Craxi estudia la evacuaci¨®n de sus compatriotas en Libia, cuatro de ellos ya 'internados'

El Gobierno de Bettino Craxi ha empezado a estudiar un plan de evacuaci¨®n de los 8.000 italianos que residen en Libia, a la vista de las nuevas amenazas a Italia que aparecen en la respuesta de Tr¨ªpoli a la dura nota de protesta del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano por la agresi¨®n de que fue objeto la isla de Lampedusa. El problema se ha hecho a¨²n m¨¢s urgente desde que se ha sabido que cuatro empleados italianos de la empresa Impresit residentes en Libia han sido trasladados a un campo militar cerca de Tobruk.

El Gobierno libio ha justificado este internamiento como medida de protecci¨®n para los italianos, pero se teme que si la situaci¨®n en aquel pa¨ªs empeora, los extranjeros puedan acabar siendo convertidos en rehenes del coronel Muammar el Gaddafi.El Gobierno de T¨²nez ya ha ofrecido la colaboraci¨®n de su pa¨ªs para que los italianos residentes en Libia puedan regresar a Italia a trav¨¦s de la frontera tunecina.

El Ministerio de Asuntos Exteriores italiano rechaz¨® ayer las razones esgrimidas por el r¨¦gimen libio para atacar la isla de Lampedusa, y se?al¨® que su embajador en Tr¨ªpol¨ª hab¨ªa puesto de manifiesto la intenci¨®n italiana de proteger su integridad territorial ante cualquier otro ataque similar.

Hasta el presente, el Gobierno italiano se ha mantenido siempre muy prudente con las autoridades de Tr¨ªpoli no s¨®lo por miedo a represalias sobre el territorio italiano, tan cercano a Libia, sino tambi¨¦n y sobre todo por los grandes intereses econ¨®micos que este pa¨ªs tiene con el Gobierno de Gaddafi.

Actualmente, los libios poseen el 17% de las acciones de Fiat, y los italianos les est¨¢n vendiendo armas por 70.000 millones de pesetas al a?o. El petr¨®leo que Italia recibe de Libia representa el 17,7% de sus necesidades (9,5 millones de toneladas). En total, las importaciones son de 680.000 millones de pesetas, mientras que las exportaciones no llegan a 240.000 millones, con un d¨¦ficit anual para Italia de 440.000 millones de pesetas. A todo ello, se une la preocupaci¨®n por los italianos que trabajan en aquel pa¨ªs.

Entretanto, la psicosis de terrorismo crece en todo el pa¨ªs. Ayer, el centro de la ciudad de Roma qued¨® paralizado porque los 40 trabajador" de una oficina de American Express llamaron a la polic¨ªa para alertar sobre la presencia de un malet¨ªn sospechoso junto a la puerta de entrada.

Hacia la plaza de Espa?a se lanzaron docenas de coches de la polic¨ªa, de carabineros, de los servicios secretos, agentes del antiterrorismo, ambulancias y bomberos, mientras se o¨ªa el zumbido de los helic¨®pteros. En 10 minutos, el tr¨¢fico del centro fue un caos.

La gente corr¨ªa despavorida por las calles, los comerciantes cerraban las tiendas y hubo hasta quien se ech¨® a llorar a gritos. Otros dejaron los coches en medio de la calle y salieron corriendo. La polic¨ªa bloque¨® la plaza. Los artificieros abrieron el malet¨ªn, en el que encontraron s¨®lo un aparato para medir la electricidad. Era de un t¨¦cnico de tel¨¦fonos que estaba arreglando all¨ª al lado una aver¨ªa.