Mubarak promete consolidar el proceso democr¨¢tico, pese a la revuelta policial
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, pronunci¨® ayer un discurso ante una reuni¨®n conjunta de las dos C¨¢maras parlamentarias, en el que no explic¨® las causas de la revuelta de la polic¨ªa, pero s¨ª prometi¨® seguir consolidando la experiencia democr¨¢tica en curso, a pesar de los ¨²ltimos acontecimientos.
Retransmitida en directo por radio y televisi¨®n, la alocuci¨®n del rais cierra por ahora la agitada etapa que ha atravesado Egipto desde el pasado 25 de febrero. 17.000 reclutas de la polic¨ªa se sublevaron ese d¨ªa en la capital ante el anuncio de la prolongaci¨®n de su servicio militar, que cumpl¨ªan en dicho cuerpo, y saquearon hoteles, locales de diversi¨®n y tiendas, al tiempo que prend¨ªan fuego a autom¨®viles y autobuses. A los 107 muertos y 719 heridos, seg¨²n un recuento oficial, hay que a?adir 150 millones de d¨®lares (unos 21.000 millones de pesetas) de da?os materiales.Ante la Asamblea del Pueblo y el Senado, Mubarak achac¨® la revuelta a "elementos saboteadores" propagadores de falsos rumores, pero no quiso identificarlos. Evit¨® aludir incluso a una eventual participaci¨®n de extremistas isl¨¢micos u otros grupos de oposici¨®n y tampoco atribuy¨® responsabilidad alguna a potencias extranjeras como Siria o Libia, cuyos l¨ªderes interpretaron la insurrecci¨®n como una protesta popular contra los acuerdos de Camp David con Israel.
Tras insistir en que no conven¨ªa entrar en detalles hasta que "la autoridad judicial competente" haya concluido su tarea de investigaci¨®n y pedir incluso a los miembros del Gobierno y del Parlamento que se abstengan hasta entonces de hacer comentarios sobre el asunto, el presidente arremeti¨® contra su hom¨®logo sirio, Hafez el Asad, cuyos argumentos "son rechazados por todos los egipcios", y tach¨® de "infantiles" los empleados por Libia.
Mientras el ruido de los motores de un helic¨®ptero militar que sobrevolaba el palacio era audible dentro del hemiciclo, el rais reconoci¨® que las condiciones de vida de los 282.000 mozos del uniforme negro, cuyas violentas manifestaciones le provocaron la "mayor tristeza", eran penosas. Por ejemplo, su soldada es de cuatro d¨®lares (560 pesetas) mensuales. "He dado ¨®rdenes", afirm¨® ante los parlamentarios, que le interrumpieron con frecuencia para aplaudirle, "de que se adopten medidas concretas para mejorar sus condiciones existenciales y sean atendidcs social, moral e intelectualmente".
La reacci¨®n del pueblo egipcio a los sucesos de la semana pasada debi¨® de incitarle a no echar mano de la legislaci¨®n de excepci¨®n y la ¨²nica medida inusual, el toque de queda, fue suprimida ayer, al tiempo que los colegios y universidades se reabr¨ªan. Para Mubarak, el comportamiento de sus ciudadanos fue comparable al de los electores en un refer¨¦ndum, en el que expresaron un no un¨¢nime a la anarqu¨ªa, la sublevaci¨®n y la violaci¨®n de la ley.
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