Canje de esp¨ªas
Lo m¨¢s destacable del intercambio de prisioneros efectuado en el puente Glienicke de Berl¨ªn no es el hecho en s¨ª de su celebraci¨®n, ya que otros esp¨ªas o condenados pol¨ªticos han sido canjeados anteriormente entre el Este y el Oeste, incluso en este mismo escenario hace tan s¨®lo unos meses y en mayor n¨²mero.El hecho de que en esta ocasi¨®n se metan en un mismo saco a agentes de informaci¨®n de mayor o menor calibre y a una de las figuras prominentes del movimiento disidente en la URSS tampoco deber¨ªa sorprendernos. Con anterioridad a Charanski, personas como Alexandre Guinzbourg y Edouard Kouznetsov fueron canjeadas por esp¨ªas sovi¨¦ticos. ( ... )
Estos antecedentes no deber¨ªan incitar a los partidarios de los derechos humanos del mundo a cantar victoria, ni a ver como una concesi¨®n importante el gesto hecho por Gorbachov de cara a la opini¨®n occidental. Anatoli Charanski es sin duda el primer disidente sovi¨¦tico importante liberado en siete a?os. Pero este retorno a las pr¨¢cticas de Breznev tras el inmovilismo de estos ¨²ltimos a?os tampoco se puede considerar un adelanto si se tiene en cuenta que el ¨²nico crimen de Charanski fue el querer emigrar a Israel y establecer contacto con extranjeros. ( ... )
Tambi¨¦n se observa que a la vez que se soluciona el caso m¨¢s conocido de la disidencia jud¨ªa se confirma el callej¨®n sin salida en que se encuentra el otro padre de la disidencia, Sajarov, a quien Gorbachov ha excluido de cualquier medida de clemencia. ( ... )
Y est¨¢n todos los dem¨¢s los que siguen encerrados en las celdas sovi¨¦ticas, los centenares de disidentes menos conocidos que pagan con toda clase de represiones y medidas vejatorias el crimen de pensar de otra manera. ( ... )
Lo m¨¢s sorprendente del intercambio del martes es, sin duda, la publicidad que se ha dado al caso, no por los occidentales, sino por las autoridades comunistas, que han roto sus costumbres y han alertado a la Prensa con todo tipo de filtraciones preparadas durante las ¨²ltimas semanas.
Par¨ªs, 12 de febrero
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.