El v¨ªdeo sobre la supuesta 'ejecuci¨®n' de un reh¨¦n brit¨¢nico acelera la huida de los occidentales de Beirut Oeste
, La precipitada huida de occidentales de Beirut Oeste se aceler¨® ayer tras la llegada a un diario de la capital libanesa de un v¨ªdeo que pretende probar la muerte en la horca del periodista brit¨¢nico Allec Collett, secuestrado en marzo de 1984. La mayor¨ªa de quienes han analizado el documento est¨¢n convencidos de que el hombre que cuelga de una soga es el periodista, de 64 a?os." Sin embargo, algunos albergan la remota esperanza de que la ejecuci¨®n no sea sino una espantosa farsa y esperan hasta la aparici¨®n del cad¨¢ver. No es la primera vez que se anuncia en este pa¨ªs la muerte de rehenes occidentales sin entregar sus cuerpos.
Seis profesores franceses, varios diplom¨¢ticos italianos, y un belga, en total m¨¢s de 10 personas, dejaron durante la ma?ana el sector musulm¨¢n de Beirut en direcci¨®n al cristiano, primera escala de una repatriaci¨®n que contin¨²a en el puerto de Junieh y prosigue en Chipre. La salida de este grupo fue en todo semejante a las que le han precedido en los ¨²ltimos d¨ªas: rostros desencajados, equipajes hechos a toda prisa, coches blindados, guardaespaldas de las embajadas, escolta de milicianos musulmanes hasta la l¨ªnea verde, y de cristianos a partir de ah¨ª. Apenas los evacuados hab¨ªan pisado el sector cristiano cuando las emisoras beirut¨ªes anunciaron que milicianos shi¨ªes de Amal hab¨ªan encontrado y desactivado una carga explosiva de 15 kilos frente a la sede del Consejo Brit¨¢nico, el centro cultural del Reino Unido, al lado de la calle Hamra. Ese centro fue en su d¨ªa muy importante para la difusi¨®n en L¨ªbano de la cultura brit¨¢nica, pero en la actualidad s¨®lo es pisado por empleados locales.
El explosivo estaba colocado en una bolsa dejada en la calle y, de no haber sido descubierto a tiempo, hubiera destrozado tambi¨¦n el supermercado Smith, un establecimiento que ya sufri¨® un atentado por expender bebidas alcoh¨®licas.
Cuatro minutos
No se conoce el n¨²mero de norteamericanos y europeos occidentales que siguen en Beirut Oeste, pero los diplom¨¢ticos calculan que el de varones es inferior a 80. Su vida en los ¨²ltimos d¨ªas es tremenda. Apenas pisan la calle y se desplazan bajo la incierta protecci¨®n de las milicias drusa y shi¨ª.
El v¨ªdeo con la ejecuci¨®n de Collett fue arrojado en la noche del pasado mi¨¦rcoles en la entrada del diario beirut¨ª Al Nahar por unos sujetos que no se apearon del coche en que viajaban. Es en color, dura cuatro minutos y lo acompa?a un texto en ¨¢rabe que firmaba la Organizaci¨®n Socialista de los Revolucionarios Musulmanes.
Seg¨²n el comunicado, Collett, que trabajaba para la ONU en los campos de refugiados palestinos de L¨ªbano, muri¨® la semana pasada, el mismo d¨ªa en que aparecieron con un tiro en la nuca dos profesores brit¨¢nicos y un bibliotecario norteamericano. Aquella triple ejecuci¨®n fue reivindicada por las C¨¦lulas Fedayin ?rabes como represalia por el ataque norteamericano contra Libia y el apoyo brit¨¢nico a esa acci¨®n. Los dos grupos citados est¨¢n formados por palestinos prolibios y se suponen vinculados a Abu Nidal.
Los secuestradores de Collett hab¨ªan anunciado su muerte en la horca la pasada semana, cuando se cre¨ªa que su cad¨¢ver era el cuerpo sin vida que luego result¨® ser el del bibliotecario norteamericano. El v¨ªdeo recibido en An Nahar pretende ser una prueba de aquella reivindicaci¨®n.
En las primeras im¨¢genes se ve una soga que pende suelta sobre un fondo de hierbas y rocas. Una voz en off lee en ¨¢rabe la sentencia de muerte del "esp¨ªa brit¨¢nico" Allec Collett, como "castigo para la criminal Thatcher y para su secretario de Exteriores, Geoffrey Howe". Entran entonces en la banda de sonido las voces de una multitud invisible que grita Allah akbar (Dios es grande), consigna de la revoluci¨®n isl¨¢mica. Hay un corte y, en la siguiente toma, se ve a un hombre que pende de la soga. Viste vaqueros, camisa de cuadros rojos y blancos y sahariana caqui. Una venda negra tapa sus ojos. El rostro del hombre est¨¢ colorado, la cabeza vencida y la lengua fuera. El v¨ªdeo finaliza ah¨ª. Los que conoc¨ªan a Collett afirman que la nariz, la calva incipiente y la mand¨ªbula son las suyas.
[Dos personas, un miliciano y una mujer, resularon muertas, y otras 13 fueron heridas, en los bombardeos intercambiados en la tarde de ayer al sur de Beirut, desde ambos costados de la l¨ªnea verde que divide el sector musulm¨¢n y el cristiano de la capital libanesa, informaron fuentes sanitarias citadas por la agencia France Presse. Asimismo, dos obuses cayeron en la base a¨¦rea del Ej¨¦rcito liban¨¦s, situada en los alrededores del aeropuerto internacional de Beirut, y causaron da?os materiales].
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