Una oposici¨®n activa y de amplio espectro ideol¨®gico
JOS? MARIA DIAZ, Las reticencias a la posici¨®n de Dinamarca en la Comunidad Europea han sido constantes desde el mismo momento del ingreso de este pa¨ªs n¨®rdico en la CE, aprobado en refer¨¦ndum en 1972.
Aparte de los partidos a la izquierda de la socialdemocracia -Socialista Popular y Socialistas de Izquierda-, la oposici¨®n a la reforma de la CE est¨¢ representada por una organizaci¨®n que incluye elementos de las m¨¢s variadas ideolog¨ªas, el Movimiento Popular contra la Comunidad Europea (Folkebevaegelsen Mod EF).
Este grupo, que cuenta incluso con representaci¨®n en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, goza de gran popularidad, sobre todo entre los j¨®venes, y ha ejercido una influencia creciente sobre las bases del Partido Socialdem¨®crata que, si bien hace a?os era claramente partidario de la Comunidad Europea -gobernaba cuando se produjo el ingreso de Dinamarca-, ha adoptado, sin embargo, una posici¨®n cada vez m¨¢s ambigua sobre la cuesti¨®n. Han llegando, incluso, a reconocer la existencia en sus filas de un ala favorable a la Comunidad y otra esc¨¦ptica. Incluso se han producido algunas deserciones hacia el Movimiento contra la Comunidad Europea.
Compromiso interno
El compromiso interno socialdem¨®crata, que ahora ha desembocado en el rechazo al paquete comunitario, consiste en aceptar el statu quo con la Comunidad Europea y oponerse a cualquier innovaci¨®n en el Tratado de Roma. Que la soluci¨®n no es satisfactoria lo demuestra el hecho de que alg¨²n miembro de la socialdemocracia no respet¨® el martes la disciplina de voto del partido, mientras que otros declaraban abiertamente haber votado en contra de sus convicciones.
La divisi¨®n se extiende igualmente a los sindicatos (LO), aqu¨ª mayoritariamente socialdem¨®cratas. Aunque la postura final coincidi¨® con la del partido, el debate precedente revel¨® la existencia de grandes divergencias. Y en unas declaraciones recientes, un portavoz advirti¨® a sus miembros contra los peligros de la propaganda del Movimiento contra la Comunidad y su presumible intenci¨®n de pescar en el r¨ªo revuelto de la campa?a del refer¨¦ndum que se avecina.
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