Un pensador en busca de la verdad
Krishnamurti, el pensador-fil¨®sofo y profundo psic¨®logo humanista, conocido mundialmente, y p¨²blicamente casi ignorado en nuestro pa¨ªs, falleci¨® en Ojai (California, EE UU) el pasado d¨ªa 17, rodeado de unos cuantos amigos muy adictos a su persona y a sus ense?anzas, a la edad de 90 a?os.Krishnamurti naci¨® en la India, hijo de padres encuadrados en una de las castas tradicionales de aquel pa¨ªs. Fue educado por personas destacadas en los campos de las ciencias espirituales y fraternales, residentes en Madr¨¢s (India), y cuando lleg¨® a la adolescencia, sus tutores le subvencionaron su formaci¨®n en Inglaterra.
Despu¨¦s de la terrible experiencia del fallecimiento de su querid¨ªsimo hermano, sufri¨® una profunda depresi¨®n que finalmente le condujo a la liberaci¨®n mental y moral de sus sufrimientos, lo que le ocasion¨® el descubrimiento por s¨ª mismo, de la verdad m¨¢s cercana al ser humano, la que halla las causas y las ra¨ªces que originan los efectos, tan enigm¨¢ticos para todo ser viviente. Y trat¨® de liberarse de los condicionamientos heredados, porque el pasado est¨¢ muerto.
Dedic¨® todo el resto de su vida, hasta muy recientemente, a indicar los caminos liberadores que hay que seguir personalente y no por parte de los dem¨¢s. Porque las propias experiencias parece que son las ¨²nicas que nos ense?an positivamente. Lo dem¨¢s es vivir de prestado por las experiencias ajenas, seg¨²n afirma.
Durante m¨¢s de 50 a?os viaj¨® a todos los continentes, dando conferencias y charlas, que han sido editadas y traducidas a todos los idiomas importantes del mundo, por editoriales de diversos pa¨ªses, incluido el nuestro. O sea, que la siembra de sus ense?anzas podr¨¢ seguir para aquellos que sientan ansias de algo m¨¢s que la materialidad de la vida f¨ªsica -que origina tantos conflictos y luchas violentas-, as¨ª como la vida de todos los reinos de la Naturaleza. Krishnamurti estuvo a punto de venir a Espa?a en el a?o 1936, pero no pudo hacerlo, como estaba previsto, por causas pol¨ªticas.
La s¨ªntesis de sus ense?anzas se basa en el conocimiento propio de todo ser, que desea conocer m¨¢s profundamente las causas que originan todo lo positivo y todo lo negativo que genera el ser humano.
Educaci¨®n integral
Parece claro pues, que todo lo que se produce externamente en la vida particular y colectiva humana, es producto de lo que genera lo que est¨¢ dentro de cada ser. Y en cambio, siempre confiamos m¨¢s en lo que est¨¢ fuera que en lo que est¨¢ dentro, que es la causa primera. Y confiamos en la pol¨ªtica, en las religiones, en las filosof¨ªas y las sectas, para que nos liberen de nuestros problemas particulares y colectivos. Y con esta actitud los problemas no se resueb¨ªen.
El conocimiento propio ha sido pues el caballo de batalla del mensaje de Krishnamurti. Y su profundo conocimiento de la psicolog¨ªa humana -ya que trat¨® a much¨ªsimas gentes a las que conoci¨® en sus periplos- le descubri¨® muchos secretos del por qu¨¦ de tantos enigmas del proceder particular y colectivo de la humanidad. Su amor y su deseo de ayudar a la humanidad le incit¨® a su esfuerzo viajero y de conferenciante mundial, para transmitir el fruto de sus indagaciones y realizaciones. Krishnamurti afirm¨® que s¨®lo el recto pensar puede conducir a la Paz personal y mundial.
Krishnamurti, deseando unir la teor¨ªa a la pr¨¢ctica, fund¨® var¨ªas escuelas en la India, en California y la m¨¢s importante en Gran Breta?a, dedicadas a la educaci¨®n integral del ser humano, que consiste en la instrucci¨®n necesaria para la vida material y la educaci¨®n que forma internamente los valores morales humanos para una convivencia armoniosa y pac¨ªfica personal y mundial. Un simil de las Escuelas Pitag¨®ricas de la antigua Grecia, que fueron modelo de seres humanos para su tiempo y las posteriores, que siguieron sus normas. El empe?o de Krishnamurti en hacemos part¨ªcipes de sus ense?anzas es y ser¨¢ agradecido por todos los que hemos sido part¨ªcipes de sus dones.
Babelia
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