Los jud¨ªos de patria espa?ola
El Ateneo de Madrid ha tenido la iniciativa de dedicar, en su ciclo de cursos y conferencias, un homenaje al cine-club de La Gaceta Literaria (1928-1931), con intervenciones m¨ªas como fundador y de Alberti G¨®mez Mesa, revisando a Man Ray, Desnos, L¨¦ger, Ren¨¦ Clair, Picabia, Eisenstein, Murnau y m¨¢s precursores. Y se hubiese ampliado a otra producci¨®n m¨ªa (tras Esencia de verbena y Noticiario del cine-club) hoy de enorme actualidad: Jud¨ªos de patria espa?ola (1931) en la Europa oriental, cuando fui enviado por nuestro Ministerio de Exteriores para iniciar la reintegraci¨®n que acababa. de cumplirse. Pero el secretario del Ateneo, Se?or Gonz¨¢lez, estim¨® que deb¨ªa ofrecerse en un acto quiz¨¢ presidido por el ministro Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y la comunidad sefard¨ª.Esa revisi¨®n del sefardismo en la Europa oriental fue iniciada por un art¨ªculo admirable de Am¨¦rico Castro: Jud¨ªos, en el cual predec¨ªa la actual reintegraci¨®n con el mismo cantar de entonces: "?Los jud¨ªos, a enfardelar, que mandan los reyes que pas¨¦is la mar!". Se inici¨® as¨ª, 1 de enero de 1921, en La Gaceta Literaria una gaceta sefard¨ª que hubiera alborozado al precursor don Emilio Castelar tras haber logrado en 1869 que la Constituci¨®n los admitiese, entrando los primeros por 1881. M¨¢s tarde, en 1919, se fundar¨ªa en Madrid la Casa Universal de los Sefard¨ªes, con pol¨ªticos colaboradores como Maura y Romanones. Pero la avalancha de retorno y tr¨¢nsito ser¨ªa tras esta ¨²ltima guerra europea. La actual comunidad re¨²ne unos 12.000. Con un centro de estudios judeo-cristianos (1969) y una congregaci¨®n de religiosas Nuestra Se?ora de Si¨®n, preparando lo que denomin¨® Samuel Toledano, secretario general de la Federaci¨®n de Comunidades Israel¨ªes de Espa?a, "la integraci¨®n de los jud¨ªos en la comunidad espa?ola, quedando el odio en el pasado".
Pero volviendo a lo iniciado el 1 de enero de 1927 con el art¨ªculo de Castro, lo que pretend¨ªamos era una previa campa?a cultural, cuyas consecuencias pol¨ªticas vendr¨ªan por s¨ª solas, recogiendo testimonios, como los perdurables en la Europa oriental, y que tuvo un visitante precursor m¨ªo, el doctor ?ngel Pulido, republicano y senador castelarino que viajara por esa Europa hacia 1883, "donde se hablaba un castellano rar¨ªsimo pero desigualmente inteligible". Hac¨ªa 1930 realiz¨® su segundo viaje, en el que conoci¨® al rabino Enrico Bejarano, de Bucarest, y que yo lueg¨® amistar¨ªa regal¨¢ndome un manuscrito de refranes que a¨²n conservo. Por entonces es cuando Pulido (1905) publicar¨ªa sus Espa?oles sin patria, que me inspirar¨ªa mi documental Jud¨ªos de patria espa?ola, puesto que sus padres fueron hispanos. Y as¨ª lo estimaron cuantos sefard¨ªes vieron mi filme, entre ellos los de la comunidad de Nueva York, estando presentes el embajador Areilza y el oftalm¨®logo Castroviejo. Tambi¨¦n lo envi¨¦ a la sinagoga de Amsterdam, sobre la que hice un documental televisivo.
Por tanto, lo que se inici¨® el 1 de enero de 1927 en La Gaceta Literaria con los Jud¨ªos, de Castro, es lo que desde ese mismo n¨²mero fuimos tambi¨¦n precursores admitiendo textos de cada lengua hisp¨¢nica, incluyendo la sefard¨ª.
Y no por alarde de liberalidad ling¨¹¨ªstica, sino por no temer la concurrencia de las otras hablas hispanas. Trayendo la Exposici¨®n del Libro Catal¨¢n a Madrid y la visita de los intelectuales castellanos a Barcelona. La Gaceta publicaba textos portugueses, gallegos, vascos, valencianos, y Guillermo de Torre acometi¨®, frente a su futuro cu?ado Borges, hacer de Madrid el meridiano intelectual de Hispanoam¨¦rica.
Por tanto, con lo sefard¨ª no pod¨ªamos dejarlo en fitologismos, sino ir hasta este fondo que acaba de tocar en Espa?a.
Pero antes de rese?ar mi labor en la Europa oriental, aludir¨¦ a los colaboradores que redactaban una Gaceta Sefard¨ª dentro de la total. As¨ª, M¨¢ximo Jos¨¦ Kahn, que me lo present¨® Ortega en la Revista de Occidente, noticiador de libros y de vestigios sefard¨ªes en Espa?a. Jos¨¦ Mar¨ªa Millas Vallicrosa, magn¨ªfico hebra¨ªsta; el escritor muy querido Max Aub; el doctor Sa¨²l M¨¦zan, de Bulgaria, un sosias de Mara?¨®n al que envi¨¦ su retrato. El especialista Bernadette, el doctor Bandelac de Pariente, Lewinsky, Ehrenburg, Fox¨¢, Abraltam Kapon, Helfant el rumano, Scholam Alejhem, cuya Boda sin m¨²sica traduje del alem¨¢n; Benjam¨ªn Jarn¨¦s, que escribi¨® sobre Maim¨®nides. Cuando nuestra publicaci¨®n pas¨® a la CIAP (Compa?¨ªa Iberoamericana de Publicaciones), su presidente Bauer, emparentando a los Rothschild, desenvolvi¨® a¨²n m¨¢s el sefardismo. Pero vayamos ahora a la Europa oriental. (No sin recordar que Baroja, al que entrevist¨¦ sobre los jud¨ªos, me reconoci¨® representar para mi generaci¨®n lo que Unamuno y Ortega para las suyas, como consta en el volumen VII de sus obras completas.)
No pod¨ªamos hacer una Gaceta sedentaria esperando colaboraciones por correo. Hab¨ªa que descubrirlas, visitar autores, exposiciones, revelar innovaciones. As¨ª logr¨¦ mi Circuito imperial. 12.302 kil¨®metros de literatura, recorriendo Francia, B¨¦lgica, Holanda, Alemania, Italia, Inglaterra, estando a punto de llegar a Rusia, cuya revista se llamaba tambi¨¦n Gaceta Literaria. Fruici¨®n de la geograf¨ªa llam¨¦ a aquel viaje. Qu¨¦ gozo abrazar a hispanistas holandeses como Van Dam, Geers, Van Praag; alemanes como Gamillscheg, Curtius, Vossler, Meyer Lubke, Hatzfeld; la nueva pintura belga; tertulias italianas como Bagutta, la voce de Malaparte; en Par¨ªs me retrat¨® Man Ray y me comentaron Cassou y Mathilde Pom¨¦s... Pero vayamos tras los sefard¨ªes de Oriente Pr¨®ximo.
Aparte de otros vestigios, a que ya he aludido, conservo el informe que redact¨¦ para el Ministerio de Exteriores y que acaba de fotocopiar, como de gran inter¨¦s, la doctora yugoslava Xrinka Vidakovic Petrov.
Informe que fue resultado de otro anterior con propuestas m¨ªas y que en este de julio de 1931 quedaron realizadas: "Exposiciones del libro espa?ol en Bucarest, Sof¨ªa, Belgrado y Sal¨®nica. Labor de los profesores de espa?ol que hab¨ªamos logrado situar en Bucarest, Soria y Sal¨®nica. Situaci¨®n de las comunidades sefard¨ªes balc¨¢nicas. Informe sobre la conducta a seguir para nuestra expansi¨®n cultural y pol¨ªtica en esa Europa oriental. Conferencias y anejos de prensa con otros documentos sobre la propaganda hisp¨¢nica que realic¨¦ en los meses del verano de 1931. Sometiendo estos proyectos: anulaci¨®n en las Cortes del edicto de expulsi¨®n y reconocimiento de una subditanza como antiguos protegidos. Con este plan: en Rumania, un lector de espa?ol (7.500 pesetas), dos becas a estudiantes (2.500 cada una), bibliotecas gratuitas, filmes y otros medios de propaganda: 2.500. Total: 15.000 pesetas en Bulgaria, 28.600 para centros espa?oles de Sof¨ªa, Filippopoli y Rutschiuk. Profesor en Sof¨ªa. Dos escuelas. Una semanaria. Una secci¨®n comercial en Soria. Libros y filmes. Para Yugoslavia: una dotaci¨®n especial por colaborar el gran hispanista Kalmi Baruch. En Grecia: un profesor, becas, libros y publicaciones. En Turqu¨ªa, una mayor atenci¨®n, y asimismo propon¨ªa una intervenci¨®n cultural en el importante centro sefard¨ª de Par¨ªs (oratorio de St. Lazare, c¨ªrculo de la Rue Lafayette). En conclusi¨®n, un presupuesto total de unas 100.000 pesetas.
De aquella misi¨®n conservo a¨²n querencia de Sal¨®nica, segunda ciudad griega que oy¨® predicar a Pablo de Tarso y acogi¨® a 20.000 sefard¨ªes por 1492 llegados de Espa?a. Yo a¨²n pude hablar a una muchedumbre en nuestra lengua com¨²n, al aire libre. Y guardo las cartas de gratitud del c¨®nsul Ezraty por lo que hizo Espa?a cuando la ¨²ltima guerra para ayudar a esa comunidad. Y que le¨ª en Toledo el pasado a?o cuando disert¨¦ en la Sociedad de las Tres Culturas, haciendo esta afirmaci¨®n: "Los nazis perdieron la guerra porque como protestantes hab¨ªan absorbido la Biblia y hebraizaron su arianismo haciendo su propio holocausto".
Toledo ya no es Si¨®n. Existe, al fin, un Estado de Israel, una patria y un suelo, poniendo fin a una errabundez milenaria. Que no le ha impedido seguir siendo el pueblo m¨¢s poderoso del mundo -y por tanto, m¨¢s perseguido. Al lograr no s¨®lo que el esfuerzo humano convertido en dinero sea por ese pueblo administrado, sino -y sobre todo- por haber conseguido superar ese don terrenal creando las tres religiosidades m¨¢s universales, de la historia: la b¨ªblica, la cristiana y hoy la marxista. Quiz¨¢ ya en decadencia. Porque Israel est¨¢ preparando otra nueva salvaci¨®n: ante la era nuclear.
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