V¨ªa libre al refer¨¦ndum

LA VANGUARDIAEl presidente Gonz¨¢lez "no contempla" una oposici¨®n mayoritaria a su pregunta. Pero tampoco puede negar que la respuesta negativa puede producirse, en cuyo caso ha confirmado que Espa?a saldr¨ªa de la OTAN. En esa eventual coyuntura, corre la pol¨ªtica espa?ola un peligro todav¨ªa mayor: la contradicci¨®n entre la decisi¨®n casi un¨¢nime del Parlamento y la que se desprender¨ªa de la voluntad emitida. La imagen del sistema democr¨¢tico espa?ol sufrir¨ªa en tal caso un enorme da?o. La democracia espa?ola podr¨ªa entrar en crisis. Tan es as¨ª que no sorprende el entusiasmo que en la campa?a antiOTAN evidencia buena parte de las fuerzas empe?adas en la misma, de neta tendencia autocr¨¢tica. Prosovi¨¦ticos y viejos falangistas hacen ya causa com¨²n. Se dibuja una coincidencia entre extremistas y radicales de izquierda y de derecha postulando el no, favorecidos adem¨¢s por la actitud abstencionista que patrocina el Grupo Popular. Este ¨²ltimo persigue un sonado fracaso socialista que devuelva el poder a las fuerzas pol¨ªticas conservadoras. ( ... )Temeraria apuesta la de Felipe Gonz¨¢lez. Se juega no s¨®lo el porvenir de su partido, sino el poner en entredicho al Parlamento y, con ello, el mismo cr¨¦dito de la m¨¢xima representatividad, apoy¨¢ndose en una valoraci¨®n ¨¦tica y en unos datos estad¨ªsticos que aseguran que el 70% de los electores espa?oles reclama ser consultado, con unos pron¨®sticos optimistas que le dan ganador. Pues bien, la impresi¨®n general es que el Gobierno, con los votos afirmativos que pueda arrancar de sus propios electores, muy dif¨ªcilmente puede ganar el refer¨¦ndum. ( ... )

Por eso mismo, dejando ya de lado cuanto se ha dicho y se ha dejado de hacer en esta compleja y confusa pol¨¦mica pol¨ªtica, aconsejamos a los lectores potenciales que reflexionen con calma sobre este grave asunto y sus imprevisibles derivaciones y decidan por ellos mismos, por encima del juego pol¨ªtico y de algunas recomendaciones que antes parecen obedecer a intereses de partido, con vistas a las elecciones generales, que a los intereses del pa¨ªs. Las actitudes abstencionistas pueden ser comprensibles, pero, teniendo en cuenta el fervor de los que apuntan a hacer mella en el sistema y en la integraci¨®n espa?ola al grupo de naciones m¨¢s avanzadas de Occidente, no compartimos la idea de un boicoteo a la consulta. La convocatoria, siendo ya un hecho -nos atenemos al hecho mismo, no a su discutible gestaci¨®n-, y consecuentes con el convencimento de que formar parte de esa comunidad de naciones y participar en sus afanes en todos sus aspectos es del inter¨¦s de la colectividad espa?ola, requiere una respuesta afirmativa.

Ganar el refer¨¦ndum es importante no s¨®lo para el Gobierno; lo es para nuestro futuro. Gan¨¢ndolo, el presidente Gonz¨¢lez no podr¨¢ atribuirse un m¨¦rito exclusivo, porque buena parte del ¨¦xito se lo deber¨¢, en todo caso, a electores que no figuran entre sus seguidores. Tambi¨¦n es cierto, no obstante, que alg¨²n m¨¦rito tendr¨¢: el de haber convencido a una parte de sus electores de lo bien fundado de su rectificaci¨®n. De un cambio en redondo que ha tenido que afrontar y que le honra. Y que de ninguna manera justifica la inconsecuencia de algunos de sus cr¨ªticos, conertidos hoy al abstencionismo.

6 de febrero