Esencia torera escarchada
Los novillos salieron buenos y los novilleros les perfumaban con gotas de esencia torera, a ratos. Eran gotas de esencia escarchada porque Valdemorillo baj¨® su temperatura y lo congelaba todo; hasta las gotas de esencia. S¨¢nchez Cubero perd¨ªa los enga?os con la facilidad del sabio que se deja olvidado el paraguas, y la afici¨®n lo atribu¨ªa a que ten¨ªa las manos congel¨¢s. La afici¨®n sab¨ªa de qu¨¦ iba aquello porque tambi¨¦n ten¨ªa las manos congel¨¢s; y la boina. Ven¨ªan furiosas rachas de viento polar y la afici¨®n, al grito de "?Ah¨ª vaaa!", escond¨ªa las cabezas en las zamarras. Para el segundo toro lleg¨® el aguanieve, y para el tercero cay¨® la noche.Es decir, que Valdemorillo era Alaska. Y, sin embargo, los novilleros le dieron ambiente taurino cuando a ratos escarchaban gotas de esencia sobre la nobleza de los novillos. Hasta Miguel Bienvenida las escarch¨®, a pesar de que no cuaj¨® faenas. Hab¨ªa expectaci¨®n por ver a este debutante, ¨²ltimo v¨¢stago de la dinast¨ªa que custodia los m¨¢s puros valores de la tauromaquia. Para muchos, la expectaci¨®n qued¨® defraudada; en cambio otros le apreciaron los detalles inconfundibles del toreo de escuela.
Plaza de Valdemorillo
7 de febrero. Cuarta de feria.Novillos de Ignacio P¨¦rez Tabernero, nobles. Sese?a, oreja; oreja y dos vueltas; S¨¢nchez Cubero, oreja en los dos. Miguel Bienvenida, palmas en los dos.
Los rasgos de la casta torera del Papa Negro, fundador de la dinast¨ªa, alcanzan la tercera generaci¨®n. El nieto Miguel no ten¨ªa asimilado ayer c¨®mo es el comp¨¢s y el ritmo del toreo al natural, ni se acoplaba con los novillos. No obstante, en la enjundiosa forma de arquear la pierna y echar el capote abajo para recibirlos, en la t¨¦cnica con que instrumentaba los ayudados, en la inspiraci¨®n para intercalar pases de repertorio, hasta en el tono de los desplantes, desvelaba su torer¨ªa, la que gen a gen transmiti¨® el abuelo genial, para mayor gloria de la tauromaquia contempor¨¢nea.
Quiz¨¢ ayer en Valdemorillo alcanz¨® Miguel Bienvenida los l¨ªmites de su capacidad, que se queda en esos detalles testimoniales. O quiz¨¢ lo que le falta es placearse, porque no est¨¢ placeado en absoluto. En cambio, sus compa?eros s¨ª est¨¢n placeados. A esos no hay quien los placee: se placean solos. Dos fieras -con perd¨®n- son Sese?a y S¨¢nchez Cubero cuando les sale el novillo bueno, y no dan cuartel a nadie. Como tal era el caso, ambos torearon bien. Es cierto que habr¨ªan podido hacerlo mejor; pero no es menos cierto que ser¨ªa irresponsable pedirle florituras a un torero congelado.
Sese?a se estiraba para depurar las suertes, que no ligaba. S¨¢nchez Cubero salpicaba esencias escarchadas en el transcurso de faenas interminables, y repet¨ªa, una vez m¨¢s, la gran virtud y el gran defecto que acusa siempre; pues tiene el don de convertir en exquisitez el toreo, al tiempo que carece del sentido de la medida cuando se pone a pegar pases. Con z¨® y mojcas seguramente habr¨ªan dado una gran tarde de toros. Ya surgir¨¢ la ocasi¨®n. El sol y las moscas est¨¢n a punto y s¨®lo esperan a que pase la borrasca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.