La empresana y la reina de las ondas
Cuando a Batula Ali le tocaron cuatro millones de pesetas en la loter¨ªa, hace unos meses, decidi¨® volver a Melilla y abrir un restaurante ¨¢rabe. Dej¨® Marbella, donde ejerc¨ªa un trabajo que especifica con la condici¨®n de que no se publique, y emprendi¨® una vida algo m¨¢s sedentaria y no tan propicia a los sobresaltos. Se convert¨ªa as¨ª en una de las mujeres musulmanas con un trabajo no vinculado al servicio dom¨¦stico y en due?a de su propio negocio.A sus 29 a?os, Batula, separada de un sirio con el que se cas¨® en Madrid, tras quedar embarazada de su hija, que ahora tiene siete a?os, no es una musulmana corriente. Tiene superados los prejuicios del alcohol y del cigarrillo en privado, como tiene superadas tantas otras cosas, porque Batula deja claramente establecido que ella es una mujer que ha viajado. Sin embargo, sus viajes no la han convencido de que las costumbres isl¨¢micas puedan ser inadecuadas: "Si una mujer no tiene hijos, puede ser repudiada. Bajo mi punto de vista musulm¨¢n me parece bien, porque si mi padre no hubiera repudiado a su primera mujer, yo no estar¨ªa aqu¨ª".
Habla con claridad y precisi¨®n de la sexualidad en el mundo isl¨¢mico, de la ardiente sensualidad de sus mujeres: "con la mirada, la mora hace virguer¨ªas". Y cuenta c¨®mo en la ciudad marroqu¨ª de Casablanca hay un m¨¦dico dedicado a recomponer el himen a las mocitas musulmanas que quieren hacer una boda seg¨²n los c¨¢nones, porque "la mujer para el ¨¢rabe es como un trofeo. A todas las mujeres nos gusta que el hombre nos domine".
En Radio Melilla, de la cadena SER, hay una voz sugerente, una chica de la FM que presenta Los 40 principales, Cristal de vinilo, Pijama de postre. Es Mina Mim¨®n, tiene 19 a?os y, aunque sus condiciones laborales no son precisamente ¨®ptimas, trabaja todos los d¨ªas, sin librar ni uno. Dice que lo hace por afici¨®n, no por dinero; que la radio le fascina desde los 13 a?os, porque se ha criado junto a ella, a fuerza de tener prohibido moverse de casa, y que prefiere sus m¨²sicas y sus palabras a quedarse bajo la vigilancia paterna, como pretenden que est¨¦ en cuanto deja el micr¨®fono.
Mina afirma que, pese a que su madre se cas¨® a los 16 a?os, el matrimonio no entra en sus planes, aunque se ir¨ªa a vivir con un chico "si apareciera en mi vida", y cree que alg¨²n d¨ªa cumplir¨¢ su sue?o de conocer Sant¨¢nder, de ir al norte a seguir haciendo radio. "A Santander o a Madrid".
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