El dirigente sindical Casero dice que se r¨ªe de los que le acusan de ser terrorista
Francisco Casero, l¨ªder del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), ha desvinculado su estancia en Libia de todo contenido que no sea el de "unir lazos de amistad con el pueblo libio". Casero, que lleg¨® a Sevilla el martes, mostr¨® su contrariedad por las insinuaciones que se han vertido desde algunos sectores sobre sus visitas y relaciones con el pa¨ªs gobernado por Muammar el Gaddafi. "Me da risa que digan que Paco Casero es un terrorista", dice. "Eso ¨²nicamente lo difunden y pueden cre¨¦rselo quienes est¨¢n vendidos a los intereses de Estados Unidos".El dirigente jornalero reitera que sus actos han sido siempre p¨²blicos. "Jam¨¢s he ocultado mis simpat¨ªas por el pueblo libio, ni tampoco he viajado a escondidas. Es m¨¢s, cada vez que he visitado ese pa¨ªs se ha enterado todo el mundo. Incluso he sido acompa?ado por periodistas", dice.
Francisco Casero afirma que durante los d¨ªas que permaneci¨® en Libia visit¨®, junto a otros 18 jornaleros andaluces, plantaciones agrarias, donde trabajaron en las tareas propias del campo. "Y all¨ª jam¨¢s vi a nadie de Herri Batasuna o del Movimiento Comunista de Andaluc¨ªa, como dicen algunos", dijo.
Respecto al conflicto b¨¦lico entre EE UU y Libia, Casero afirma que, en su conjunto, se ha ofrecido una versi¨®n de la realidad "intensamente deformada". "Ha existido una aut¨¦ntica guerra informativa, organizada por EE UU. Los periodistas de ese pa¨ªs han demostrado una falta de ¨¦tica impresionante. Me dio verg¨¹enza observar a estos periodistas c¨®mo se quedaron desolados al ver que Gaddafi no hab¨ªa muerto en el ataque. Tan es as¨ª que cuando le vieron por las pantallas de la televisi¨®n insist¨ªan en que se trataba de un v¨ªdeo. Estaban desolados al comprobar que hab¨ªan fallado en sus objetivos, que coincid¨ªan plenamente con los de su presidente".
Los jornaleros del SOC, al igual que Francisco Casero, criticaron la actuaci¨®n de la Embajada espa?ola en Tr¨ªpoli. "En contra de lo dicho, nunca se interesaron por nuestra suerte. Es falso que la Embajada tuviera bajo control a los espa?oles, por lo menos en nuestro caso y el de las personas con las que hemos tenido contacto"', reiter¨® Casero.
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