¨®n demasiado cercana. No era menester que eso sucediera.

Esta ma?ana Madrid estaba triste y tambi¨¦n estaban tristes las librer¨ªas, las bibliotecas, la Universidad. Los libros, que tanto amaste, siguen ah¨ª. Son el canto a la esperanza. Abiertos para que nos enriquezcan a todos. A los que te quisimos nos diste algo m¨¢s que tu presencia, aprendimos a amar lo que t¨² amabas.

Por todo eso no era menester que nos dejaras. Madrid est¨¢ de luto, y mi coraz¨®n tambi¨¦n. Espero que desde ese cielo agn¨®stico veas a tu Madrid. Y nos eches una mano. Te necesitamos. Adi¨®s, mi querido, mi viejo profesor-