Torpezas y omisiones
Los periodistas de TVE han resarcido a la audiencia con un programa de informaci¨®n de dos horas y media -Refer¨¦ndum 86. Especial informativo- despu¨¦s de haber protagonizado un memorable episodio de manipulaci¨®n con el programa Punto y aparte, que dirige Manuel Campo Vidal, programado en la emisi¨®n extraordinaria del pasado domingo y encargado por el propio director de los Servicios Informativos, Enric Sopena. No es f¨¢cil encontrar en toda la historia de la transici¨®n en TVE una torpeza profesional de tal calibre."Una ratonera" y "una encerrona" fueron los calificativos que dieron, respectivamente, Gerardo Iglesias y Manuel Fraga al comportamiento de aquellos periodistas, seg¨²n testigos que acompa?aron a Torrespa?a a los dos pol¨ªticos. Un informativo tanto m¨¢s torpe cuanto innecesario. La cohorte de cinco profesionales de TVE para entrevistar a un pol¨ªtico habr¨¢ hecho sospechar a m¨¢s de un telespectador sobre la capacidad intelectual de los periodistas para estos menesteres. Las leyes de la l¨®gica no admiten excepciones, y la suma de cinco torpezas no ten¨ªa por qu¨¦ dar un resultado inteligente.
Denuncias
Trabajadores de TVE han denunciado igualmente que lo m¨¢s grave en la cobertura de la campa?a del refer¨¦ndum no es lo que sali¨® al aire, sino lo que TVE omiti¨® deliberadamente: al contrario de la Prensa y de la radio, Televisi¨®n Espa?ola no dedic¨® ni un solo reportaje a la OTAN, a informar y analizar la cuesti¨®n fundamental que se somet¨ªa a refer¨¦ndum. TVE evit¨®, igualmente, el debate pol¨ªtico, como han demostrado la mayor¨ªa de los Punto y aparte de Manuel Campo Vidal, convertidos en una serie de sucesivos mon¨®logos. El Punto y aparte del pasado domingo en la primera cadena fue un aut¨¦ntico acto de desprecio al debate pol¨ªtico, habida cuenta que los tres l¨ªderes se encontraban en el recinto de Torrespa?a con el mismo fin.Por el contrario, es de agradecer que estos responsables hayan enterrado las noches electorales de a?os atr¨¢s, en las que TVE montaba la informaci¨®n sobre un espect¨¢culo de variedades, con humoristas contando chistes, cantantes y prestidigitadores entreteniendo al personal hasta que el ministro del Interior comparec¨ªa ante las c¨¢maras.
Las dos horas y media de informaci¨®n estuvieron realizadas correctamente y debe elogiarse el esmero en ser objetivos y puntuales, exceptuada una desafortunada conexi¨®n con el centro regional de Andaluc¨ªa, en la que una reportera no supo contener su regocijo por los resultados.
Comercial
La televisi¨®n p¨²blica tampoco perdi¨® de vista su sentido comercial a la hora de informar y, sorprendi¨® a la audiencia con cortes bruscos. As¨ª, hacia las 23.05, Manuel Campo Vidal cort¨® la conferencia de prensa del mism¨ªsimo vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, para dar paso al anuncio de un concentrado de carne, pescado y tomate.Dos vicios se ponen en evidencia, sin embargo, en estos informativos maratonianos de TVE: la primac¨ªa del protocolo y del rito, de la reproducci¨®n ceremoniosa de conferencias de prensa.
Muchos de estos actos e intervenciones s¨®lo se justifican por el hecho de que la televisi¨®n va a dar cuenta de ello, con el agravante de que s¨®lo intervienen en la informaci¨®n de televisi¨®n las mismas instancias, los mismos rostros, sea cual sea la noticia. La televisi¨®n no recogi¨®, en dos horas y media de emisi¨®n, la opini¨®n ni siquiera de una sola persona de la calle. Por el contrario, ah¨ª est¨¢ la locutora que entrevista en el plat¨® a un periodista que es su compa?ero de mesa y de n¨®mina. Todo ello en detrimento del an¨¢lisis e investigaci¨®n de los datos.
El segundo defecto pone de manifiesto una de las lagunas de la gesti¨®n socialista en Televisi¨®n Espa?ola: el precario desarrollo de los centros regionales, que se limitaron, por lo general a transmitir a Madrid cuatro an¨¦cdotas y a repetir, como los conserjes de los gobiernos civiles, lo de la normalidad y ausencia de incidentes.
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