Integrac¨ªon: amigos y enemigos
CARLOS ANDR?S P?REZLos grandes pa¨ªses industrializados aplican al Tercer Mundo estrategias desestabilizadoras y divisionistas. El grupo de los no alineados y el grupo de los 77, g¨¦nesis del despertar tercermundista de hace 10 a?os, permanecen silenciosos o, en todo caso, prisioneros de sus propias contradicciones. El autor de este art¨ªculo, que analiza la situaci¨®n de Latinoam¨¦rica, apuesta, sin embargo, por la esperanza.
Hace un par de meses, en Caracas, me toc¨® recordar la fundaci¨®n del Sistema Econ¨®mico Latinoamericano (SELA). Ese hecho, hist¨®ricamente memorable para los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, ocurri¨® hace 10 a?os y tuvo como inspirador esencial al entonces presidente de M¨¦xico Luis Echeverr¨ªa.Eran tiempos propicios para la integraci¨®n y el esfuerzo concertado de nuestras naciones. Se viv¨ªa un clima que apuntaba el fortalecimiento de las ideas que impulsaban un nuevo orden econ¨®mico internacional. Por primera vez un presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, reconoc¨ªa la globalidad de los problemas de nuestro continente y planteaba como indispensable esa aspiraci¨®n integradora, superando el viejo esquema de las relaciones bilaterales.
Tambi¨¦n en esa ¨¦poca, a quienes nos correspondi¨® ejercer funciones de Gobierno entendimos que el problema de Am¨¦rica Latina no era el comunismo o su probable propagaci¨®n, tal como lo hab¨ªa vendido una pr¨¦dica dogm¨¢tica y persistente, sino la miseria y la explotaci¨®n de nuestros pueblos, y que la lucha por los derechos humanos ten¨ªa una concepci¨®n y un sentido mucho m¨¢s amplio: la plena democratizaci¨®n de Am¨¦rica Latina.
Esos tiempos han cambiado. El multilateralismo est¨¢ en retroceso. Los grandes pa¨ªses industrializados aplican impunemente sus estrategias desestabilizadoras y divisionistas. Todav¨ªa falta tiempo para que nos demos cuenta de la gravedad y las proporciones de esta nueva agresi¨®n de los centros de poder del totalitarismo econ¨®mico. El grupo de los no alineados y el grupo de los 77, g¨¦nesis del despertar tercermundista de hace 10 a?os, permanecen silenciosos o, en todo caso, prisioneros de sus propias contradicciones. Est¨¢n en crisis la ONU, la Unesco, la OIT y todas aquellas organizaciones que nacieron bajo el esp¨ªritu de la cooperaci¨®n y la solidaridad internacional. La UNCTAD, una tribuna que tanto sirvi¨® para los alegatos del Tercer Mundo, ha perdido importancia y significaci¨®n. como escenario adecuado para procesar planteamientos en la b¨²squeda de un equilibrio en la trastornada econom¨ªa mundial.
Un an¨¢lisis convencional de los fen¨®menos hist¨®ricos podr¨ªa conducir a la afirmaci¨®n de que las grandes potencias se ajustan a una din¨¢mica impuesta por un sistema que se alimenta de las injusticias y las iniquidades. Pero lo m¨¢s lamentable en este caso es que en Am¨¦rica Latina estamos actuando en la direcci¨®n que marcan las fuerzas de la antihistoria. Es doloroso constatar c¨®mo las intituciones de integraci¨®n (el Pacto Subregional Andino es un ejemplo demasiado elocuente) se han con vertido en refugio de una ret¨®rica in¨²til y de una burocracia asfixiante y costosa. Esta situaci¨®n no es responsabilidad de los t¨¦cnicos ni de los equipos humanos que conducen estos organismos, sino de la falta de una clara y firme voluntad pol¨ªtica de nuestros Gobiernos. Un pragmatismo desolador ha invadido -con derivaciones funestas para nuestro futuro- los ¨¢mbitos gubernamentales latinoamericanos. La querella peque?a, el c¨¢lculo ego¨ªsta, los intereses groseramente partidistas obran como factores de perturbaci¨®n para la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica eficazmente integradora y solidaria.
Dificultades y adversidades
?Suponen estos juicios una actitud pesimista? ?Debemos cruzarnos de brazos ante una realidad econ¨®mica y social desfavorable? No me cuento entre los latinoamericanos cuyo esp¨ªritu se resiente ante las dificultades y las adversidades.
?Acaso no ha sido en sus malas horas cuando Am¨¦rica Latina ha sacado fuerzas para afrontar los m¨¢s grandes desaf¨ªos? ?Acaso no existen reservas humanas y morales en una regi¨®n que ha procreado h¨¦roes y libertadores? Creo que por encima de la miop¨ªa criminal de muchos Gobiernos latinoamericanos y ante el ostensible retroceso o estancamiento que viven las instituciones llamadas a consolidar la integraci¨®n latinoamericana est¨¢ la decisi¨®n manifiesta de los pueblos latinoamericanos. En este combate, las fuerzas de la historia nos dan la raz¨®n.
fue presidente de Venezuela.
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